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Cambio climático, Fenómenos naturales,

El tornado del martes arrancó parcialmente el techo del Colegio San Antonio de Wali, en El Jícaro, Nueva Segovia. LA PRENSA/C.VALLE

Nicaragua con clima sin precedentes

Las lluvias en plena época seca más el granizo dejaron daños totales y parciales en la infraestructura de viviendas y escuelas en los departamentos de Jinotega y Nueva Segovia

Nicaragua en un mismo día: calores infernales en un departamento mientras en otro caía hielo; unas poblaciones sedientas clamaban por agua mientras otras sufrían embates de tormentas y tornados; pérdidas de cultivos por sequía en Occidente y por exceso de agua en el Caribe. Y lo peor: fenómeno podría repetirse.

No obstante, para algunos expertos del Gobierno la situación es “normal” en estos tiempos.

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El granizo que cayó este pasado martes “es un fenómeno dentro del rango de lo normal”, dijo el director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca.

Las lluvias en plena época seca más el granizo dejaron daños totales y parciales en la infraestructura de viviendas y escuelas en los departamentos de Jinotega y Nueva Segovia.

Los cultivos de rosas y flores para comercialización fueron destrozados por la caída de granizo en Jinotega. LA PRENSA/S.RUIZ.

A su paso, también provocó pérdidas en la comunidad de Aranjuez, del municipio de Jinotega, donde la mayoría de sus habitantes se dedican al cultivo y comercialización de flores, verduras y café.

En esta comunidad, habitada por más de 200 familias que se dedican a la producción de rosas, calas o alcatraz, gerberas y otras variedades de flores, sufrieron las consecuencias de la lluvia de granizo que descargó su furia sobre los viveros llenos de flores que cultivan para su comercialización.

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“Me asusté, corrí gritando y llorando, los pedazos de hielo cayendo me golpearon, en un ratito se negreó todo, yo venía de cocinar donde trabajo, pero ya iba a mitad del camino, me faltaba como media hora de caminata para llegar a mi casa”, dijo Herminia Chavarría Altamirano, a quien el granizo la tomó por sorpresa por lo que tuvo que refugiarse en una casita con alero.

Los productores de la zona se encuentran deprimidos, pues las flores y plantas fueron mutiladas al igual que los techos de las casas más humildes de esa localidad.

Chavarría comentó que las malangas que cultiva su marido fueron las que más sufrieron, pues el hielo se empozó en ellas después de haber cortado sus hojas, y comparó el daño con una plaga de grillos.

“Aquí lo que corría no era agua, era hielo, yo no estaba aquí pero los muchachos me llamaron para avisarme que el hielo estaba destrozando todas las flores”, comentó el productor Carmen Navarrete, quien posee varias manzanas, incluyendo una de rosas, cuyos brotes terminaron picados y tirados en la tierra.

Además de perder la producción de flores, tendrá que invertir nuevamente para reconstruir los viveros donde alberga las gerberas, únicas que fueron parcialmente protegidas. “Yo calculaba que iban a salir 1,500 moños de plantas, que son 30,000 córdobas y toda la planta que tenía para mayo que eran más o menos para sacar 5,000 moños… la pérdida fue demasiada”, dijo Navarrete.

El productor explicó que gastará aproximadamente 20,000 córdobas en comprar madera y plástico para recubrir las gerberas, pues todos tienen hoyos pequeños que filtran el agua y pudrirán la planta.

Podría repetirse

El experto Baca confirmó que el granizo sucede en la mayoría de casos en las horas de más calor, es decir, entre las 3:00 y 6:00 de la tarde, y dijo que este podría repetirse en otro lugar del territorio nacional debido a las condiciones atmosféricas que predominan, anticiclón en una etapa de debilitamiento.

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La explicación de Baca concuerda con la brindada por los meteorólogos Moreira y William Montiel, quienes compartieron con LA PRENSA. Según los registros del Ineter, el granizo también ha caído en Managua, Chinandega, Madriz, Masaya, Jinotega y Matagalpa.

En el 2011, en Managua hubo un evento similar el 27 de abril posterior a una jornada de calor, según publicó LA PRENSA.

