A doña Ester Flores Lazo, de 63 años, ya comienza a agotarla las despertadas diarias a la 1:00 o 3:00 de la madrugada para obtener agua potable y llenar un viejo barril y otros recipientes.
El agua es utilizada en su casa por cinco miembros de su familia (tres adultos y dos niños). Se bañan, toman agua, lavan ropa, preparan los alimentos y limpian la casa, entre otros quehaceres domésticos.
De no guardar agua a esa hora de la madrugada, Flores tendría que esperar hasta el día siguiente.
También doña Zoila Herrera, propietaria del comedor Mi Esperanza, tiene que despertarse a la 1:00 o 2:00 de la madrugada para llenar los recipientes. Esa agua la utiliza para preparar el desayuno, el almuerzo o la cena que brinda a sus clientes, de lo contrario ese día no brindaría servicio y dejaría de percibir dinero.
Esta misma situación la viven desde hace varios años los habitantes de la mayoría de los 27 sectores de la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, donde las autoridades de la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) ha incrementado este año las horas de racionamiento del servicio de agua potable, al pasar de seis a nueve y hasta 11 horas diarias sin este servicio.
“¿Qué excusa tendrán ahora (la administración de Enacal) para estar racionando con más horas el servicio de agua potable si ha estado lloviendo mucho? Otro problema es que los recibos te llegan cada mes con los treinta días completos y todos los días te cortan el agua”, dijo indignado Luis Anselmo Pineda Rocha, habitante del sector 16 de la ciudad de Somoto.
Le recomendamos: El drama de una comunidad en el norte de Nicaragua donde del grifo no sale agua, sino lodo
1:00
de la madrugada es la hora en que se tienen que levantar los habitantes de barrios y comunidades rurales de la ciudad de Somoto, en Madriz, para obtener agua potable.
Delegado de Enacal no explica
El ingeniero Bryan Rodríguez, delegado departamental de Enacal en Madriz, prefiere acusar a los medios independientes de tener una campaña en contra de esa institución y no explicar por qué ha incrementado el racionamiento de agua a la población somoteña, generando mucha molestia e indignación en la ciudadanía.
“En la comunidad se sufre con la falta de agua, porque hay que madrugar para ser los primeros en ir a los pozos y sacar agua, de lo contrario hay que esperar que estos recuperen su nivel porque viene mucha gente con baldes”, comentó Rosa Amanda Hernández Inestroza, de la comunidad Santa Isabel.
En algunas comunidades siguen llegando las pipas o cisternas de los bomberos o las alcaldías y camionetas privadas, estas últimas venden el barril con agua, y así mantienen abastecidos a los habitantes de esas zonas.
Lea también: Pide ayuda a municipalidad de Somoto, pero nadie le da respuesta
Comunidades rurales
Este mismo problema lo sufren también habitantes de muchas comunidades rurales del municipio de Somoto, donde obtener un balde de agua es toda una odisea porque las familias emprenden largas caminatas en busca del líquido para saciar la sed, preparar alimentos y otras actividades en los hogares.
Para Rosa Amanda Hernández Inestroza, obtener agua se ha convertido en un problema de salud en las familias porque deben desvelarse desde las 2:00 de la madrugada para ir a los pozos y agarrar agua en barriles y pichingas, de no ser así pasarían todo el día buscando quién les venda un poco para saciar la sed, bañarse y preparar sus alimentos.
Al parecer los pozos no terminan de recuperar su nivel de agua subterránea a pesar de las lluvias.