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Leonel Argüello Ramírez

Teletón, causa que une a los nicaragüenses

Fuera del país he tenido conocimiento de un doloroso suceso que peligra en destruir una obra en la que durante 17 años se ha invertido esfuerzos, recursos y sobre todo amor por la niñez y juventud con discapacidad de Nicaragua, para darle una mejor calidad de vida, así como para defender sus derechos por la inclusión social y laboral. Como último recurso ante el hecho de que una de las tres partes ha presentado su decisión de separarse de la Fundación Teletón de Nicaragua (Funte), me siento con la obligación moral, personal y sobre todo por el amor a la causa de la niñez con discapacidad, de pedir a las partes involucradas que hagan sus mejores esfuerzos por llegar a un arreglo, porque ese divorcio solo causaría un perdedor: los niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad de nuestra patria.

En líneas posteriores relataré los puntos más importantes de lo que ha sido el origen, crecimiento y desarrollo de esa maravillosa obra de amor que es la organización de Funte. Esta se organizó en un momento en que la niñez de Nicaragua se encontraba totalmente abandonada y gracias a la gestión de tres grupos: la Asociación Los Pipitos, pionera en sacar a luz el problema de la discapacidad de la niñez; el Club 20-30 Managua, organización de jóvenes que entre sus propósitos está ayudar a la rehabilitación de la niñez con discapacidad y que son los dueños de la marca Teletón, y miembros de la sociedad civil, entre los que nos encontrábamos doña Lucía Salvo y el suscrito, como actores del sector privado que estaban convencidos de la necesidad de unir esfuerzos para trabajar por la rehabilitación de la niñez y juventud con discapacidad de Nicaragua. Esta fusión de voluntades dio origen a la obra que se ha venido realizando por 17 años ininterrumpidos con el respaldo de la empresa privada, colaboradores de las mismas, organizaciones civiles y el pueblo nicaragüense.

Para mi tristeza y como partícipe que fui de su origen, desearía que todas las partes con humildad y tolerancia mejoren las reglas del juego en las que deben prevalecer la transparencia, las buenas prácticas administrativas y el derecho. Por ello quiero pedirles a las partes involucradas que no escatimen esfuerzos en lograr un acuerdo que evite llevar al fracaso esta obra de la Fundación Teletón que es sobre todo del pueblo nicaragüense representado en sus diversos estamentos: trabajadores, trabajadoras, empresa privada y población en general. Pido a Dios que la cordura impere y no desamparemos a nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad.

Los Teletones y la construcción de centros.

En el año 2001 se inició el evento Teletón que despertó el interés de nuestros compatriotas, logrando diseminar el conocimiento del problema de la discapacidad infantil que estaba descuidada en Nicaragua. Con los primeros fondos colectados se compraron terrenos en Rivas y Managua para construir dos Centros de Estimulación Temprana, en los que se levantaron dos edificios pequeños donde se comenzaron a brindar las atenciones de rehabilitación.

El propietario de estos centros en Rivas y Managua es Funte, por acuerdo asumido por todos los miembros de su Junta Directiva en la que estaban representados los fundadores de la Fundación y Los Pipitos.

Posteriormente se construyó el Instituto Médico Pedagógico Los Pipitos en terrenos de esta organización asociada, constituyéndose una sociedad con Funte donde convinieron en usarlo como centro de rehabilitación.

Campañas posteriores de los Teletones permitieron construir los Centros Regionales de Chinandega, Ocotal y Juigalpa, el primero en terreno comprado por Funte y los otros dos en terrenos donados por las alcaldías. Todo ello con el conocimiento de los asociados de Funte.

Sobre las colectas anuales de Teletón.

Es justo aclarar que las colectas anuales requieren de fuertes gastos para la realización del evento que es el momento en que se hace visible la necesidad de unión del país para lograr los fondos necesarios para la rehabilitación. Esto no es un invento nuestro, pues Teletones se celebran en buena parte de Latinoamérica y en países europeos como Francia e Italia. La realidad es que el costo de organización del evento implica fuertes gastos, siendo de las más importantes las donaciones en servicios que cuantifican las empresas donantes, pero hay gastos que es necesario pagar y la única fuente que se tiene es la colecta anual. Sin el evento no se lograría el éxito de la colecta.

Inicialmente lo recaudado fue producto de la labor individual de cada uno de los directivos de Funte, pero hubo un momento en que las necesidades operativas de los centros exigían mayores recursos que los que se captaban, lo que obligó a tener una pequeña operación administrativa, gracias a la cual se pudo llegar a captar un millón de dólares. Este es el tipo de organización que tienen los Teletones latinoamericanos, con la diferencia de que países con mayores recursos que los nuestros financian el evento con promociones comerciales, a lo que nosotros no tenemos alcance.

Es para mí un honor el haber compartido responsabilidades con los actuales directivos de Funte, quienes con una entrega digna de agradecimiento, dedican centenares de horas de trabajo por la causa de la discapacidad.

El autor fue presidente de Teletón.

COMENTARIOS

  1. José Estrada
    Hace 7 años

    No se entiende por qué la Fundación Teletón debe ser dueña de los inmuebles que le permiten a Los Pipitos hacer la excelente labor que hacen.
    Esto es muy sencillo: si alguien sale a buscar fondos en favor de los niños de la calle, por ejemplo, los donantes hacen sus aportes por los niños, no por lo agraciado del que funge como intermediario. En consecuencia, este beneficio sería únicamente de los niños de la calle. Esos inmuebles ya cumplen una función social y si son entregados a Teletón ¿que harían con ellos?

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