El secretario de la Conferencia Episcopal, el obispo de Granada Jorge Solórzano, dijo este martes que le preocupa la constituyente que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ve como el camino para solucionar la crisis política que vive ese país.
“Me preocupa la constituyente. Porque sería perder el camino de la democracia y tomar un rumbo equivocado”, sostuvo Solórzano dos días después de que todas las Diócesis de la Iglesia católica en Nicaragua oraron en sus respectivos territorios por la paz del país suramericano, en una jornada histórica desarrollada en una nación cuyo gobernante es aliado político del venezolano.
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Me preocupa el sufrimiento humano: el hambre (y) la violencia que el pueblo venezolano está
sufriendo”.Jorge Solórzano, obispo de la Diócesis de Granada.
Algunos de los obispos más conocidos, como el auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, pidieron durante la homilía, en el oficio religioso realizado en la catedral capitalina, el cese de la represión contra el pueblo.
Drama humanitario
El obispo Solórzano planteó sus puntos de vista, vía WhatsApp, en respuesta a una consulta de este Diario. El religioso mostró preocupación por “el drama humanitario”, expresado en la escasez de medicinas y el hambre que afecta a la población.
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La crisis actual escaló recientemente después de que la oposición venezolana se lanzó desde el primero de abril pasado a las calles para exigir elecciones y la liberación de los presos políticos.
Junto a la protesta ha venido la represión. Hasta ahora se cuentan 47 muertos, según distintos informes periodísticos. La causa de la inconformidad generalizada empezó cuando el chavismo le quitó sus funciones a la Asamblea venezolana, controlada por la oposición, y también inhabilitó a Henrique Capriles para ejercer cualquier cargo público.
Fonseca teme réplica
Monseñor Silvio Fonseca, vicario pastoral de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua, teme que la crisis política que enfrenta Venezuela se replique en Nicaragua de no llegarse a escuchar los reclamos de una parte de la sociedad civil y política a las debilidades del sistema democrático y electoral en el país.
“San Pablo dice (en las escrituras) nadie debe sentirse seguro, y las cosas pueden ser iguales o peores”, expresó Fonseca después de participar en un acto público.
Para el prelado, los estrechos lazos que comparten Venezuela y Nicaragua hicieron que los obispos nicaragüenses realizaran una jornada de oración y solidaridad.
Nos preocupa cómo ese pueblo ha estado sufriendo buscando su democracia y su libertad. También nosotros no estamos exentos de que esos problemas también se manifiesten”.
Silvio Fonseca, vicario de Familia de la Arquidiócesis de Managua.