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Rosendo Álvarez, boxeo, alcalde de Managua, elecciones municipales

Rosendo Álvarez con sus títulos de boxeo. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Rosendo Álvarez: “No quiero ser alcalde”

El excampeón mundial de boxeo, Rosendo Álvarez, asegura que solo quiere ser entrenador y transmitirle a los jóvenes sus conocimientos y experiencia. No quiere ser alcalde de Managua

“Vamos, ese es el ritmo. Un boxeador tiene que tener ritmo para pelear. Dale, vamos. Cuatro golpes. Cuatro golpes más. Hey, movete más. Vamos, vamos”. Así le gritaba Rosendo Álvarez este miércoles pasado a un grupo de jóvenes en el gimnasio que está en el estadio de futbol Cranshaw. Bajo la mirada de “Polvorita” Martínez, el dos veces campeón mundial de boxeo pasaba un examen para ser aprobado como entrenador por la Comisión Nicaragüense de Boxeo, algo que él —según dijo— no necesita hacer pero que lo hizo “por humildad”.

Vestido con una camiseta negra con la leyenda en el frente de su promotora boxística, Búfalo Boxing; un pantalón corto color crema, calcetas tobilleras blancas y zapatillas deportivas rojas, Álvarez trataba de convencer, moviéndose entre los aspirantes a boxeadores, unos 30, mujeres incluidas. “Va bien. Se ve que tiene manejo del grupo”, dijo alguien en el salón.

“El Búfalo”, a como se le conoció durante su carrera deportiva, se mostró amable con los jóvenes y les daba consejos. “Quiero que sean campeones. Quiero que sean buenos elementos de la sociedad. Nada de drogas, nada de alcohol. Y ojalá que de aquí salga un campeón olímpico, sería bueno para el país. Lo podemos lograr. Tenemos un buen gobierno que nos da estabilidad”, les dijo Álvarez al terminar el entrenamiento.

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Poco antes de pasar a la prueba de vendaje, Álvarez accede a hablar con la revista DOMINGO sobre algunos aspectos de su vida privada y también del mundo del boxeo y de la política. Sudado y con evidente cansancio busca unas sillas a la salida del gimnasio y se sienta para conversar.

Rosendo Álvarez durante la prueba como entrenador que realizó el miércoles pasado en el estadio Cranshaw. En la imagen con la prospecto Eymi Zapata. “Sos buena”, le dijo Álvarez. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

¿Dicen que este proceso es de varios días, pero usted solo estará en prueba hoy?
Lo que sucede es que ellos hacen un seguimiento a los entrenadores cuando vienen a buscar una licencia. Esta asociación (de entrenadores) es bueno que exista, porque le da un estatus de profesionalismo a esta profesión. Yo creo que haber venido humildemente a cumplir con los requisitos va a ayudar muchísimo a esta asociación, para que la demás gente que quiera ser entrenador haga los requerimientos perfectos para poder tener una licencia.

Lo vi dando muchos consejos a los jóvenes para que salgan adelante. ¿El boxeo es un deporte principalmente para personas de escasos recursos?
Este es el deporte que le abre puerta a los pobres, no solo nicaragüenses, del mundo. Yo vengo de una familia muy pobre, humilde. De una clase trabajadora, obrera y digna, pero de escasos recursos. Con el esfuerzo y el apoyo de mi mamá, que en paz descanse, logré coronarme bicampeón mundial. Y logré hacer realidad mi sueño y logré tener una vida más digna.

¿Cuánto fue el capital más grande que llegaste a tener?
Para no mentirte, en año y medio de haber ganado la corona mundial yo llegué a tener un millón de dólares en una cuenta de ahorro. Eso era para mí algo que no estaba en mis planes, eso era un sueño difícil de alcanzar. En una familia tan pobre donde yo crecí, era muy difícil que yo pudiera tener un dólar en el banco. Nunca había conocido un billete de dólar.

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¿Cómo te afectó tener ese dinero?
Fue algo tan maravilloso, tan grandioso, que no puedo comprender cómo llegó ese momento. Fue impactante para mí, viniendo de una familia tan pobre. Mi primera pelea de gran cantidad de dinero fue de 35 mil dólares, libres, sin pagar impuestos. Y gano la corona. Vengo a pelear a Nicaragua, soy el único boxeador nicaragüense que ha ganado 100 mil dólares en Nicaragua y libre de impuestos, en mi primera defensa contra Kermin Guardia, en el año 1996.

