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El aguacero del pasado 4 de mayo causó estragos en la capital. Una de las zonas afectadas es donde se construye el nuevo Estadio Nacional de Beisbol. LA PRENSA / EFE

El aguacero del pasado 4 de mayo causó estragos en la capital. Una de las zonas afectadas es donde se construye el nuevo Estadio Nacional de Beisbol. LA PRENSA / EFE

Las 5 razones por las que Managua se inunda

Urbanizaciones en la Subcuenca Sur III de Managua, el desorden urbano, la basura y el drenaje pluvial obsoleto son algunas de las razones.

Los expertos coinciden en que hay al menos cinco razones por las que la ciudad de Managua se inunda cada vez que llueve. La primera de ellas es el despale para la construcción de urbanizaciones en la Subcuenca Sur III de Managua. Le siguen la basura, el desorden urbano, el drenaje pluvial obsoleto y la posición geográfica de la capital.

Para Ruth Selma Herrera, expresidenta de Enacal, la urbanización de la Subcuenca Sur III de Managua es el principal de los
problemas que causan las inundaciones.

Los suelos de la subcuenca son tierras de uso forestal, porque ahí se encuentra la reserva estratégica de agua de Managua. Debería haber árboles y plantas, pero en la capital se ha hecho lo contrario. “Pusimos pavimento y pusimos techos. Los poros de la tierra se fueron cerrando y esa agua no tiene dónde infiltrarse y absorberse”, manifiesta Herrera.

Las alcaldías de Managua y Nindirí, principalmente, dieron permiso para que se construyeran urbanizaciones en las áreas de la subcuenca. Sin embargo —explica la experta— no exigieron a las empresas construir los proyectos necesarios, como reservas de agua, para que el líquido se almacenara, se infiltrara, y en caso de derramarse durante las lluvias las consecuencias fueran menos drásticas.

Además, estos proyectos de infiltración de agua, señala Herrera, ayudarían también a recargar el acuífero subterráneo para que los pozos puedan seguir dando agua suficiente durante los próximos diez años.

Cuando llueve, el agua en lugar de encontrar árboles que reduzcan la velocidad y permitan que se infiltre en la tierra, encuentra techos y cemento, así que debe correr superficialmente por las calles.

Y ese no es el único problema. La Subcuenca Sur III comienza en la parte baja de La Concepción, sigue por Nindirí, Ticuantepe, Esquipulas, Veracruz y Sabana Grande, dirigida en una línea recta hasta terminar en el lago de Managua. Entonces, desde la parte baja de La Concepción hasta el Xolotlán hay una diferencia de más de quinientos metros en el nivel de la superficie. Esa diferencia de altura crea una pendiente que hace que las aguas tomen una gran velocidad.

Una peligrosa pendiente, y nada que detenga el agua, crean el problema. “Estas aguas encuentran una pendiente grande, pavimento, cauces, tierra. No encuentran árboles, no encuentran obras, no encuentran reductores de velocidad, no encuentran zanjas, vienen
con una velocidad increíble, con volúmenes agresivos que destruyen barrios”, concluye Herrera.

Ubicación geográfica y topografía

La capital está ubicada bastante abajo con respecto a Las Sierras de Managua, por eso cada vez que llueve la atraviesan todas las aguas que bajan de ahí. Ha sido así históricamente. El caso más trágico que se recuerda es el aluvión de 1876. Después de una lluvia torrencial, un aluvión bajó desde Las Sierras hasta el lago Xolotlán y arrastró casi todo lo que encontró en su camino.
“Arrasó con todo. Dicen que en las corrientes se veían cadáveres, vacas, muebles”, expresa el ingeniero Walter Gómez, consultor en temas de estructura.

La posición geográfica de Managua no ha cambiado desde entonces. Más bien, con la capital más poblada y Las Sierras más despaladas, un nuevo aluvión podría ser “el Casita multiplicado por mil”, dijo en 2014 a la revista Magazine el exalcalde de Managua Dionisio Marenco.