Boaco sufre por lluvias

Aproximadamente 32 viviendas fueron afectadas en la ciudad de Boaco debido a los fenómenos climáticos registrados.

Las afectaciones se reportaron en al menos cinco barrios.

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El dato preliminar especifica que son 93 casas afectadas, de estas 70 anegadas y 23 con desprendimiento del techo. Se reportan también 169 adultos, 281 niños y 13 ancianos afectados. El barrio con mayores estragos fue el Jorge Smith, donde 11 viviendas sufrieron daños en sus techos.

Asimismo, el preescolar de la zona perdió el zinc, el cual voló unos 25 metros y cayó sobre el cerco de otra casa. Un poste de energía eléctrica se desplomó en este sector y dejó sin electricidad a todo el barrio.

Otro de los lugares donde hubo daños fue en el barrio Tierra Blanca, ahí tres casas perdieron sus techos.

Debido a la topografía irregular de Boaco, las afectaciones de los techos se presentaron en los barrios altos, mientras que las anegaciones a causa de la fuerte lluvia se reportaron en los barrios más bajos de la ciudad.

La vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, expresó que de acuerdo con las comunicaciones con el Ineter, las lluvias tuvieron una duración entre 20 y 40 minutos.

“Hubo lluvias fuertes en una cantidad de municipios del norte de Nicaragua y temperaturas altas”, expresó Murillo.

En Nueva Segovia

Sin techo, sin clases y sin energía quedaron un poco más de 100 familias de Jalapa y El Jícaro después del tornado del martes.

El techo del Colegio Rubén Darío fue desprendido por los vientos, en la comarca de San Pedro, en el municipio El Jícaro, Nueva Segovia. LA PRENSA/C.VALLE

Don Óscar Noé Herrera, de la comunidad de San Pedro de Susucayan, en el municipio de El Jícaro, no supera el susto que le dio este fenómeno, que según sus palabras, nunca en su vida lo había vivido en carne propia.

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Pedazos de hielo se colaron por las tejas de su casa y los vientos movían hasta los árboles más grandes como hojas de papel: “Corrí con mi familia a refugiarme a la bodega, diez minutos lo más y todo alrededor era destrucción”, comentó Herrera, vecino de la pequeña escuela de San Pedro, cuyo techo fue desprendido por completo.

Unos 40 niños de primaria multigrado han tenido que suspender las clases en esa comunidad, al igual que los 116 niños de la Escuela Sagrado Corazón de María, de La Jumuyca, en El Jícaro y otros 30 de la escuelita de El Corozo, en el municipio de Jalapa.

La destrucción que dejó a su paso el tornado en la vegetación y los postes de tendido eléctrico, denota que tuvo una ruta que pudo haberse originado en comunidades de Ciudad Antigua, pasando por San Pedro, La Jumuyca, Las Brisas, Muyuca, El Natoso (en el municipio de El Jícaro), hasta llegar a las comunidades de Las Uvas y Las Mercedes, entre otras en Jalapa.

El recuento preliminar de las autoridades municipales describe daños totales y parciales en los techos de 91 viviendas en el municipio de Jalapa y otras 25 en El Jícaro, departamento de Nueva Segovia.

¿Invierno temprano?

La vicepresidenta Murillo expresó que las lluvias podrían ser características del inicio del período lluvioso o previo a este, el cual se calcula que entra en la segunda mitad de mayo.

Sin embargo, el agrometeorólogo Agustín Moreira explicó que dichos eventos no son característicos de la época lluviosa, y son “atípicos”, debido a que no son frecuentes en esas zonas del país, y mucho menos en la temporada en la que se registran.

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Moreira explicó que la época lluviosa que vive el país cada año procede de nubosidades que vienen desde las Antillas Menores hacia el centro de Nicaragua.

Cabe mencionar que estas irregularidades pueden estar influenciadas por efectos del cambio climático, que no solo afecta en el registro de lluvias, sino en el aumento progresivo de temperaturas en el país. Ineter

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(Colaboración Sara Ruiz y Melvin Rodríguez).

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