La Intoxicación por cafeína (IC): trastorno de la conducta y adicción, (DSM 305.90) definida como consumo creciente de cafeína, la sustancia psicoactiva más ampliamente consumida en el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos noventa por ciento de los adultos consumen cafeína todos los días.
Cuando hablamos de IC se señala una dosis diaria de 250 mgs o más.
La cafeína es un alcaloide del grupo de las xantinas, de sabor amargo, que actúa como droga psicoactiva, disociativa y estimulante que fue descubierta hace 198 años por el alemán Runge.
La cafeína puede recibir otros nombres como guaranina cuando se extrae la guaraná y la teína de la planta del té. Científicos piensan que se trata de la misma molécula a la cual se agregan teofilina y teobromina.
Las diferentes concentraciones de cafeína son: café preparado 95 mgs, instantáneo 79 mgs, té negro 63 mgs, barrita de chocolate negro 71 mgs, infusión de chocolate de 250 ml que contiene 6 mgs.
La característica que marca al paciente con IC es consumo creciente de cafeína y que se detecten al menos cinco de los siguientes síntomas: intranquilidad, nerviosismo, excitación, cara enrojecida, frecuente orinadera y molestias digestivas.
Además si la persona presenta divagaciones del pensamiento, no se está quieta, se muestra agitada y síntomas de agitación psicomotora y “desborde de energía”.
La presencia de taquicardia y hasta arritmias cardíacas es una señal peligrosa. No olvidemos que la IC puede no ocurrir a pesar del alto consumo porque el tomador de café desarrolla tolerancia o “aguante”.
Al evaluar el paciente debemos analizar si los síntomas detectados producen deterioro en lo social, laboral o en otras áreas. Al mismo tiempo el chequeo médico integral con su médico internista deberá descartar: problemas del tiroides, depresión, ansiedad, tumores del cerebro y de otros órganos.