De nada les sirve el abastecimiento constante de agua domiciliar a los pobladores de unas tres comunidades del municipio de Boaco, puesto que el líquido que llega hasta sus hogares es tomado directamente del río Luna, sin recibir algún tratamiento que lo haga apto para el consumo.
Según Evelio Castillo, del Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS), el agua llega regularmente a las más de 200 familias de las comarcas La Florida, San Juan 1 y San Juan 2, pero el problema radica en que no recibe tratamiento alguno y la cuenca del río es transitada por mucho ganado.
“El agua está directa del río, es decir, (viene) cruda hasta las casas, nosotros no tenemos algún filtro ni nada para purificar esa agua (…) tenemos más de un año con ese problema, desde que Enacal cortó el acceso a un tubo madre, el cual estaba conectado a una pila que sí tenía esos filtros”, relató Castillo.
Según los pobladores, dicha pila fue construida con ayuda de una ONG, como parte de un miniacueducto, que a través de la gravedad abastecería de agua potable a las tres comarcas. Esta obra fue conectada a un tubo madre de Enacal, ubicado unos 600 metros más arriba, el cual recolecta agua del río Luna.
Castillo desconoce por qué Enacal les cortó dicha conexión, la cual abastecía la pila y esta a su vez a los pobladores. “Cuando Enacal corta ese derecho al agua, nosotros buscamos otro lugar para traer agua a las comunidades, pero tuvo que ser de una parte más baja, donde ya no se pasa por la pila”, agregó.
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Deben ingeniárselas
Jalar agua de pozos, clorar empíricamente el agua o bebérsela a como la obtienen son las opciones que mencionaron algunos pobladores de la zona, al ser consultados sobre cómo logran suplir la carencia de agua adecuada para el consumo.
Castillo mencionó que se realizó un estudio al agua que llega a los hogares y según los resultados contiene residuos de heces fecales de ganado, por lo que no es apta para consumo.
El problema de estas comunidades fue expuesto en la última sesión del Concejo Municipal, donde se encargó a una comisión visitar la zona, para constatar la situación e identificar si la salida más viable es construir pozos en dichas comarcas o una nueva pila.
LA PRENSA buscó la versión de la delegada de Enacal, Iveth Artola, pero en recepción dijeron que no se encontraba.
Crisis en Chichigalpa
Con baldes, bidones y garrafones los chichigalpinos se han abastecido de agua que obtienen en grifos de empresas que poseen bombas y tanques, en los pozos de vecindarios y las cisternas que ha dispuesto la municipalidad junto con Enacal.
Desde la tarde del domingo se reporta el corte producto, según los pobladores, de un cortocircuito que dañó el transformador del pozo y la bomba. Enacal no se ha pronunciado al respecto.
Un trabajador de Enacal comentó que el transformador de la bomba ya estaba reparado pero que había dificultades en la instalación de la tubería.
Jairo José Tijerino, quien se abastecía con un bidón, dijo que hasta ayer la cisterna recorrió las calles y les abasteció un tonel o barril plástico.
Sandra Meléndez, junto a su familia del barrio Mercedes, no tienen agua desde el sábado y la ha conseguido en el vecindario, en un supermercado, en una discoteca de la ciudad y ayer de la cisterna.
“Esto es injusto porque los recibos también salen alterados”, dijo Meléndez.
Rosa Dalia Tercero, originaria del barrio Marvin Salazar, refirió que han consumido agua de los pozos en las fincas vecinas.
En Chichigalpa se moderniza la red del agua potable a través de un proyecto de construcción de pozos en la comarca El Pellizco, pero por ahora más de cinco mil habitantes del casco urbano experimentan la falta del agua.
El proyecto de agua costará 6 millones de dólares, plantea construir tres pozos en la comarca El Pellizco, tanques y sistema de bombeo para asegurar agua limpia y segura a través de 20 kilómetros de nuevas tuberías en la ciudad de Chichigalpa.