Los migrantes haitianos y extracontinentales han hecho con ayuda de traficantes de personas, una nueva ruta marítima que los lleva desde del sur del continente hacia México o Estados Unidos, y así evitarse quedar varados en Costa Rica por el cierre de la frontera para ellos que desde finales de 2015 mantiene Nicaragua.
Así lo considera la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica (DGME), al observar cómo cada mes disminuye la llegada de ellos desde Paso Canoas, frontera con Panamá.
Costa Rica debió cerrar un albergue migratorio en la zona sur ante la falta de migrantes, uno más se encuentra vacío y en las oficinas migratorias cerca de Panamá, solo existen 131; mientras que en el norte, cerca de Nicaragua, ha cerrado dos albergues y en el único habilitado por la Comisión Nacional de Emergencias hay solo 90 haitianos y extracontinentales, de los cuáles 4 son embarazadas y 14 menores de edad.
Al 11 de mayo de 2017, según estadísticas de la DGME, hay un acumulado de 21 mil 421 migrantes haitianos y extracontinentales que entraron al país desde Panamá desde abril de 2016. Ellos quedaron varados temporalmente dentro de Costa Rica y luego partieron con ayuda de traficantes hacia el norte de Centroamérica y luego a México y Estados Unidos, dado la dificultad de atravesar Nicaragua.
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Coyotes idean rutas
El propio director de la Policía de Fronteras, Comisionado Allan Obando, ha manifestado que los migrantes con ayuda del coyotaje han ideado rutas marítimas desde Panamá o Suramérica hacia el norte de Guatemala o México, para llegar a Estados Unidos.
Prueba de ellos es que a hora entran a Costa Rica entre 15 y 20 migrantes al día. El año pasado y parte de este, la cifra diaria era de entre 100 y 150.
Pasar Nicaragua siempre fue una dificultad desde noviembre de 2015. En ese momento el Gobierno sandinista redobló la vigilancia con el ejército y la policía en la frontera con Costa Rica. Aunque los traficantes hacían de las suyas, los costos superaban los 900 dólares por personas y dentro del territorio nicaragüense eran entregados a las autoridades, abandonados a la deriva y hasta asaltados según relato de migrantes cubanos y haitianos.
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Según la DGME, otra probabilidad de la disminución del ingreso de migrantes al país, es el endurecimiento de políticas migratorias de Estados Unidos que desincentiva a las personas a migrar, además la falta de financiamiento de parte de familiares que están en Norteamérica precisamente por esas restricciones.
Tal es el caso de los cubanos que ya no gozan del beneficio de la política de pies secos / pies mojados desde inicios de 2017.
Ello provocó que en Costa Rica quedaran varados al menos 113 cubanos durante el 2017, los cuales están siendo controlados por la DGME mediante citas periódicas.
Asimismo, este país devolvió a Panamá a 1,200 cubanos irregulares y durante 2017 la cifra es de 177.