¿Era poquito?
En aquel entonces 100 mil dólares era mucho más de lo que es hoy. Estoy hablando de que hoy hay bolsas de 100 mil dólares que se te van rápido.

¿Tanto dinero fue positivo o negativo?
Por un lado positivo. Ayudé a mucha gente, a mi familia. Soy una persona muy dadivosa, yo no puedo tener nada en mis manos porque yo lo comparto. Le doy gracias a Dios de tener ese don, de poder compartir el pan que Dios me da con las demás personas. Yo no dejo a alguien morir de hambre. Yo nunca he dejado a alguien desnudo, que llegue a mi casa y verlo mal vestido, yo lo visto ahí nomás. Le pongo zapatos nuevos o saco un par de zapatos de los que yo tengo y se los pongo. Eso es algo que me enseñó mi mamá. Fueron los principios cristianos y me siento orgulloso de conocerlos.

¿Qué pasó con el millón de dólares?
Comencé a tener una vida de más gastos, porque me metí a negocios que no rindieron. Mucha gente pensará que yo me gasté el dinero en vicios, en drogas, en mujeres. Yo no hice muchas cosas así. Mi dinero se perdió en malas inversiones. Compré cuatro buses, los puse a trabajar en el país y los buses no me generaban ganancias, solo para los conductores y los cobradores. Como yo no tenía el control de los buses, pues alguien estaba tomando mayor ventaja. Decidí venderlos y a cada uno le perdí ocho mil dólares. Solo ahí es pérdida. Con la esposa que tuve introdujimos una línea de cosméticos y adelgazantes, 45 mil dólares, y también los perdimos.

¿Todavía tiene relación con ella?
No, ninguna. Yo vivo en Nicaragua y ellos en California. Mi hija Sharon, de 25 años y Rosendo Isaac, que tiene 22. Tengo entendido que están en la universidad.

¿Cómo le va con sus hijos?
Hemos estado un poco distantes. Por malas influencias. Pero creo que todo puede superarse.

¿Cómo digiere esa situación?
A alguien como yo, que di lo mejor para ellos, claro que me duele. Me gustaría haber tenido una relación estrecha. Ahora tengo un hijo de 3 años con mi esposa, la licenciada Ruth Rodríguez, presidenta de Búfalo Boxing. Tenemos seis años de estar juntos. Nos casamos dos años después de convivir juntos. Ha sido una vida muy feliz, tranquila. Sobre todo que tenemos una visión positiva. Ella vende charlas de motivación, yo también, vamos a los centros de rehabilitación de jóvenes adictos, vamos a los ancianos, vamos a los niños del Pajarito Azul, vamos a la cárcel.

¿La relación anterior que usted tenía no ha afectado a la actual?
Cuando nos unimos ella sabía todo de mí. Hay que ser sinceros en la vida. Para tener una buena relación en la vida hay que decirle a la persona quién sos, qué es lo que hacés, qué has hecho, todo.

¿Hubo algo vergonzoso de todo lo que le explicó?
No. Yo no me avergüenzo de mi pasado. Le saco provecho. Hoy brindo charlas de motivación basado en mi pasado. Yo hubiese podido lograr las cuatro coronas mundiales, hubiese podido unificar las dos coronas que empaté, una con “Finito” y otra con Víctor Burgos, otras coronas de otros organismos mundiales. Pero yo desperdicié mucho talento porque me gustaba tomar. Yo tomé licor toda mi vida.

Mucho se le miraba en las galleras con una cerveza en la mano…
Sí, yo iba a las galleras. Pero yo no me avergüenzo de haber tomado.

¿Cuánto tiene de no tomar?
Hace muchos años, cuando decidí tomar el camino de formar una nueva familia. Tenía también que tomar el camino de abandonar todo lo negativo que perjudicó mi vida pasada. He logrado ir buscando ser una persona más correcta. Perfecto nunca lo voy a ser.

