De cara a una eventual instalación del fenómeno de El Niño, que provocaría sequía, en el segundo semestre del año, el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) recomienda preparar un programa de nutrición e inmunización adecuada para el ganado.
Y en el caso de la actividad agrícola aconseja tomar precauciones ante la posible presencia del pulgón amarillo en el sorgo y la proliferación de la roya y la broca en los cafetales. En los granos básicos teme que la irregular distribución de las precipitaciones propicie el desarrollo de plagas como cogollero y agriotes y en los pinares el rebrote del gorgojo descortezador y langosta voladora, detalló Oirsa a través de un comunicado.
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Para evitar estas afectaciones la organización aconseja a los productores de la región “ampliar las medidas de vigilancia epidemiológica de aquellas áreas de riesgo de las plagas en mención, desarrollar procesos adecuados de labranza y fertilización del suelo evitando el exceso de fertilizantes nitrogenados, aplicar tratamiento cuarentenario a toda la madera de coníferas que sea transportada durante la época de la zafra que provenga de zonas infectadas”.
En zonas lluviosas son los hongos y bacterias
Además, considera que para las regiones con alta precipitación los principales peligros están asociados con la presencia de enfermedades fungosas y bacterianas que afecten a las hortalizas, principalmente de Guatemala, Costa Rica y Panamá. “Principalmente tizones y pudriciones vasculares en papa, chile y tomate”, advierte el comunicado.
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Según Oirsa, también pueden presentarse afectaciones por mancha de asfalto en las plantaciones de maíz y se espera la presencia de antracnosis en las zonas cafetaleras, las que podrían también estar asociadas con roya en las áreas donde la precipitación no termine de acentuarse.
“En este contexto, se recomienda mejorar los procesos de drenaje agrícola en áreas susceptibles a anegamiento, aplicar prácticas adecuadas en términos de preparación y desinfección del suelo y fertilización, y mantener una vigilancia sanitaria en cultivos”, recomienda el organismo a los productores de la región.
1.6 millones de manzanas se sembraron durante el ciclo agrícola 2016-2017, según el Plan Nacional de Producción. De estas, 1.1 millones se destinaron a granos básicos, 441,800 a productos de exportación y el resto a hortalizas, raíces, musáceas, semillas, frutas y vegetales.
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