A pesar de ser periodista no maneja bien el Twitter. Le gusta comer de todo y su gran pasión es coleccionar carros a escala. Es el creador del noticiero Acción 10, pero no le gusta que lo llamen “el zar de la nota roja”. Ha trabajado en radio y televisión y una vez lo corrieron de un medio oficial por ser sandinista.
¿Qué es lo primero que hace cuando se levanta?
Ver la hora. Y sintonizar radio. Me apasiona. Si me levanto tarde siento que he perdido tiempo.
¿Cuánto tiempo demora arreglándose para salir?
Unos 30 minutos.
¿Se baña diario?
Una vez al día. Para ahorrar agua (risas).
¿Una mala palabra que acostumbra decir?
Hijuelacienpu…, siento que me desahogo. La digo constantemente.
No se la digo a nadie. Simplemente son los momentos.
¿Es llorón?
Si veo a la gente llorar, me dan ganas de llorar. Me da pena, pero suele suceder en mi trabajo, por el contenido del noticiero.
¿Qué le gusta de usted mismo?
La pasividad. Tengo paciencia. Bastante. La tolerancia hace que me lleve bien con la mayoría de las personas.
¿Y qué le enoja?
Que me vean la cara de tonto.
¿Un libro?
La montaña es algo más que una inmensa estepa verde, de Omar Cabezas. El relato de la sobrevivencia que ellos tuvieron en la guerrilla.
¿De qué se arrepiente en la vida?
El temor que tengo de iniciar varios proyectos que yo creo que ahorita ya fueran un gran éxito.
¿Su recuerdo más triste?
La muerte de mi padre, en 1984. No me hace falta. La falta de relación con él me entristeció.
¿El dólar o el córdoba?
El dólar. Cuando uno mira el dólar mira el progreso, la sostenibilidad.
¿Una afición?
Coleccionar carros a escala.
¿Una película que lo haga llorar?
Un don excepcional. Me hace llorar cuando separan a la niña de su tío. Es una niña que su madre murió y se la encargó a su tío.
¿Cumplió el Servicio Militar?
No fui porque me dio polio a los nueve meses. Eso me salvó. Pero me quisieron mandar así.
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