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medioambiente, Nicaragua

La Organización de Naciones Unidas promovió el tema “conectar a las personas con la naturaleza”. LAPRENSA/MANUEL ESQUIVEL

Nicaragua mantiene su deuda con el medioambiente

La deforestación sigue siendo una de las tareas pendientes del país, a pesar que se han realizado acciones como la Jornada Nacional de Reforestación

En Nicaragua, según información del Instituto Nacional Forestal, existen 43,768 árboles, tomando en consideración 371 unidades de muestreo. Estos forman parte del bosque, cuyo manejo no cuenta con una regulación ni control respecto al uso de la madera, sostienen ambientalistas.

En el Día Mundial del Medioambiente, que se conmemoró este 5 de junio, Nicaragua debe recordar varios desafíos, entre ellos, dinamizar el sector forestal para que se convierta en un motor de la economía, además de proteger el bosque, ya que al año se pierden más de 75 mil hectáreas y la tasa de deforestación anual se estima en el seis porciento, sostuvo Jurgen Guevara, oficial de industrias extractivas del Centro Humboldt.

Otro de los puntos necesarios que no debe dejar de recordarse es garantizar el acceso a agua potable en calidad y cantidad, ya que en muchas comunidades del país solo tienen acceso al vital líquido durante pocas horas y en algunos casos, no llega del todo.

Esto, a pesar que, según una publicación regional respecto a la disponibilidad del agua, la cobertura es del 62 por ciento, superado, en gran manera por Costa Rica con el 99.4 por ciento.

En este sentido, el gran problema no es que el país no tenga suficiente agua, sino que prevalece un mal manejo ambiental, es por tanto que se requiere de un plan de gestión con enfoque de cuencas y uso racional del recurso, expresó Guevara.

Eso garantizaría la infiltración del agua para la recarga hídrica de las fuentes superficiales y subterráneas.

Matilde Somarriba, decana de la facultad de Recursos Naturales, de la Universidad Nacional Agraria (UNA), consideró que se debe prevalecer el enfoque de cuenca, como unidad de manejo del territorio, lo que evitaría inundaciones, deslaves y otros desastres.

Esto debería estar bajo un plan territorial y contar con esfuerzos institucionales para un trabajo en conjunto en pro del medioambiente, dijo.

Poco avance en planes de manejo

Como parte de la protección a los recursos naturales que tiene el país, la actualización de los planes de manejo de las 76 áreas protegidas “no es cosa fácil”, así lo consideró el vicetitular del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), Roberto Araquistain.

Hasta la fecha tienen actualizado alrededor de 35 planes, falta mucho, reconoció el funcionario.

En este año, trabajan en la elaboración de los planes de la Reserva del Sureste, Río San Juan; Cerro Grande Kuskawas, Matagalpa, el Estero Real, Cosigüina y Estero Padre Ramos, dijo Araquistain.

Cuando se le consultó sobre las acciones en aras de reducir la deforestación, Araquistain mencionó que durante el período 2007 al 2015 “tenemos grandes recuperaciones”, pero esas cuantificaciones se necesitan comprobar en campo, sostuvo, ya que solo cuentan con imágenes satelitales.

Las reservas del país, en especial Bosawas e Indio Maíz luchan con problemas de invasión por colonos y el trasiego de madera; ambas situaciones han sido denunciados por comunitarios y ambientalistas.

Estrategia desactualizada

Mantener su posición ante el mundo respecto al Acuerdo de París fue sostenido otra vez por la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, quien además expresó que “los que menos hemos dañado el medioambiente (…) no tenemos por qué pagar como los que más han dañado”, dijo este lunes.

Sin embargo, el impacto del cambio climático es evidente, según ambientalistas. Mientras tanto, la Estrategia Nacional Ambiental y de Cambio Climático, que tenía un plan de acción de cinco años (2010-2015) sigue sin actualizarse, y tampoco se conoce de la evaluación o el impacto que han tenido las acciones que se iban a implementar, consideró el experto Alejandro Alemán.

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