Bajo engaños o no hay un par de certezas en el caso de los boxeadores nicaragüenses que se van a España en busca de oportunidades: que son explotados y que no tiene ninguna protección legal de su lado.
El miércoles se hizo pública una operación policial en la que se liberó a 19 púgiles nicaragüenses, quienes vivían en condiciones deplorables en Terrassa, Barcelona, España, y eran obligados a pelear constantemente, pero el mismo día se informó que este caso había sido archivado por petición de la fiscalía por falta de indicios delictivos.
Así es el panorama: los boxeadores nicas sí pelean con demasiada frecuencia, hasta dos peleas por mes, lo hacen en divisiones que no son las apropiadas para ellos, viven en malas condiciones, pero hasta el momento la justicia española no ha encontrado nada ilegal en esta práctica.
Según el periodista español especializado en boxeo, Julius Juliani, es el promotor José García el que se encargaba de contratar y colocar en carteleras en toda Europa a los nicas, pero hay otras personas involucradas en este negocio.
“Había unos que manejaban un montón de boxeadores nicaragüenses y habían ido a juicio hace algo menos de un año y les habían absuelto”, dijo Juliani.
En España hasta febrero de este año fue institucionalizada la Comisión de Boxeo Profesional de España (CBPE), que está dando los pasos para crear una regulación de las prácticas del pugilismo en este país, pero hasta el momento legalmente esta no existe.
Por lo tanto, aunque estos muchachos peleen constantemente y sin las medidas necesarias para asegurar su integridad física, no hay una ilegalidad o irregularidad para la legislatura española.
“La mayoría de estos boxeadores ya tienen récords perdedores en el país y por eso no son contratados más, entonces se van”, explicó el promotor nicaragüense Marcelo Sánchez.
Por su parte, el exboxeador y ahora promotor Rosendo Álvarez, criticó este caso y dijo que el responsable de llevar a estos jóvenes a España debería estar tras las rejas.
“Es muy indignante, me causa mucha rabia, me molesta. Me siento indignado que haya boxeadores que se hayan prestado para sacarle provecho a las necesidades de otros boxeadores y llevárselos con engaños a las manos de gente inescrupulosas”, comentó Álvarez.
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¿No hay ilegalidad?
Según el reporte policial desvelado, los boxeadores ingresaban al país de forma irregular o utilizando documentos falsos, aunque al final la fiscalía no encontró una violación migratoria válida para poner en marcha un proceso judicial en este caso.
Juan Alberto Molinares, presidente de la Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional explicó que desde el punto boxístico estos púgiles pelean de forma irregular en España, porque no tiene el permiso de la comisión local.
“Desde el aspecto migratorio ellos entran a España porque hay una invitación de una promotora y por las bondades migratorias de España. Además, ellos se pueden mover sin mayores restricciones por toda Europa”, comentó Molinares.
Molinares dijo que ellos cumplen los estatutos de su organización y castigan a los boxeadores que pelean en otras naciones sin permiso, pero siendo estos adultos no hay forma de impedirles que se “aventuren” a boxear en Europa.