No caigan ingenuamente en esas soluciones rápidas o planes milagrosos que prometen resultados instantáneos o rápidos, y si alguien te hace esa promesa mi mejor recomendación es dar la vuelta y salir corriendo sin mirar atrás, esos son peores que Jason, Freddy, Chucky y Samara de El Aro, todos juntos.
Los resultados sostenibles, y los que de verdad van a tener un impacto en tu cuerpo, salud, mentalidad y en tu alma vienen de adoptar comportamientos/hábitos razonables, moderados, flexibles, disfrutables y relativamente prácticos.
El buscar siempre la perfección te llevará a fracasar una y otra vez, y al final no existe tal cosa como la perfección. Los resultados a largo plazo vienen de educarse, aplicar un esfuerzo realista tanto mental como físico (contrario a desgastarse tanto mental como físicamente), y de desarrollar hábitos y comportamientos que vas a poder mantener en el tiempo. Esto se llama estilo de vida.
Para mí, un estilo de vida es igual a una vida que uno crea para llegar a sus metas, necesidades, horarios, preferencias, finanzas y que puede seguir indefinidamente. Si no puedes verte viviendo este estilo de vida por más de unas cuantas semanas, meses o incluso un año, los resultados no durarán y eventualmente regresarás al mismo punto de partida o hasta llegar a un peor lugar tanto física, mental como emocionalmente de cuando iniciaste.
Aunque los planes de más sentido común, moderados y razonables que pueden ayudarte a adoptar hábitos/comportamientos más sostenibles, razonables y disfrutables no son tan glamurosos o mercadeables a como esas soluciones rápidas extremas que pueden encontrarse, al final del día funcionan y tú tendrás que comprometerte y ajustarte a esta mentalidad.
Cuando se trata de alcanzar tus metas, el saltarse de la A a la Z o esperar esa gratificación instantánea, no te llevará ahí. Permanezcan enfocados, pacientes, consistentes y sean realistas.
El progreso raras veces es lineal así que no se desanimen si su progreso no es predecible. Y por último, pero ciertamente no menos importante, recordar que el fracaso es parte del proceso general y que el fracaso lleva al éxito y en muchas veces inevitable.
Aprender a amar el ejercicio y a comer saludable y ver ambas partes como algo integral de su existir es mucho más importante que contar calorías o pasos. El cambio verdadero viene más allá de lo que cualquier aplicación pueda medir.
Para cambiar tu cuerpo, primero tienes que entrar en un patrón sostenible de ejercicio, descanso y alimentación.