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Sandino

Salida del túnel que conecta a la mina San Albino con el beneficio de Charles Butters. El orificio está cerca de donde están las ruinas de hierro del molino. LA PRENSA/CARLOS VALLE

La mina donde Sandino se volvió guerrillero

La vieja mina de donde Sandino salió con 29 hombres a la guerra está a punto de reanudar su explotación, después de casi un siglo de abandono

El primero de agosto de 1927, el mayor Oliver Floyd llegó a San Albino, El Jícaro, con una tropa de marines con la orden expresa de desarmar al general Augusto C. Sandino, quien junto con algunos hombres se habían tomado desde el 30 de junio de ese año la empresa propiedad de un norteamericano, Charles Butters. Cuando Floyd llegó ya Sandino se había retirado.

En esa ocasión Sandino se llevó, según reportes periodísticos de la época, una cantidad de oro puro valorada en ese momento en cinco mil dólares. En este botín se encontraban varias monedas que Sandino mandó a acuñar en los primeros días de julio de ese año 1927, poco después de amenazar de muerte a Butters y expulsarlo del lugar junto a otros extranjeros.

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Desde entonces, la mina San Albino no volvió a ser explotada. Entre 1927 y 1979, poco antes del triunfo de la revolución sandinista, la mina siempre estuvo custodiada por miembros de la Guardia Nacional. De hecho, después de la guerra de Sandino, Anastasio Somoza García la contaba entre sus bienes. En los años ochenta, los contras le prendieron fuego al beneficio de oro que aún existe pero en ruinas.

Salida del túnel que conecta a la mina San Albino con el beneficio de Charles Butters. El orificio está cerca de donde están las ruinas de hierro del molino. LA PRENSA/CARLOS VALLE
Salida del túnel que conecta a la mina San Albino con el beneficio de Charles Butters. El orificio está cerca de donde están las ruinas de hierro del molino. LA PRENSA / Carlos Valle.

Quieren sacar oro de nuevo

La mina San Albino está a unos 10 kilómetros de la ciudad de El Jícaro, sobre un camino de tierra que ahora está mejorado pero que hasta hace poco era difícil de transitar. Al final de la vía, a unos 10 metros antes de llegar a la ribera del río El Jícaro, todavía existen las ruinas del molino que Charles Butters mandó a construir cerca de la mina, para procesar la broza y extraer el ansiado oro. Las grandes y pesadas piezas de hierro oxidadas son testimonios de lo avanzada industrialmente que era la mina San Albino. Quienes no conocen la historia se preguntan cómo fue posible que trasladaran hasta ese recóndito lugar el enorme molino. La respuesta es que lo hicieron a lomo de bestias y en carretas, en fragmentos.

El lugar parece un cementerio de piezas de hierro que están oxidadas pero que aún mantienen la majestuosidad del tiempo en que eran útiles. Y no lejos del lugar todavía están abiertos los cuatro túneles que existían en los años 20 del siglo pasado, cuando Sandino trabajó en la mina como bodeguero.

En la actualidad, los cuatro túneles están en poder de la empresa canadiense Golden Reign Resources Ltd., conocida en el país como Gold Belt S. A., ya que el actual gobierno del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, hace siete años le otorgó un permiso de exploración en un área de 3.5 kilómetros, según indican diversos medios nacionales e internacionales. La firma canadiense ya informó que hay “gran potencial” de oro en la mina y está a la espera de obtener permiso del Gobierno para extraerlo. En este tiempo la empresa ha invertido más de 28 millones de dólares.

La minera proyecta extraer 250 toneladas de material por día, del cual se logran 6 gramos de oro por tonelada, toda esta información según el portal oficialista El 19 Digital.

Sandino llegó a la mina en junio de 1926 y pidió trabajo alegando que tenía experiencia en minas de México y Guatemala. “No era ni brillante ni apto en el trabajo. Hablaba mucho inglés”, dijo Charles Butters sobre Sandino. El empresario norteamericano explicaría después que, sin él saberlo, Sandino empezó a reclutar mineros y en octubre siguiente se fue con 29 hombres a apoyar a los liberales en contra de los conservadores en la llamada guerra constitucionalista.

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Para ser un sitio histórico de tanta trascendencia para el sandinismo, la mina San Albino, específicamente las ruinas del molino, se aprecian muy descuidadas. Lo único que existe es un monumento en donde están inscritos los nombres de Sandino y el de los 29 hombres que lo acompañaron la primera vez que el héroe tomó las armas. El sitio adolece de un lugar en donde los visitantes puedan conocer la historia de la mina San Albino, que en 1983, durante el primer gobierno sandinista, fue declarada Patrimonio Histórico Nacional.


