Afán de poder enfermizo
El gobernante que por ambición de poder provoca conflictos en su pueblo de ninguna manera puede ser un buen gobernante y solo demuestra desprecio por la seguridad y bienestar de su pueblo. Y ansias de poder enfermizo para conservar sus millones de dólares robados al pueblo.
Los que fingen querer a Nicaragua, los que fingen ser cristianos o católicos, los que fingen que les importa la integridad de la familia, no solo son mentirosos sino que son perversos y merecen el desprecio del pueblo.
En Nicaragua los actuales gobernantes distan muy largo de ser personas que sean sinceras, que digan la verdad en sus políticas y mensajes diarios por radio, televisión y panfletos, la gran mayoría del pueblo nicaragüense sabe que son puras mentiras y que todo lo que hacen a diario es por conservar el poder y hacerse más millonarios a costa de los impuestos que hacen pagar al pueblo en impuestos directos e indirectos.
Estamos viviendo actualmente en Nicaragua un régimen inhumano, intolerante, abusivo, usurpador, corrupto, mentiroso, hipócrita, cínico, que inútilmente trata de engañar a los nicaragüenses, pero que al fin se están engañando a sí mismos.
Los únicos que creen en el actual régimen dictatorial que nos desgobierna en forma corrupta son los robots, lo serviles y tontos que aún tienen vendas en los ojos y son sordos y mudos, que se benefician de las migajas que les regalan, los desperdicios y sobras, de los mandamás, que están robando para construirse palacetes, con costoso mobiliario, carros de lujo, celulares de última generación, viajes turísticos al extranjero, comer y beber en lujosos restaurantes y hoteles, en fin vivir a costillas del pobre pueblo como reyes y príncipes.
Solo recordemos la fiesta herodisiaca del príncipe Laureano (Ortega) recientemente que costó más de cincuenta mil dólares, mientras a los asegurados y jubilados se les niegan sus medicamentos y hasta extraoficialmente se dice que están cerrando el Hospital Cruz Azul y trasladando su personal al Hospital Central Managua y otras clínicas de “Sermesa”.
Bueno pero el dicho sabio de que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, algún día no lejano se hará justicia en Nicaragua.
William Ernesto Roiz Murillo.
¿Aceptación o estrategia populista?
Un grupo de locatarios afectados por el último incendio ocurrido en el Mercado Oriental ha “aceptado” con beneplácito la propuesta del funcionario de la comuna de Managua, secretario general Fidel Moreno, acerca de la reposición de sus tramos dentro de un edificio de dos plantas.
Creo que los ciudadanos del municipio de Managua necesitan conocer todos los detalles de dicho acuerdo, ya que a mi juicio surgen algunas interrogantes de índole económica (útil para la sostenibilidad financiera de la Alcaldía), ambiental y social, por ejemplo: ¿Cuál es el tiempo de proyección para la recuperación de los costes que se invertirán en tal construcción? ¿Cómo se calculará el canon de arriendo, por el espacio nuevo (tramo) que ocupará cada uno de los comerciantes? ¿El nuevo edificio es un parche, dentro de los cientos de problemas que suscitan en el centro de compra, o es parte de un Plan Integral para la recuperación de los espacios peatonales y vehiculares en todo el entorno del mercado? ¿Se reducirán los robos cometidos por delincuentes, para hacer más placentera la permanencia de los usuarios y comerciantes? ¿Podrá el Cuerpo de Bombero hacer su labor sin obstáculos dentro y fuera de este nuevo edificio, cuando se presenten incendios y/o sismos? ¿Esta aceptación o acuerdo es una estrategia populista para abonar a la campaña en la “elección de autoridades locales” de noviembre próximo?
Antes de comenzar la construcción de los nuevos tramos se deben analizar algunos aspectos más integrales que reduzcan las vulnerabilidades existentes en el mercado, algunas de carácter físico, cultural, económico y social. Dentro de las vulnerabilidades más prioritarias está: la reducción de la población de niños y niñas que deambulan a diario por todo el centro; algunos de los cuales se dedican al robo, consumo de drogas, alcohol y otras sustancias prohibidas, a vista y paciencia de autoridades policiales, y el Ministerio de la Familia quien debería atenderlos de forma integral.
Por otra parte, hay que aprovechar que estos comerciantes (los afectados por el incendio) y otros que laboran en el Oriental se conviertan en negociantes formales, para que de esta manera puedan emitir facturas de compras membretadas, que sus trabajadores coticen a la seguridad social (INSS), además lleven libros contables en todas sus operaciones mercantiles, tan útiles para ser sujetos de crédito en la mayoría de las instituciones bancarias de la nación, asimismo sirva esto para la transparencia en el manejo de las declaraciones de impuestos y tasas tributadas a la comuna capitalina.
Finalmente, es oportuno señalar que estas acciones realizadas a la ligera por la dirigencia de la Alcaldía son consecuencia de las malas decisiones de sus jefes (“la compañera y el comandante”) que orientaron de forma populista dejar a comerciantes informales en las aceras, campos deportivos o cualquier otro lugar público.
A Moreno en nada le beneficia darse cuenta que desde que asumieron el poder local en Managua, ha proliferado el caos en este mercado. Por no tener sensatez en asumir un rol preponderante en cuanto a planificación estratégica refiere.
Salomón Samuel Mendoza Suárez.
Dirigir el INSS
“Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad”. Albert Einstein.
Sabemos que la situación del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) es totalmente insostenible, una de las razones tiene que ver con su actual administración, la otra razón es que se duda que el problema sea solucionable desde las teorías que han sido propuestas por años.
Para empezar, los cotizantes no deberíamos permitir mediocridades en los puestos más elevados del Seguro Social, lo que se aprecia claramente en el director de dicha institución, quien usa los medios de comunicación oficialistas para tratar de evadirse, ya que en lugar de asumir su responsabilidad y rendir cuentas de su prolongada y rematada gestión, se enfoca en trasladar la culpa de todos los problemas a los “gobiernos neoliberales”, como si su trabajo se redujera a reproducir lo que quiere divulgar el poder político.
Una sociedad eficaz exigirá que la alta dirección del INSS tenga unos criterios adecuados de rendimiento, lo que incluye también a los miembros del Consejo de Dirección del Cosep, en otras palabras, toda esta gente debe ser juzgada sobre la base de si el INSS está correctamente organizado, cómo han manejado la cartera de inversiones, si usan los recursos con eficiencia y operan con eficacia, en fin, si tienen metas estratégicas y programas correctos. La verdad es que en un punto tan crucial como la insolvencia, los miembros de la administración de Ortega no han hecho nada, ¿acaso la insolvencia no ha estado proyectada desde hace más de una década?
Los afiliados debemos exigir respuestas, por ejemplo, según memorias del INSS, desde el 2007 han adquirido activos no financieros por un monto de 201 millones de dólares, al parecer nadie sabe qué tipos de activos son, ni siquiera si fueron adquiridos bajo procesos de licitación. Más todavía, el total de empleados asignados a la presidencia se incrementó de 26 (dic. 2007) a 114 (2016), por eso, no debe sorprendernos saber que la nómina salarial del INSS es casi seis veces superior a la que había en el 2006. Los ingresos se han multiplicado 3.25 veces, mientras que los gastos operativos 4.91 veces, ¿no se supone que deben mejorar los servicios sin exceder su presupuesto?
Las matemáticas son simples, lo complicado es la vida real, la poca cultura de rendición de cuentas, la opacidad, verdaderos problemas del INSS que no se toman suficientemente en serio, pero que son una carga insoportable que vuelve inviable controlar la rentabilidad de su gestión.
David Melara Bárcenas.