Si bien en algunos países es invierno, podemos aprovechar los rayos de sol para pasar más tiempo al aire libre. Un programa ideal para esos días es preparar comidas en el grill y asolearse mientras se cocina y se charla con amigos.
Tómese tiempo: Grillar lleva tiempo. Se trata de una ceremonia que necesita de su tiempo para ser disfrutada y también una preparación previa.
Marinar uno mismo: La carne ya marinada que se puede comprar en el supermercado no es la mejor opción. Además, no hay nada más fácil que preparar una marinada: simplemente hay que pincelar la carne con una mezcla de aceite de oliva, sal, pimienta, pimentón dulce o páprika y cáscaras de limón y dejarla macerar unas horas en la nevera.
Lugar: Un grill con carbón debería estar idealmente en un lugar con poco viento, ya que eso asegura un calor constante.
Cerveza y carne: De ninguna manera rocíe cerveza sobre la carne. Solo logrará levantar las cenizas y reducir el calor. Para un mejor sabor, macere la carne en cerveza antes de asarla. El pollo a la cerveza queda riquísimo.
Tenga a mano una buena pinza: Nada mejor que una buena pinza de cocina para mover las piezas. Es incluso más recomendable que un pincho, ya que este genera agujeros en la carne por los que se pierden jugos y con ello, sabor.
Vegetariano: Las verduras grilladas quedan deliciosas. Si quiere asar remolachas y batatas, puede colocarlas enteras o en rodajas. También se pueden grillar espárragos y condimentarlos con aceite de oliva, sal y pimienta. Un verdadero manjar.
¿Postre?
Aunque no es lo primero en lo que uno piensa, los postres pueden prepararse perfectamente en el grill. Una opción deliciosa es colocar una banana con cáscara cerca del carbón caliente y comer la fruta tibia con helado de vainilla.
De paso, un secretito: este postre también funciona a la perfección en un fuego de campamento.