Las lluvias que socavaron parte de uno de los dos cauces que pasan cerca de la construcción del nuevo Estadio de Beisbol dejaron en evidencia la falta de estudios de drenaje pluvial previos a la edificación de la obra, sostuvo Edmundo Zúñiga, expresidente de la Asociación Nicaragüense de Ingenieros y Arquitectos (ANIA).
Zúñiga aseguró que para la construcción de una obra de esa magnitud lo primero a tomar en cuenta es el drenaje pluvial y el impacto del proyecto en sus alrededores.
“Lo que pasa es que aquí vivimos improvisando. Parece que no estudiaron bien la obra porque con la primera lluvia que cayó causó esos problemas. Nos preocupa qué pasará cuando caiga una lluvia extraordinaria, que caen unas tres en cada invierno. Eso demuestra que no estamos preparados”, aseguró el ingeniero.
El pasado 27 de abril, el secretario general de la Alcaldía de Managua informó que se estaba revistiendo y tapando uno de los dos cauces que pasan cerca del estadio y que descargan las escorrentías en la micropresa Los Gauchos. Además, dijo Moreno, se triplicaba su capacidad de volúmenes de agua pluvial.
Según Moreno, las obras de drenaje incluyen la construcción de un túnel de 6 metros de ancho por 2.7 metros de alto, cuya longitud es de 260 metros y el costo de 16.2 millones de córdobas. La segunda obra es otro cauce tapado, con 3.5 metros de ancho por 1.5 metros de altura, siendo su inversión de 5.3 millones de córdobas.
La tercera es la construcción de una caja rectangular de diferentes dimensiones, de 101 metros lineales y con una inversión de 3.5 millones de córdobas.
“No va a funcionar”
Jaime Matus, miembro de ANIA, afirma que la organización a la que pertenece advirtió sobre la ubicación del estadio por dos razones: muchas fallas sísmicas en la zona de la obra y la micropresa Los Gauchos, que siempre se rebalsa con los aguaceros.
“Los túneles que están haciendo no van a funcionar. Lo que están haciendo es parecido a una caja de cartón sin la tapa de arriba que queda en forma de T invertida. Esas obras ya se habían hecho anteriormente pero parece ser que necesita más estudios”, dijo Matus.
A su juicio, el drenaje pluvial de Managua está obsoleto y ya dio su vida útil. “Desafortunadamente no hay obra adicional que se haga. Lo que hacen las autoridades de turno y los diferentes gobiernos municipales es tratar de hacer mantenimiento y hacerlo remediable”.
Según Matus, estas soluciones son paliativas porque el verdadero problema va a seguir incrementando con el crecimiento de las urbanizaciones en la Cuenca Sur de Managua. “Esos suelos son forestales, debería servir para absorber las agua y hacer recargas o acuíferos”, señala.
Riesgos
Jaime Matus, miembro de ANIA, aseguró que las urbanizaciones de la Cuenca Sur de Managua por un lado afectan a la ciudad y por otro lado se consumen el agua subterránea, que se pierde porque no se absorbe y se va por la superficie. “El agua se pierde porque las urbanizaciones no tienen la superficie adecuada para infiltrarla”.
El experto dijo que los puntos de riesgo están plenamente identificados por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) y la Alcaldía, pero no hay una verdadera aplicación. “De repente vos ves construyendo proyectos donde no deben de hacerse. ¿Quién los autoriza?”.
14 obras de drenaje están incorporadas al presupuesto de 32 millones de córdobas, que forman parte de las acciones complementarias para la construcción del nuevo Estadio Nacional de Beisbol Denis Martínez.
