El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó al Gobierno la combinación de una dura receta para salvar el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que incluye medidas drásticas como aumentar la edad de jubilación, incrementar el aporte mensual de los trabajadores, así como elevar las semanas cotizadas mínimas para obtener una pensión.
Pero además, el FMI recortó las proyecciones de solvencia del Seguro Social, el que no podría hacer frente a los pagos de pensiones, por ejemplo, a partir de 2019, es decir dentro de casi año y medio.
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El año pasado en el marco de las consultas dentro del marco del Artículo IV, un examen económico anual al que deben someterse los países socios de este organismo, el FMI estimó que el INSS sería solvente hasta el 2024, pero en la revisión de este año, que concluyó ayer, recortó su previsión al 2019.
Sostenibilidad
“El incremento en los déficits del INSS podría reflejarse en un aumento de la deuda pública en el largo plazo, lo que amenazaría su sostenibilidad”, dijo el FMI en un comunicado publicado desde Washington.
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En un encuentro que sostuvo la misión del FMI con el presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega; el jefe de la delegación, Fernando Delgado, explicó que ante la insolvencia en la que caería el INSS en 2019 —si no se hacen reformas para sanear sus finanzas— el Ministerio de Hacienda tendría que asumir esa obligación con los pensionados.
Del Seguro Social hasta el año pasado dependían 215,124 pensionados, incluidos los de víctimas de guerra, así como 857,219 cotizantes, para un total de 1,072,343 nicaragüenses.
Pensionados y contribuyentes
El aumento exorbitante de los gastos administrativos y la caída de los ingresos provenientes de inversiones han deteriorado aún más las finanzas del Seguro Social, el que también está sometido a presión por aumento en la demanda de sus servicios por parte de pensionados y contribuyentes. En 2013 se aplicó una reforma paramétrica que busca extender su solvencia hasta 2031.
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En su cuarto año consecutivo, el Seguro Social cerró el año pasado con un déficit que superó los 1,500 millones de córdobas y arrancó este año con un aumento acelerado en su necesidad de financiamiento, lo que indicaría que el instituto se encaminaría a su quinto año de crisis.
Ante esta situación el Fondo Monetario, que calificó como “prioridad clave” sanear las finanzas de este instituto, dijo que esto se podría lograr mediante una combinación de las siguientes medidas:
1. Recortar y racionalizar los gastos operativos y de salud del INSS.2. Aumentar la edad de jubilación. Actualmente se requiere 60 años para el retiro y obtener una pensión de vejez.
Aunque en su comunicado el FMI no menciona cuál debería ser el aumento, en 2010 el presidente ejecutivo del INSS, Roberto López, habló de incrementar la edad de jubilación a 65 años.
3. Incrementar el período de cotización mínimo.
Actualmente se requieren 750 semanas cotizadas, es decir, un poco más de 14 años de trabajo, para obtener la pensión mínima. El FMI tampoco señala cuál debería ser ese aumento, pero López sugirió ese año duplicar el número de semanas, es decir, a 1,500 cotizaciones, equivalentes a casi 30 años de vida laboral formal.
4. Aumentar la cotización patronal y laboral.
Al respecto, las empresas han reiterado que no van aportar más a las finanzas del Seguro Social por que la reforma paramétrica que se hizo en 2013 se aumentó de 16 a 19 por ciento su contribución, la que se aplicó de manera gradual.
En el caso de la contribución de los trabajadores, López también en su momento cifró este aumento a 15 por ciento. Actualmente esta tasa es de 6.25 por ciento.
5. Revisión del mecanismo de ajuste de las pensiones. En la reforma paramétrica de 2013 ya se hizo ajuste a la fórmula, la que ahora crece a menor ritmo cada año.
6. Reducción de las prestaciones otorgadas. Al respecto el FMI no da detalles de qué tipo de prestaciones.
7. Y finalmente el FMI sugiere que el Gobierno asuma gastos como por ejemplo, las pensiones reducidas y especiales (pensiones de víctimas de guerra), las que se otorgan en el caso de las primeras a personas que han cotizado menos de 750 semanas por ley.
“Es importante que el Gobierno, los sindicatos y el sector privado alcancen una solución satisfactoria para todas las partes de forma prioritaria, pues todo retraso en las reformas empeorará la situación y aumentará los costos”, advirtió el organismo en su misiva.
El plazo
Ortega en la reunión que sostuvo con la delegación del FMI el pasado jueves, admitió la crisis del INSS y dijo que cuando se hizo la reforma en 2013 estaban “claros que esa no era la solución de largo plazo, sino un primer paso”.
“Se espera que el déficit del INSS continúe aumentando hasta llegar al 0.43 por ciento del PIB en 2017”, según el FMI. Con ello, serían cinco años seguidos de crisis.
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Otras amenazas
En el comunicado de culminación de visita en Managua, el FMI también advirtió al Gobierno que de aprobarse la Nica Act se encarecerán los costos de financiamiento al país.
Además, señala que la situación del INSS más la reducción de la cooperación de Venezuela, aumentarán la necesidad de financiamiento, por lo que sugirió impulsar ajustes que propicien un ahorro público equivalente al 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto. Ese se originaría de un aumento en las recaudaciones y eficiencia en el gasto público.
El FMI dijo que otras de las amenazas externas son posibles cambios en la política migratoria y comercial de Estados Unidos, principal socio comercial de Nicaragua.