Para el ingeniero Walter Gómez, a pesar del peligro de las fallas sísmicas y de las inundaciones, Managua es habitable. “Lo principal es saber convivir con los problemas, no dejándolos a un lado”, dice Gómez.

El desorden urbano es uno de esos problemas. Determinar los puntos críticos de Managua y darles solución se complica porque cada vez nacen nuevos barrios. “Eso dificulta encontrar bien los puntos críticos, o mañana son diferentes de los que se tienen ahora, por el desorden”, dice.

Basura

En febrero de 2017, el ambientalista Jaime Íncer Barquero bautizó a Managua como “la capital latinoamericana de la basura” y aseguró que las causas son: el aumento de la población y la falta de cultura ambiental, más la ausencia de una acción preventiva.
Según la Red de Emprendedores Nicaragüenses del Reciclaje (Rednica), cada día, los capitalinos producen 1,600 toneladas de desechos sólidos. Además, especifican que una sola persona es responsable de 1.5 a 1.7 kilogramos de basura.

Aunque la expresidenta de Enacal, Ruth Selma Herrera, asegura que la basura no es el principal problema, explica que es un agravante importante cuando llueve. “En el camino, las corrientes de agua se llevan lo que encuentran, incluyendo la basura. Si en los cauces no tuviéramos basura, si en los predios no hubiera basura, si en las calles no hubiese basura no se agravaría tanto el problema. Las inundaciones se dan con o sin basura, pero se agravan con los volúmenes absurdos de basura, de ramas, de animales que se encuentran”, sostiene.

Drenajes y cauces

La basura agrava  el problema de las corrientes que bajan de Las Sierras de Managua y el del drenaje pluvial obsoleto. LA PRENSA/ ARCHIVO
La basura agrava el problema de las corrientes que bajan de Las Sierras de Managua y el del drenaje pluvial obsoleto. LA PRENSA/ ARCHIVO

El sistema de drenaje de aguas pluviales de Managua está colapsado. Ruth Selma Herrera asegura que el sistema recibió su primer golpe en el terremoto de 1972. Las infraestructuras se llenaron de tierra, algunas se destruyeron y se dejaron en abandono. “Nuevamente el despale y el arrastre de tierras y el arrastre de sedimentos vino a llenar de tierra los miles de kilómetros de alcantarillado y cada año el mantenimiento se hizo menos efectivo. Ahora todo el alcantarillado está totalmente saturado”, afirma.
Además, explica que la gente ha utilizado las alcantarillas pluviales y los manjoles para llenarlos de basura; por eso el mantenimiento debe ser riguroso y exigente.

En 2015, Fidel Moreno, secretario general de la comuna capitalina, advirtió que los sistemas de drenaje de Managua solo toleran “entre cincuenta y sesenta milímetros de agua”, lo que provoca que colapsen cuando la cantidad de agua es mayor.

Por otro lado, Herrera explica que los cauces fueron construidos hace más de cincuenta años; por lo tanto responden a los niveles de lluvia, viviendas y habitantes que había hace cincuenta años. “Pero Managua ha crecido para donde ha querido, los volúmenes de agua y los árboles que se botaron hacen que los cauces no tengan capacidad hidráulica para conducir toda esa agua”, concluye la expresidenta de Enacal.

 


INVIERNO 2017

La estación lluviosa de 2017 en Managua será recibida con cinco puntos vulnerables más que el año pasado, con un total de setenta. El secretario de la municipalidad, Fidel Moreno, informó que la Alcaldía visita varios de estos sitios críticos para evaluar el nivel de riesgo de las familias. En los últimos años los puntos críticos han disminuido; sin embargo ha sido tarea difícil porque la mayoría de las personas se niega a abandonar sus hogares para ser reubicadas.

También, la Alcaldía tiene como meta desarrollar 121 obras de drenaje en la ciudad, las cuales aparecen presupuestadas en el Plan de Inversión Anual (PIA) y suman 208 millones de córdobas. Fidel Moreno aseguró en días anteriores que ya se ha avanzado en el cincuenta por ciento de los proyectos.


 

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