El Gobierno decretó alerta roja por una serie de fenómenos naturales que ponen en riesgo a la población. Tras el registro de un terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter, con una profundidad de 16 kilómetros y localizado a 118 kilómetros al oeste de Padre Ramos, en el Viejo, Chinandega dejó a varias poblaciones del Pacífico afectadas.
El evento geológico se produjo en contexto de la activación del volcán San Cristóbal con emisión de cenizas y expulsión de material volcánico, mientras un huracán categoría dos amenazaba con fuertes lluvias y vientos la región del Caribe y avanzaba hacia el este, con dirección al Triángulo Minero.
Ese fue el escenario del segundo simulacro que el Gobierno denomina multiamenazas, ya que busca poner en contexto diferentes fenómenos naturales que podrían incidir en la seguridad de la población. Este fue de carácter nacional y participaron instituciones del Estado, colegios, mercados y universidades.
Por su parte, la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, dijo que una de las recomendaciones que valorarán es que una o dos veces al año se realice este simulacro en el día domingo y facilite una mayor participación de las comunidades. El próximo simulacro nacional será en septiembre próximo.
Comerciantes alerta
Evacuación por sismo y pillaje fue uno de los escenarios a los que se enfrentaron los comerciantes del mercado de Mayoreo, como parte del simulacro.
Durante este ejercicio, en el que participaron más de quinientos vendedores de ese centro de compras, se les explicó que el escenario del robo se incorporó para ensayar el actuar ante esta situación. “Coordinamos con varios comerciantes que formaron parte de las brigadas para que hicieran el papel de delincuentes, mientras intentábamos sofocar las llamas en una zona del mercado (también hubo incendio)”, dijo Javier Cruz, secretario político del mercado.
De acuerdo con información brindada por el director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González, en el segundo simulacro se movilizó a más de un millón de personas.
De esa cifra, más de ochocientos mil son estudiantes de 8,600 colegios públicos y 930 colegios privados, dijo González. También participaron unos 35,000 maestros. En relación con los hogares estuvieron involucradas unas seiscientas mil personas desde sus casas.