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México, asesinato

Miriam Rodríguez se convirtió en defensora de derechos humanos después de que sufriera la pérdida de una hija en el 2012, cuando fue secuestrada y finalmente asesinada por integrantes los Zetas. LA PRENSA/AFP

Asesinan a tiros a defensora de derechos humanos en México

La activista Miriam Rodríguez, dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas desde el secuestro y muerte de su hija en 2012, fue asesinada en el estado de Tamaulipas.

Una activista mexicana dedicada a la búsqueda de personas desaparecidas desde el secuestro y muerte de su hija en 2012, fue asesinada en el estado de Tamaulipas, en el noreste del país, informaron este jueves autoridades locales y organizaciones civiles.

El crimen de Miriam Rodríguez Martínez, representante de más de 600 familias víctimas de la violencia, ocurrió la noche del miércoles en el municipio de San Fernando, a unos 150 km de la frontera con Estados Unidos, cuando un grupo de hombres armados la atacó a tiros, dijo en un comunicado la Comunidad Ciudadana de Búsqueda de Desaparecidos de Tamaulipas a la cual pertenecía.

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La activista recibió al menos 12 disparos y murió en el trayecto al hospital de la localidad, precisó la organización.

El homicidio fue confirmado por el procurador estatal (fiscal) de Tamaulipas, Irving Barrios, quien agregó, en una rueda de prensa, que aún se investigan las circunstancias y autores del crimen.

Pronunciamientos

“El asesinato de una activista que lideraba la búsqueda de su hija y de miles más en Tamaulipas, México expone el peligro al que se enfrentan a diario quienes buscan a las más de 30,000 personas desaparecidas en el país”, dijo por su lado Amnistía Internacional (AI) en un comunicado. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Secretaría de Gobernación también condenaron el asesinato.

La autónoma Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) expresó, por su parte, su “indignación” por el homicidio y denunció que las autoridades incumplen su deber de proveer seguridad pública para prevenir “las posibles violaciones a los derechos fundamentales de quienes se desempeñan como defensoras y defensores” y que están en situación de riesgo.

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Tras dos años de búsqueda, Rodríguez encontró a su hija en una fosa clandestina de San Fernando y meses después indicó a las autoridades quiénes eran los culpables del asesinato, destacó la Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos.

La fiscalía estatal descartó versiones que vinculan el asesinato de Rodríguez con una fuga de reos de un penal estatal a finales de marzo, entre los cuales se encontraría el asesino de su hija.

El fiscal Barrios precisó que Rodríguez había solicitado protección de la CNDH pero no de la procuraduría estatal. Detalló que la activista contaba con vigilancia de tres rondas diarias.

Defensora de derechos humanos

Rodríguez  se convirtió en defensora de derechos humanos después de que sufriera la pérdida de una hija en el 2012, cuando fue secuestrada y finalmente asesinada por integrantes los Zetas, un cártel de las drogas que controlaba San Fernando en esa época.

Uno de los secuestradores, Enrique Yoel Rubio Flores, fue detenido meses después y recluido en el penal de Ciudad Victoria, pero en marzo pasado escapó junto con 29 reos que se fugaron por un túnel.

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Un grupo de esa organización intentó secuestrar al esposo de la activista, pero ella lo impidió al perseguir en su auto a los delincuentes y alertar al mismo tiempo al Ejército, quienes logró detener a los sujetos.

En los últimos meses la víctima representó a las víctimas de la violencia que ha asolado San Fernando desde marzo de 2010, cuando fueron masacrados 72 migrantes. Desde esa fecha más dos mil personas han sido asesinadas, 392 de ellas localizadas en fosas de la zona conocida como El Arenal.

Actualmente el poblado, donde habitan más de 70,000 ciudadanos, tiene un padrón de unos mil niños que quedaron huérfanos debido a que sus padres desaparecieron o fueron asesinados.

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