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Róger Mendieta, FSLN
La Prensa

La cumbre de Miami

Se está celebrando en Miami la llamada Cumbre sobre la Prosperidad, en la que participan los presidentes de los países del Triángulo del Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) y el vicepresidente de los Estados Unidos (EE.UU.), Mike Pence.
En la conferencia están presente también miembros de alto nivel de los gobiernos y la empresa privada de México y los otros países centroamericanos, entre ellos del Cosep de Nicaragua, que este miércoles participaron en un foro económico auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cámara de Comercio de los EE.UU.

El enfoque principal de esta Cumbre es la situación económica y social en los países del norte de Centroamérica, los más azotados por la violencia criminal que motiva la emigración masiva hacia los EE.UU. Esa fue la razón para que, en el año 2014, el presidente Barack Obama acordara con los gobernantes de los países del Triángulo del Norte el programa de cooperación Alianza para la Prosperidad, con el propósito de poner fin o al menos contener la masiva emigración centroamericana.
La implementación de este Plan supone desarrollar proyectos económicos y sociales para la creación de oportunidades, financiados con dinero propio de los mismos países centroamericanos, así como de organismos multilaterales y del gobierno estadounidense que se comprometió a aportar 750 millones de dólares.

Con la Alianza para la Prosperidad se pretende también combatir la corrupción, que es causa y agravante de la pobreza, la inseguridad pública y la violencia social que alientan la emigración masiva ilegal hacia los EE.UU. Cabe reconocer que esta parte del programa ha dado algunos frutos positivos, como lo muestran los casos de expresidentes, ex vicepresidentes y banqueros que han sido sometidos a la justicia o han huido de sus países.

Una de las principales expectativas de la Cumbre de Miami, en la cual el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, es acompañado por el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, es conocer los planes del presidente estadounidense Donald Trump para Centroamérica que hasta ahora han sido un misterio.

Al respecto el vicepresidente estadounidense Mike Pence declaró poco antes del comienzo de la Cumbre de Miami, que estaba deseoso de “reafirmar el compromiso del presidente (Donald) Trump a los países del Triángulo del Norte para mejorar su seguridad, su gobernanza y su prosperidad económica, y para pedir a nuestros socios, gobiernos, empresas y organizaciones de desarrollo, que redoblen sus esfuerzos para lograr este objetivo común”.

Hay que recordar, sin embargo, que la reunión de Miami se celebra poco después de que el presidente Trump enviara al Congreso de los EE.UU. su propuesta presupuestaria para el próximo año, que contiene sustanciales recortes de fondos para la cooperación exterior, inclusive en Centroamérica. Y a tono con eso, funcionarios de alto nivel en Washington advirtieron que la reunión de Miami no es una “conferencia de donantes”.

De manera que si alguien, fuera de los países del Triángulo del Norte que son parte de la Alianza para la Prosperidad, cree que en ese foro puede conseguir dinero de los EE.UU. para sus propios proyectos y beneficio, sufrirá probablemente una gran decepción.

Editorial Estados Unidos Mike Pence Triangulo del Norte archivo
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