El uso de los videojuegos, especialmente en los niños, puede tener más efectos negativos que positivos. La pediatra española Concepción Ruipérez Cebrián explica que si los videojuegos se utilizan con precaución, en los niños “se estimula la lógica, la agudeza visual y se desarrolla también una mayor rapidez en los actos reflejos”.
Sin embargo, de acuerdo con Ruipérez, en una entrevista con EFE, “la adicción a los juegos virtuales hace que los niños desechen otro tipo de actividades, como es la actividad física, lo que más escasea entre la población infantil de la sociedad actual. Hay poca actividad física en los colegios y menos aún en las casas. Ahora los niños no juegan en los parques y ya no hacen más de dos o tres horas semanales de ejercicio”.
En muchas ocasiones, los niños tienen insomnio porque utilizan de forma exagerada las videoconsolas. Además, si son utilizadas antes de la hora de dormir, producen alteraciones en el sueño, tanto en su estructura como en la conciliación del mismo. Esto suele afectar el rendimiento escolar, a la habilidad emocional y las relaciones familiares.
“La Asociación Española de Pediatría recomienda menos de dos horas de videojuegos al día y nunca antes de ir a dormir”, apunta la doctora Ruipérez. Hay otros efectos negativos como el deterioro de la salud mental, la ansiedad y la ira.
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