Mucho oro y mucha historia

Cuando la mina San Albino quedó inactiva, aún había mucho oro para extraer. El historiador de El Jícaro, Rurico Castellón, explica que también había oro que ya había sido procesado. Su padre, Javier Castellón, era el telegrafista del pueblo y tenía amistad con el gendarme de la Guardia Nacional que custodiaba la mina y lo invitó a conocerla por dentro.

Toda persona que entraba en la mina, explica Castellón, debía hacerlo desnuda, solamente en calzoncillos, para evitar que extrajera el más ínfimo pedazo de oro.

Dentro de la mina no solamente había oro, sino también grandes cantidades de herramientas de todo tipo, carretillas y dinamita.

La mina San Albino también ha sido un escenario histórico. Además de las acciones de Sandino, en los años ochenta allí los contras y los sandinistas se tendían emboscadas.

En San Albino fue donde Sandino conoció a su amante Teresa Villatoro, una salvadoreña que tenía un próspero comedor en el mineral y que no dudó en acompañar a Sandino cuando éste último se fue a la montaña.


Alegría y preocupación

Vestida con una blusa rosada agujereada y desteñida, y con una falda fondo azul oscuro con flores blancas y rojas, Sabina Machado Delgadillo se pasa la mano por el cabello cano y dice que vive en San Albino, del otro lado del río, desde hace 42 años, cuando llegó desde Potrerillos, Estelí, en busca de tierra para cultivar junto a su marido Nicolás Centeno.

A sus 72 años Machado dice que no sabe usar un teléfono celular, por más que sea de esos que solo sirven para “llamar y recibir llamadas”. “No le entiendo a eso”, dice. Pero de lo que sí habla con propiedad es sobre las nuevas exploraciones en busca de oro que hay en la mina.

“Hace 15 años vino una empresa que se llama Condor (Condor Resources Plc), pagó la entrada, pero decían que no hallaron nada. Esos no dejaron desorden. Después… (hace una pausa y no sigue la idea), con tal de que aquí no entren. (Las empresas mineras) escarban, le dan vuelta a la tierra y la dejan lista. Después no se puede sembrar ni maíz. Lo que siembran (reforestación) no pega y dejan la tierra puro hoyos que hacen con máquinas. Hasta las aguas se cortan (contaminan)”, expresa Machado.

Machado reconoce que en San Albino algunas personas están alegres porque hay posibilidades de que la mina vuelva a tener actividad y se produzcan empleos. “Los tontitos solo piensan en el salario del día. Después (las empresas mineras) se van y uno ¿cómo queda? Yo pienso en los niños que vienen abajo, en los chiquitos”, dice Machado.

Siempre del otro lado del río, sobre la misma ribera de El Jícaro, enfrente de las ruinas del molino que era de Charles Butters, a unos 300 metros de donde vive Machado, está la casa de Adrián Hernández, originario de Mozonte pero que llegó a San Albino hace 25 años.

Hernández habla pausado, tranquilo, y agradece al gobierno actual porque le dio un bono productivo, una vaca que ya está parida, unas gallinas y cerdos. La vaca le da cinco litros de leche diaria. Con eso le da de beber a sus hijos y nietos y todavía le queda para hacer libra y media de cuajada.

El hombre no pierde la tranquilidad al hablar pero le cambia el tono de la voz cuando explica que están a la espera de que comience la extracción de oro en la mina San Albino y tener oportunidad de empleo, a pesar de que el organismo no gubernamental Centro Humboldt ha hecho estudios sobre el impacto que tendría la minería en la zona y esto tiene molestos a Hernández y a otros pobladores de San Albino.

“Los estamos esperando. Aquí no vuelven a pasar. Nos vamos a levantar y vamos a ir al camino a bloquearlos. Nosotros necesitamos el sostén de nuestros niños. Ellos están allá tirándose el billete. Nosotros somos campesinos y gracias a Dios ellos (Gold Belt S. A.) están ahí para que nos den trabajo”, afirma Hernández.

Marlen Chávez, de 30 años de edad, explica que hasta ahora lo que Gold Belt S. A. ha hecho es contratar a los hombres de la zona para hacer “trincheras”, unas especies de zanja que se cavan para buscar vetas de oro. “A los hombres les pagan tres mil córdobas la quincena”, dice Chávez.

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LA PRENSA buscó la versión de Gold Belt en sus oficinas en El Jícaro, pero sus autoridades no quisieron hablar.

“Golden Reign ahora está a la espera de los permisos ambientales de la concesión minera El Jícaro, donde proyecta extraer 250 toneladas de material por día, del cual se logran seis gramos de oro por tonelada”, explicó en enero de este año 2017 el portal oficialista El 19 Digital.

