Julio César Pérez Cuadra habría cumplido con su palabra de matar a Jessica de los Ángeles Calero García, de 28 años. Durante años, el hombre de 34 años le gritó a su pareja que no la dejaría que lo abandonara.
Y como si se tratara de una profecía, sentenció que el día que lo intentara, ella lo iba a lamentar. Y precisamente este viernes, para desgracia de los cuatro hijos que procrearon, lo cumplió.
La muerte ocurrió justo cuando estaban en trámite de divorcio. Pérez se la llevó con engaños, no se supo la promesa, pero Jessica aceptó salir con su expareja.
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Eran las 11:30 a.m. del miércoles cuando ambos salieron del barrio Carlos Núñez (Distrito Dos) de la capital. La joven no llevó su celular y desde ese día estaban desaparecidos.
Un día después los familiares de la joven interpusieron una denuncia en la Policía de la Estación Dos por la desaparición de ambos.
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La primera noticia llegó este viernes a la familia en boca de un joven que andaba cazando garrobos a orillas del lago de Managua, y se encontró con el cuerpo de Pérez Cuadra, que estaba colgado en un árbol de tigüilote.
La Subdelegación policial de Villa Guadalupe está ubicada a pocos metros de donde apareció el cuerpo y fueron los primeros en acordonar el sitio y evitar que la escena fuese alterada por curiosos.
Al recibir la noticia, a Maribel García se le esfumó la esperanza de encontrar con vida a su hija.
Falló el can
Agentes realizaron una intensa búsqueda en el área boscosa y a orillas del lago, pero la técnica canina no dio con el cuerpo de la joven, y se retiraron del lugar ante los abucheos de los presentes, quienes afirmaron que ellos conocían mejor la zona.
Fue en ese momento que los presentes se dividieron en grupos y emprendieron la búsqueda hasta encontrarla.
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“Le daba maltrato, mucho tomaba licor, no le pegaba, pero la amenazaba que la iba a matar y que le iba a pegar fuego a la casa”, expresó Maribel García, mamá de Jessica.
La adolorida madre expresó que días atrás notó triste a su hija. “Es que Julio no me deja en paz, solo me viene a amenazar”, le dijo su hija.
La pareja dejó en la orfandad a cuatro hijos de 13, 10, 8 y 6 años.
La joven se dedicaba a la venta de perfumes y él a recoger chatarra en La Chureca.
Pantalón
Se conoció que la occisa tenía enrollado en el cuello su pantalón, por lo que se presume la estranguló.
Estaba boca abajo y con su ropa interior puesta. El cadáver en estado de descomposición, estaba sobre una plataforma de madera.
Testigos manifestaron que en la cabeza presentaba golpes, al igual que en una de sus piernas.