14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
tragedias
La Prensa

En defensa de los defensores de los derechos humanos

Los defensores de derechos humanos, Marcos Carmona y Álvaro Leiva, directores de la CPDH y la ANPDH respectivamente, han manifestado que se sienten  gravemente amenazados después que un alto funcionario del régimen orteguista los acusó en un programa radial  de ser ellos promotores de la Nica Act.

La Nica Act, como se sabe, es una iniciativa de ley impulsada en el Congreso  de los Estados Unidos (EE.UU.) para sancionar al régimen orteguista,  por  sus atropellos a la democracia y  particularmente por la falta de elecciones libres, justas y transparentes. Lo cual, dicho sea de paso, es del más legítimo interés del pueblo nicaragüense.

La Nica Act es una iniciativa soberana de legisladores estadounidenses motivada  por la falta de democracia, Estado de derecho y transparencia,  lo cual es un compromiso internacional del Estado  de Nicaragua. Esta cruda realidad  ha sido creada por  Daniel Ortega, no por los defensores nicaragüenses de los derechos humanos, ni por la oposición democrática que también denuncia internacionalmente, como es su derecho y deber, los atropellos del orteguismo.

Solo  un mes antes de las  denuncias de los directivos de la CPDH y la ANPDH, la defensora de los derechos humanos de las comunidades indígenas del Caribe de Nicaragua, doctora Lottie Cunningham, denunció que personas desconocidas la estaban amenazando de muerte, por medio de las redes sociales,  en nombre del partido de gobierno. También en esos días,  la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), doctora Vilma Núñez de Escorcia, fue víctima de insultos oficialistas por haber recibido una distinción de la Embajada de EE.UU. en Managua. Los insultos fueron entendidos como una amenaza y así fue denunciado ante los organismos internacionales de derechos humanos.

Afortunadamente en Nicaragua no han ocurrido,  hasta ahora,  atentados contra la vida de defensores de los derechos humanos, solo  amenazas directas o indirectas como las que han sido  denunciadas por  Marcos Carmona, Álvaro Leiva, Lottie  Cunnighan y  Vilma Núñez. Sin embargo, en cualquier momento se podría pasar de las amenazas verbales e indirectas a los atentados criminales, como ocurre en otros países donde igual que en Nicaragua los derechos humanos son violados de manera habitual y sistemática.

A su debido tiempo,    Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  han pedido al Gobierno de Nicaragua    garantías para la  libertad, la  integridad física y las vidas de los defensores nicaragüenses de los derechos humanos. Pero las amenazas siguen ocurriendo,   cada vez con más frecuencia, lo cual es preocupante y exige que  los ciudadanos   alcen la voz y se pronuncien en defensa de sus defensores, antes de que les  suceda algo peor.

Los atropellos a la democracia y los derechos humanos   son la causa de  la iniciativa de ley contra el régimen orteguista  en el Congreso de los EE.UU. A los defensores nicaragüenses de los derechos humanos más bien hay que agradecerles, y apoyarlos, porque su esfuerzo y riesgos se orientan   a evitar que sigan ocurriendo los hechos  que  motivan la Nica Act.

Editorial derechos humanos archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí