El último miembro de la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) que quedaba en el país se retiró este jueves, dejando una estela de dudas y críticas por el retiro inesperado de la misión, el mismo día que tenían previstas reuniones con partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.
El consejero del secretario general de la OEA Luis Almagro, Luis Ángel Rosadillo, quien era el único miembro de la delegación que se había quedado después del miércoles cuando sus compañeros se fueron del país, no quiso ofrecer declaraciones a los periodistas.
Lea también: Misión de la OEA mantiene hermetismo en visita
La misión de la OEA, encabezada por el jefe del gabinete de Almagro, Gonzalo Koncke, llegó el lunes y se retiró dos días después.
La representación en Managua del organismo adujo por escrito que aplazaban las citas con los partidos y organizaciones “por razones de fuerza mayor, ajenas a la misión”, pero no explicaron las circunstancias de manera específica.
Le puede interesar: Último miembro de la misión OEA abandona Nicaragua
El canciller del país, Denis Moncada Colindres, fue a traer a Rosadillo al hotel capitalino donde los miembros de la OEA se habían hospedado. El objetivo era trasladarlo al Aeropuerto. Durante su espera en la antesala, Rosadillo conversó con el embajador de la Unión Europea en Nicaragua, Kenny Bell.
Al ser abordado por LA PRENSA, el canciller Moncada negó que sus invitados se hayan retirado del país antes de lo programado, y explicó que los boletos de regreso estaban comprados de antemano para este miércoles.
Sin embargo, esa versión contrasta con lo expresado por la delegación en su comunicación por escrito a las organizaciones y partidos políticos, con quienes tenían compromisos previamente acordados. El presidente de la organización Hagamos Democracia, Luciano García, manifestó que la OEA está en la obligación de dejar claro por qué canceló su agenda de trabajo.
“A nivel de especulación podemos pensar que estas acciones se dan con la OEA en el momento en que el Subcomité aprobaba un paso más de la Nica Act (en su camino a una ley) y eso podría haber sido motivo de una posible ruptura o un posible distanciamiento entre la OEA y el Gobierno de Nicaragua”, dijo García.
El problema es que el secretismo del Gobierno ya se le pasó a la OEA, y en vez de hablar claro dejan las cosas a la especulación”.
José Dávila, exembajador de Nicaragua ante Alemania.
El exembajador de Nicaragua en Alemania, José Dávila, señaló la posibilidad de que el gobierno de Daniel Ortega haya “sugerido” a la delegación de la OEA variar el programa de su visita y dejar para otra ocasión las entrevistas suspendidas.
Lea también: Plan de la OEA es insuficiente para Nicaragua
La visita de la OEA se da en el marco de un acuerdo con el Ejecutivo de Nicaragua, que le permitirá observar las votaciones municipales de noviembre, y trabajar una propuesta conjunta para realizar cambios en el campo electoral en los próximos tres años.
Dávila tampoco descartó que Ortega no haya visto con buenos ojos las reuniones con organismos de Derechos Humanos y partidos opositores.
Se quedaron esperando
Los representantes de los partidos colaboracionistas del sandinismo, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), criticaron que la misión de la OEA los dejara plantados, pero mantienen que participarán en las elecciones municipales aunque el proceso mantenga un sistema para favorezca al orteguismo.
Lea además: Expresidente Enrique Bolaños: “Le faltan dientes a la OEA”
Miguel Rosales, jefe de la bancada del PLC en la Asamblea, reclamó que la OEA demuestra que la observación que hará de los comicios será parecido “a turismo político”. Alejandro Mejía Ferreti, presidente de ALN, expresó que como la delegación de la OEA “estaban obligados a escuchar” a los partidos “si es que buscan un verdadero fortalecimiento institucional” en el país.