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Christian Munguía

Managua, Nicaragua 12 de Mayo del 2017. Monumento en memoria al comisionado general Christian Munguía amigos y familiares enfloraron el monumento a un año más de su muerte. FOTO/LA PRENSA/CARLOS VALLE.

Hace 15 años mataron al comisionado Christian Munguía

Al cumplir 15 años del crimen del que fue víctima el inspector general de la Policía Nacional, Christian Munguía, su hermana Martha Munguía considera que su muerte no fue del todo esclarecida.

Al amanecer del 13 de mayo del 2002, hace quince años, sonaron tres disparos en la intersección de los semáforos del Barrio Riguero. Las balas iban dirigidas al conductor de un vehículo placas 202-976. La víctima herida mortalmente era Christian Munguía, en ese entonces comisionado general de la Policía, que fungía como Inspector General de esa institución, quien momentos después se rindió a la muerte en el Hospital Militar adonde fue conducido.

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Doce días después, tras una larga lista de investigados, el entonces Juez Séptimo de Distrito del Crimen de Managua, Sabino Hernández, declaró culpables a dos personas uno por considerarlo el autor material de haber accionado el arma de fuego, marca Makarov, calibre  9 milímetros y a un segundo por considerarlo encubridor.

Martha Munguía, hermana de la víctima considera que fue un proceso demasiado rápido y desde ese día hasta esa fecha ha insistido en que en el crimen de su hermano hubo autores intelectuales que no fueron investigados, por tanto el caso, a su criterio, “quedó en impunidad”.

“Se fue para siempre”

En 2006 Martha Munguía escribió su testimonio al respecto. En el escrito ella revela muchas interioridades de lo que había conocido su hermano entre las cuales está que dos días antes del crimen, Christian le contó que el ministro de Gobernación de la época, lo había puesto al frente de una comisión especial que investigaría la venta de armas a Panamá, un caso muy sonado en Nicaragua.

El lunes que sería ese 13 de mayo, se haría público la formación de esa comisión investigadora. Cuando su hermano se lo comentó Martha señala, “persignate, le dije y él asintió con la cabeza , me besó y se fue para siempre”.

Otro de los comentarios que saca a relucir Martha que le había transmitido su hermano en las pláticas que sostenían ambos fue de que alguien “muy próximo a él” había accedido a su cuenta de correo electrónico confidencial para el cual debió acceder a un programa especial que era totalmente restringido.

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Así como que cuando Christian fungió como jefe de tránsito descubrió una red de tráfico ilegal de vehículos en el que estaba involucrado un miembro de la Policía.

Martha dice que su demanda de justicia hace 15 años sigue vigente. Ella cree que los autores intelectuales nunca fueron investigados y piensa que el crimen fue el inicio a la carrera hacia la corrupción de la Policía.

Martha Munguía considera que “no se esclarecieron los hechos” y desde el mismo momento “en que fue herido todo estuvo viciado y no hubo transparencia de lo que sucedió” y muchas otras cosas que les lleva a pensar que hubo anomalías intencionadas en ese proceso.

“Los hechos reales probablemente los estaban ocultando porque los autores intelectuales nunca aparecieron y la investigación fue tan veloz que en las 24 horas encontraron a los supuestos culpables de los disparos pero el proceso se terminó rápidamente y en un par de meses estaba todo resuelto el juicio, sin desarrollar una investigación exhaustiva, pese al cargo tan importante en la Policía”, cuestiona Martha Munguía.

Y critica que entre las anomalías estuvo que hicieran desaparecer algunas evidencias, como la camisa que llevaba puesta su hermano cuando le dispararon, el que movieran el vehículo aunque fuese bajo el alegato de “un gesto humanitario”, que el reloj, la cadena y el celular de la víctima nunca estuvieron bajo protección de la Policía, “anduvieron en distintas manos y después volvieron al juzgado y el juez los tomó como evidencias”, violentando de esa manera la cadena de la custodia y que desde ese momento la ha llevado a preguntar: “¿Quién tenía el interés de silenciarlo? ¿Quiénes se beneficiaban con su muerte?”.

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