Una sala de belleza es el negocio que Izayana (nombre ficticio) ha luchado por sacar adelante y posicionarlo en una amplia oferta local en Managua, pero para mejorar sus condiciones y crecer necesita capital para adquirir maquinaria especializada y nuevos productos.
Ella es una entre miles de emprendedores en Nicaragua que una vez formalizados, al querer crecer se encuentran con las interrogantes: ¿cómo lo hago?, ¿a qué institución acudo?, ¿cómo puedo obtener un crédito asequible?
Esas preguntas la llevaron a buscar apoyo en el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (Mefcca), pero su experiencia no fue satisfactoria.
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Y aunque el Mefcca es una de las instituciones que promueven los emprendimientos del país, debió ser también la garante porque se cumpliera el eje estratégico número tres del Plan Nacional de Empleo y Trabajo Digno y Decente para las Juventudes de Nicaragua (PNETDDJN), que se ejecutó entre 2012 y 2016.
Falta transparencia
Para Elvin Rodríguez, coordinador de la Plataforma Nacional Juvenil (PNJ), lo que hace falta es “más transparencia por parte de las instituciones del Estado al momento de ejecutar los planes gubernamentales sobre empleo juvenil”.
“Por dar un ejemplo de la importancia de la transparencia, el eje estratégico tres del PNETDDJN entre 2012 y 2016 tuvo que haberse creado un fondo de cinco millones de dólares para financiar cinco mil emprendimientos juveniles. En nuestra investigación no logramos conocer qué pasó con ese fondo y si en realidad fue creado, pues nos encontramos con que hasta las autoridades desconocían del mismo”, explicó Rodríguez.
Adicionalmente, Rodríguez expuso que no había información suficiente en los presupuestos de las instituciones ejecutantes de ese plan como el Ministerio del Trabajo (Mitrab), Ministerio de la Juventud (Minjuve), Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) y el Mefcca.
El fondo al que Rodríguez se refiere tuvo que ser dirigido a cooperativas juveniles o bien negocios donde el cuarenta por ciento de sus trabajadores sean jóvenes.
Las dudas
Pero esa situación la plasman en el Diagnóstico del desempeño del eje estratégico tres del PNETDDJN, en el que preguntaron ¿cuántos jóvenes fueron beneficiados con esos subsidios?
En el mismo diagnóstico analizan las acciones que las entidades de Gobierno realizaron y cuál fue el alcance. Y en el caso del Mefcca, el diagnóstico elaborado por la PNJ muestra que se carece de datos entre 2014 y 2016.
En el 2013 esa entidad brindó asistencia técnica a unos 6,851 jóvenes con planes de negocios, capacitó a 1,705 jóvenes en áreas técnicas, tecnológicas y asociativas, y financió a 301 para constituir sus microempresas.
Es un retroceso
La falta de unidad de todos los sectores del país en función de los emprendimientos locales y de ejecución de los programas existentes se convierte en la causa para el detrimento de un ecosistema que apenas toma fuerza, explica la especialista en desarrollo económico, Elizabeth Membreño.
“Lo prudencial sería unir todos los esfuerzos y concentrarse en una estrategia país en el que tanto la cooperación como la sociedad civil y entidades del Estado velen por el cumplimiento de cada objetivo y acción que busque el desenvolvimiento integral de los emprendimientos juveniles”, manifestó Membreño.
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También agregó que un impulso de las ideas de negocios de los emprendimientos juveniles que dejen a un lado la idea de ser solo de subsistencia y se apropien de herramientas para el desarrollo de negocios, podría aportar tanto en el empleo como en la recaudación y desempeño en general de la economía de este país.
El campo no es excepción
Las zonas rurales también necesitan la atención suficiente con el fin de explotar el talento de aquellos jóvenes que no han tenido formación ni técnica ni profesional, pero que cuentan con ideas que les pueden permitir buenos ingresos.
Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), explica que el escenario en esa zona del país está marcado por el difícil acceso a la educación.
Pero quienes han tenido la oportunidad de realizar estudios ya están ayudando a que las nuevas generaciones fortalezcan sus planes de negocios, enfocados en las necesidades que el agro experimenta.
“Las nuevas generaciones también están emprendiendo, ya sea que le den continuidad a los negocios de las familias o bien que emprendan sus ideas. Y ellos mismos están aportando a la generación de empleos”, manifestó Healy durante la premiación de los exportadores 2016.
Mala evaluación sigue
La falta de cumplimiento de planes que velan por la promoción de negocios de jóvenes ha incidido en que la posición del país en el Índice Global de Emprendimiento 2017 siga en negativo y quede en el puesto 129 de 137 países.
Los procesos de innovación son el pilar que más atención necesita y en el que el país está mal evaluado, según indica el informe.