Querido amigo lector: el periodo de lluvia del país viene asociado del mayor peligro de enfermedades, entre ellas que transmiten los mosquitos.
Usted forma parte de los tres mil millones de personas que vivimos bajo el peligro de sufrir en algún momento Dengue Clásico (DC) y su complicación Dengue Hemorrágico (DH), la enfermedad viral transmitida por mosquitos más importante que existe. Calificado por la OMS como problema de salud mundial.
Cada año se producen 390 millones de infecciones, la mayoría son asintomáticas. Mientras 96 millones presentan síntomas clásicos, veinte mil fallecen del dengue hemorrágico, especialmente menores de 15 años.
Se trata de una “crónica de muerte anunciada” como tituló Gabo una de sus obras. En nuestro país circulan los cuatro serotipos de virus y los mosquitos (Aedes aegypti y el Albopictuis) que se encargan de transmitir el virus de un enfermo a un sano.
Esta es la cadena de trasmisión que aplica en estos casos, fue descubierta por el sabio cubano Dr. Carlos J. Finlay a finales del siglo XIX cuando comprobó que el mosquito Aedes aegypti o culex transmitía la fiebre amarilla.
Nuestro enemigo público es el mosquito. Por eso dice la OMS: “Pequeños piquetes, grandes problemas”.
Eliminamos los criaderos de mosquitos y con ello controlamos la diseminación de brotes epidémicos que están dejando un promedio de 24 a 30 fallecidos por año.
Debemos eliminar aguas estancadas (en latas viejas, tapas de gaseosas, peceras, etc.) que se convierten en criaderos de mosquitos.
Apoyar la abatización, fumigación de nuestros hogares y todas las disposiciones del Ministerio de Salud. Llevar al médico a toda persona afectada de síndrome febril y en especial si son personas de riesgo como menores de edad, ancianos o enfermos crónicos.
El médico internista se encuentra en primera fila del combate de esta enfermedad.