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La actriz Lucero Millán y el actor René Medina Chávez, protagonistas de la obra ¡Ay amor, ya no me quieras tanto!. LAPRENSA/Cortesía/Teatro Justo Rufino Garay

La actriz Lucero Millán y el actor René Medina Chávez, protagonistas de la obra ¡Ay amor, ya no me quieras tanto!. LAPRENSA/CORTESÍA

¡Ay amor, ya no me quieras tanto!, sigue triunfando en Latinoamérica

Sus personajes en escena —Josefina y Armenio— son seres carentes de afecto que viven su historia de amor, desamor, despedidas y descubrimientos; en este sentido la obra explora la memoria y el ser interior: relaciones con seres queridos, recuerdos, sueños y fantasmas

La magnífica obra teatral ¡Ay amor, ya no me quieras tanto!, de la actriz y dramaturga Lucero Millán, regresa a escena con cuatro nuevas presentaciones en la Sala de teatro Justo Rufino Garay.


Presentaciones: viernes 21, sábado 22, viernes 28 y sábado 29, todas a las 7:30 p.m.

Entrada 200 córdobas.


Esta magnífica historia de amores y desamores posteriormente será presentada en el teatro Poma del Salvador. Actúan, además de Millán, René Medina Chávez y será musicalizada por Norma Helena Gadea y Eduardo Araica.

Esta pieza teatral, recordó Medina Chávez, se ha presentado con éxitos en España, México, Panamá, Costa Rica, Honduras, Ecuador.

Esta obra ha sido divulgada por el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit). Y ha sido llevada a escena por otros directores de México, Guatemala, Perú y próximamente volverá a  Argentina.

Homenaje a los seres insignificantes

Sobre el argumento de ¡Ay amor, ya no me quieras tanto! Millán dice que su obra es un homenaje a esos seres insignificantes de la vida cotidiana que han aprendido a encontrar su propio camino a costa de golpes, soledades, dolor y  abandono.

Josefina y Armenio, dos seres carentes de afecto

Sus personajes en escena  —Josefina y Armenio— son seres carentes de afecto que viven su historia de amor, desamor, despedidas y descubrimientos; en este sentido la obra explora la memoria y el ser interior: relaciones con seres queridos, recuerdos, sueños y fantasmas.

En ella el recurso del viaje viene a ser parte de este juego lúdico y de su aventura humana: intenso drama presentado en veinte y dos escenas.

En la obra también se podrá escuchar el romántico bolero ¡Ay Amor, ya no me quieras tanto!.

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