14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Momento del lanzamiento del cohete Soyuz-FG y la nave espacial Soyuz MS-04 desde el cosmódromo de Baikonur. EFE

La nave tripulada rusa Soyuz MS-04 despega rumbo a la EEI

En la Soyuz viajan el cosmonauta ruso Fiódor Yurchijin y astronauta estadounidense Jack Fischer, que se unirán a los actuales tripulantes de la plataforma orbital

La nave rusa Soyuz MS-04, con dos tripulantes a bordo, fue lanzada este jueves desde el cosmódromo kazajo de Baikonur rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia.

En la Soyuz viajan el cosmonauta ruso Fiódor Yurchijin y astronauta estadounidense Jack Fischer, que se unirán a los actuales tripulantes de la plataforma orbital: el ruso Oleg Novitski, la estadounidense Peggy Whitson y el francés Thomas Pesquet. El lanzamiento se efectuó con ayuda de un cohete portador Soyuz-FG, y según el plan de vuelo la nave se acoplará este mismo jueves a la EEI.

Lea también: Cápsula rusa Soyuz va rumbo a la estación espacial

Será la primera vez que una Soyuz MS se enganche a la plataforma orbital según el “esquema rápido”, tras realizar solo cuatro vueltas a la Tierra: las anteriores tres naves de la serie se acoplaron a la EEI tras dos días de vuelo. Inicialmente, estaba previsto que a bordo de la Soyuz MS-04, además del astronauta estadounidense, viajaran a la EEI dos cosmonautas rusos, pero a fines del año pasado Roscomos, la agencia espacial rusa decidió reducir de tres a dos los miembros de la misión rusa en la estación espacial.

Esta situación se mantendrá al menos hasta finales de 2018, cuando esté programado el acoplamiento a la EEI del nuevo módulo científico ruso “Naúka”. En un comienzo, Roscosmos barajó la posibilidad de que la tercera plaza de la Soyuz SM-04 fuera ocupada por un astronauta extranjero, pero finalmente esta fue desestimada por no contar con un candidato con la suficiente preparación.

Lea más en: Tres astronautas llegan a la ISS tras un periplo espacial

Por ello, en la butaca libre se cargó un contenedor con 70 kilogramos de carga, fundamentalmente alimentos. La EEI, un proyecto de más de 150,000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27,000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.

La órbita de la plataforma es elevada cada cierto tiempo con ayuda de los propulsores de naves acopladas a ella, ya que la EEI pierde diariamente entre 100 y 150 metros de altura debido a la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores.

China lanza nave de carga

Por otro lado, China lanzó este mismo jueves con éxito su primer carguero espacial, la nave “Tianzhou 1”, en lo que supone un nuevo paso estratégico hacia su objetivo de tener una presencia permanente en el espacio con la estación orbital que prevé concluir para 2022. El cohete Larga Marcha-7 Y2 que llevaba a la nave despegó sin problemas desde el Centro Espacial de Wenchang (en la isla suroriental de Hainan), dando inicio a una misión de cinco meses de duración.

Lea más en: China lista para la sexta misión espacial tripulada en la historia

Momento del lanzamiento del carguero espacial chino “Tianzhou 1” en el Centro de lanzamiento espacial de Wenchang, en China. EFE

Diez minutos después del lanzamiento, la nave se separó del cohete y entró en la órbita prevista y en camino a acoplarse con el laboratorio espacial chino “Tiangong 2”, lo que cerró el “éxito perfecto del lanzamiento”, según destacó un comunicado oficial. El desarrollo de un carguero espacial es imprescindible para la construcción de la estación espacial propia, cuyo primer módulo será puesto en el espacio en 2019 (un año después de lo previsto inicialmente) y que se espera concluir tres años después.

Durante su misión, la nave “Tianzhou 1” (navío celestial) ensayará tres tipos diferentes de acoplamientos con el laboratorio espacial, al que estará unida durante dos meses. También trasvasará combustible para que el “Tiangong 2” mantenga su órbita, así como equipos científicos y técnicos. El primer acoplamiento tendrá lugar el próximo sábado, según las previsiones del control de la misión. Como ninguna de las naves tiene tripulantes, todas las tareas se realizarán de forma automatizada y bajo control remoto desde tierra.

Le puede interesar: “Subspace”, un hotel con cápsulas espaciales

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí