La información de que el presidente Donald Trump ha propuesto la eliminación de prácticamente toda la ayuda de Estados Unidos (EE.UU.) a Nicaragua, ha impactado en los sectores nicaragüenses que de manera directa o indirecta se benefician con ella.
Según la noticia divulgada en los últimos días, el presidente Trump propone reducir la ayuda hasta en un 98 por ciento, pues pasaría de 10 millones de dólares en el año 2016 a 200 mil dólares en el 2018. El régimen de Daniel Ortega no sería afectado con la drástica reducción de la ayuda directa estadounidense, porque es muy poca la que recibe. El golpe lo soportaría básicamente la gente que es beneficiaria de los programas sociales que se financian con ella y las organizaciones de la sociedad civil que promueven la cultura de la democracia y la defensa de los derechos humanos.
Pero la propuesta no es solo para reducir o cancelar la ayuda de EE.UU. a Nicaragua. Es casi a todo el mundo que el presidente Trump quiere suprimirle la cooperación de su país. Esto es parte de su plan para reducir los gastos presupuestarios en todos los rubros internos y exteriores que para él no son importantes, e invertir mucho más recursos en la búsqueda del reposicionamiento estratégico mundial de los EE.UU., como lo prometió en su campaña electoral.
Este aspecto de la propuesta presupuestaria de Trump al Congreso de los EE.UU. ya se conocía. La revista Foreign Policy divulgó en abril pasado información fidedigna sobre la intención de Trump de recortar la ayuda externa estadounidense. Inclusive anticipó que la Agencia Internacional para el Desarrollo, mejor conocida como AID, sería absorbida por el Departamento de Estado.
A cambio de recortar la mayor parte de la ayuda estadounidense para programas sociales y de fortalecimiento democrático, el presidente Trump propone al Congreso que apruebe un cuantioso aumento del presupuesto militar y de seguridad, cifrado en más de 50,000 millones de dólares.
Al respecto los analistas pro Trump explican que el objetivo es poner fin a la timorata política del expresidente Obama, de liderar el mundo “desde atrás”, y volver a liderarlo “desde adelante”, mediante la recuperación de la supremacía militar global de los EE.UU.
Sin embargo, al sacrificar la ayuda externa para programas de desarrollo y fortalecimiento de la democracia Trump comete un error histórico, según el análisis de expertos estadounidenses en desarrollo y política internacional. En este sentido, el señor Andrew Natsios, quien fuera administrador de la AID en el gobierno del presidente George W. Bush, dijo a Foreign Policy que la propuesta del presidente Trump para reducir o eliminar la ayuda internacional es “un desastre a largo plazo”.
En EE.UU. el presupuesto de la nación es el principal tema de negociación política entre los dos partidos y sus facciones en el Congreso. Este tendrá la última palabra sobre la propuesta presupuestaria del presidente Trump, pero eso no significa que la ayuda estadounidense a Nicaragua podría seguir igual que en los años anteriores.