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Balotaje Ecuador

Personal del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador participa en la jornada de “voto en casa”, para personas de la tercera edad con discapacidad. LA PRENSA/EFE

Balotaje crucial para izquierda latinoamericana

Ante la contienda, Lenín Moreno y Guillermo Lasso agitan en la campaña los fantasmas de las políticas opuestas del gobernante argentino Mauricio Macri y del venezolano Nicolás Maduro.

Después de 20 días de intensa campaña, incesante propaganda en radio y televisión y concentraciones en diversas ciudades, Ecuador entró ayer en un período de silencio electoral y ley seca para que los votantes se preparen para escoger mañana al sucesor del presidente socialista Rafael Correa en un balotaje crucial para la izquierda latinoamericana tras el giro hacia la derecha de países como Argentina, Perú y Brasil.

Atrás quedaron las promesas de campaña de miles de casas gratis, un millón de empleos y la construcción de trenes eléctricos y magnéticos de los candidatos Lenín Moreno, del partido de gobierno Alianza País, y el millonario opositor Guillermo Lasso, los dos más votados en la primera ronda electoral del 19 de febrero.

Dos espejos

Ante la contienda, para la que están convocados 12.8 millones de ecuatorianos, ambos candidatos agitan en la campaña los fantasmas de las políticas opuestas del gobernante argentino Mauricio Macri y del venezolano Nicolás Maduro.

“Nos han puesto estos dos espejos. Dicen: ¿quieren ser como Macri de Argentina o como Maduro de Venezuela? Dos temores”, señaló a la agencia Afp el analista político Napoleón Saltos.

Lea también: Tras 10 años de gobierno, además de un Ecuador dividido, ¿qué más deja Rafael Correa?

Economía casera

El oficialismo reprocha a Lasso, un exbanquero de 61 años que presidió el Banco de Guayaquil y también fue ministro del área económica con Jamil Mahuad (1998-2000), por haber obtenido beneficios financieros de la crisis bancaria de finales de los años 1990.

Los seguidores de Moreno también afirman que tiene empresas en paraísos fiscales.

De su lado, Lasso acusa a Moreno, de 64 años y ex vicepresidente de Correa, de representar el continuismo de un modelo desgastado y de un gobierno corrupto y derrochador. Y se presenta como “una alternativa para recuperar la democracia, la libertad y una economía moderna, abierta al mundo y muy lejos de Venezuela”.

Las encuestas hacia los comicios más disputados de la historia reciente del país ubican primero a Moreno, con un cinco por ciento de ventaja.

 

24
de mayo será la toma de posesión. Ese día se dejarán atrás más de 10 años de gobierno de Correa caracterizado por la construcción de obras públicas gracias a los altos precios del petróleo.

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