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¡Y todavía quiere tunas!

Los procesos de cambio requieren compromiso, las ganas de meter las manos en la sopa y respaldar las acciones que sean necesarias/manejar las objeciones al cambio, manteniendo una persistencia a prueba de bala, hasta alcanzar el éxito.​

verdadero poder​​​Durante un proceso de apoyo al equipo gerencial de una institución financiera en México, nos tocó visitar un mercado de productores; ​cuando ​ preguntamos por una fruta denominada tuna;​ nos dejó pensando la respuesta de una de las vendedoras del mercado que indico “ni siquiera han florecido, y todavía quiere tunas!”

En la práctica, todo proceso de cambio requiere permitir que las cosas maduren; al igual que cuando se siembra ​una fruta. El tiempo es parte necesaria del proceso de maduración. Pero no sucede sólo, es necesario abonar y cuidar la planta (proceso de cambio), dar seguimiento y asegurar que nada falte para que pueda florecer como se espera.

Todo proceso de cambio implica salir del status quo y tiene implícito una resistencia al cambio que hay que saber manejar tanto desde una perspectiva técnico/estratégica, como sobre todo motivacional.

El aspecto crítico es que la alta gerencia tenga credibilidad plena y compromiso real hacia lo que quiere lograr; sin este requisito clave, es inviable que el proceso de cambio sea efectivo.

Generada la credibilidad, hay que desarrollar las capacidades que sean necesarias para que el equipo de trabajo introduzca nuevos patrones de comportamiento y reflexión (cambio de percepción, actitud y/o comportamiento).

Para hacer efectivo el desarrollo de capacidades debe acompañarse de instrumentos de utilización simple que permitan tomar nuevas decisiones o enfocar la solución de problemas de manera más rápida, más simple y más efectiva de lo que se hacía anteriormente.

El acompañamiento es parte fundamental del proceso de cambio. Estar junto a la trinchera viendo las limitaciones y dificultades que se enfrentan y apoyar para que las mismas se vayan resolviendo paulatinamente.

El seguimiento implica trabajar la medición de resultados obtenidos respecto a lo que se planificaba obtener al principio el proceso de cambio; es distinto del acompañamiento que implica el trabajar mano a mano con el equipo, para lograr el cambio.

Frecuentemente el mejor proceso es enseñar mediante la metodología de aprender haciendo. Buscar la mejor práctica, mostrar cómo se hace y tratar de clonarla a nivel de terreno.

Los procesos de cambio requieren compromiso, las ganas de meter las manos en la sopa y respaldar las acciones que sean necesarias/manejar las objeciones al cambio, manteniendo una persistencia a prueba de bala, hasta alcanzar el éxito.​

(*) [email protected]  – Aprende más en:www.123libertadfinanciera.com

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