El beneficio de Charles Butters donde se procesaba la broza para extraer el oro en la mina San Albino. El sitio es un “museo al aire libre”, pero descuidado. LA PRENSA / Carlos Valle.
El beneficio de Charles Butters donde se procesaba la broza para extraer el oro en la mina San Albino. El sitio es un “museo al aire libre”, pero descuidado. LA PRENSA / Carlos Valle.

357.7 millones de dólares exportó Nicaragua en oro en el año 2016 y 319.3 millones de dólares en 2015. El oro es el tercer principal producto de exportación en el país, solamente debajo de la carne de bovino y el café, según el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).


Zona desatendida

En la mina de San Albino habitan unas 45 familias, estiman los mismos pobladores. Hay una escuelita con solo tres maestros y el aula del preescolar, el inicio de la educación de los niños, no tiene puertas ni está bien acondicionada.

Danier Gutiérrez Rodríguez, de 12 años de edad, todos los miércoles y sábado viaja en bicicleta por casi media hora para recibir clases de secundaria en la comunidad más cercana, El Jobo.

A los niños de San Albino cuando se les pregunta quién era Sandino la mayoría responden que no saben. Unos pocos solo explican que en la escuela les dicen que fue un héroe.

La mayoría de las personas viven de la agricultura, de sembrar maíz y frijoles pero en el último año la cosecha estuvo mala. “A veces no sacamos ni para la comida”, dice Adrián Hernández.

En la época de Sandino la situación social era similar. Sandino sacó al gringo Charles Butters argumentando que explotaba a los mineros. Los periódicos de la época explican que Butters pagaba a los trabajadores con cupones que solo tenían valor en el comisariato de la mina, donde los precios eran mayores que lo normal. De esa manera todo lo que los operarios ganaban regresaba a las arcas de Butters.

Hoy la mayoría de la población de San Albino nuevamente tiene cifradas sus esperanzas en la extracción del oro, actividad que cesó cuando hace 90 años Sandino se tomó la mina y expulsó a todos los extranjeros del lugar.

“Nosotros necesitamos el sostén de nuestros niños. Ellos (del Centro Humboldt) están allá tirándose el billete. Nosotros somos campesinos y gracias a Dios ellos (Gold Belt S. A.) están ahí para que nos den trabajo”. Adrián Hernández, habitante de San Albino. LA PRENSA/ Carlos Valle.

 

“(Las empresas mineras) escarban, le dan vuelta a la tierra y la dejan lista. Después no se puede sembrar ni maíz. Lo que siembran (reforestación) no pega y dejan la tierra puro hoyos que hacen con máquinas. Hasta las aguas se cortan (contaminan)”. Sabina Machado, habitante de San Albino. LA PRENSA/ Carlos Valle.

 

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COMENTARIOS

  1. Idalia Salgado
    Hace 7 años

    Me gustaría que la persona que dice que Arturo Salgado ha hecho su casa con dinero robado me de su dirección para mandarle los papeles de las deudas que tengo con el Banco de España (BBVA) y le demuestro de dónde ha salido ese dinero, soy hija de Arturo y soy una persona honrada y trabajadora, llevo 6 años fuera de mi país y gracias a mi trabajo y al de mi hermano que salió desde muy joven hacia EE.UU. mi familia ha salido adelante. Si tienes los pantalones puestos da la cara. Yo si doy mi nombre, y si dices que mi padre tiene su casa ilícitamente, demuéstralo.

  2. Jicaro
    Hace 7 años

    Aquí la empresa está generando trabajo ya que en el municipio es la única fuente de empleo, pero la alcaldía no hace nada por generar empleos lo único q se han dedicado a robar vean la gran mansión de Arturo Salgado responsable del área de adquisiciones vean a Omar Aguilera alias el Mono cuanto se robó de la alcaldia y la famosa alcaldesa no hizo nada. Todos los días Arturito Salgado y sus compinches tapinean de donde sacaran para tapinear estos sandinistas mantenidos ladrones q no les da vergüenza todo lo q se han robado.

  3. Jicaro
    Hace 7 años

    Hay dos cosas: una la Alcaldía no genera empleos del todo en el municipio solo se han dedicado a robar vean la casa de Arturo Salgado, con un sueldo de ocho mil pesos será posible construir esa mansión. Aquí han salido empleados de la alcaldía que han robado, miren al Omar Aguilera alias el Mono que solo estuvo un año y salió como ladrón y nadie dijo nada de los miles de dinero que se robo q hasta la casa de ls suegra reparó con ayudantes y salió de la alcaldía. La compañía minera está generando empleos pero ahí solo trabajan dos familias nada más los Larios y los Molinas.

  4. Hace 7 años

    No me digan que se volvió sitio histórico de los ortega jajajajajaja

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