Rosendo Álvarez con sus títulos de campeón mundial y otros trofeos. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Hace un tiempo dijo que usted pasó siete años muy malos. ¿Qué fue lo más difícil?
Hay personas que no podrán entenderme. Yo soy un hombre de sueños y todo lo que he soñado se ha cumplido. Yo soñé en el año de 1999 que iba a ser abandonado por todo mundo. Que iba a pasar por un desierto y que toda mi fortuna se iba a destruir y que solo una moneda me iba a quedar en la mano. Y con esa moneda yo comí el resto del tiempo. Llegué a una chocita pobre, entré y había una cabeza de bananos y yo tenía mucha hambre, yo quería comer, porque no tenía dinero. Y cuando tomé la banana se quebró porque se había petrificado. Era tan vieja la banana que los bananos estaban hechos piedra. Y eran siete. Significaban siete tiempos difíciles para mí. Yo no lo entendí ni lo comprendí, pero siete años después de haber soñado eso pierdo mi última pelea por la búsqueda de la tercera corona con Jorge Arce y el mismo día que pierdo empieza a ocurrir lo que Dios me había mostrado siete años antes. Yo no lo creí que iba a suceder, pero sucedió. Me abandonó todo mundo. Amigos, esposa, hijos, familia, gente, Don King. Yo soy un privilegiado, yo sueño todo lo que va a ocurrir, para bien o para mal. Para ser campeón lo soñé. Para pasar por las dificultades también lo soñé. Y aprendí de esa magnífica lección que Dios me dio. Yo no puedo lograr el éxito ni el triunfo si no es con la voluntad de Dios y yo pensé que lo había logrado por mi propia cuenta. Y eso me hizo caer bajo, llegué a tocar fondo. Nunca consumí drogas, no fui drogadicto pero sí bebía licor bastante. Pero no como borrachito. Yo pensaba que eran tragos sociales, pero me equivoqué, no existen los tragos sociales.

¿De llegar a tener un millón de dólares, ahora qué tiene?
Un millón de amigos. Gente positiva. Tengo unas propiedades que me quedaron. Una empresa exitosa como es Búfalo Boxing. El año pasado nuestra empresa promotora movió tres millones y medio de córdobas en eventos boxísticos y nos sentimos orgullosos de dar empleo a mucha gente. Gran parte de ese dinero, también contribuimos al desarrollo de nuestro país porque pagamos impuestos, casi 18 mil dólares al año, más los 300 mil (córdobas) que se pagaron a la Alcaldía. O sea, estamos contribuyendo al desarrollo social y deportivo de mi nación. Yo quiero ser un instrumento para mi pueblo, por eso es que ahora quiero ser entrenador, quiero transmitir a la nueva generación mis buenas experiencias y las malas, y mi resurgir de la nada, porque en la actualidad yo tengo plata siempre en mi bolsa.

¿Está lejos de llegar al millón de dólares?
Lógicamente. No tengo dinero para decir que soy un hombre con tanta plata pero puedo comer en los restaurantes más caros que hay en mi país. Puedo ponerme la ropa más cara que sea, pero yo, como aprendí de mi lección, pues yo visto humildemente, lo que haya.

Rosendo Álvarez junto a jóvenes aspirantes a boxeadores. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

¿Quiso o quiere ser alcalde de Managua?
Yo no quiero ser alcalde. Simplemente una vez me preguntó un compañero periodista que si a mí me gustaría ser alcalde, yo le dije que si el gobierno del presidente Daniel me necesita, yo acepto. ¿Por qué no? Si me gusta servir.

¿Si lo llama alguna otra fuerza política?
Difícilmente. No lo haría.

¿Por qué solo con Ortega?
Porque existe un vínculo desde hace muchos años. En 1995, cuando yo fui campeón, yo era el único atleta que invitaba al comandante a mis cumpleaños, a mis fiestas. Hubo mucha gente que me criticó y dijo que me estaba dando color, qué por qué lo hacía. Pero yo creo que el comandante Daniel Ortega tiene muchas cosas buenas y positivas. No es perfecto, pero también ha ayudado a que este país salga adelante.

Lo critican por el uso de la Policía, las represiones, los fraudes electorales…
Te voy a ser sincero. Estados Unidos tiene una policía más represiva y nadie los critica. Los Estados Unidos, yo vi, una mujer se bajó de un carro y le dijo algo al policía y ahí nomasito la enchachó y la acostó en el piso. Aquí eso no pasa.

¿No estará justificando por simpatía?
No lo estoy justificando. Te puedo mostrar videos y periódicos, donde la Policía de Estados Unidos no podés hacer un medio ademán porque te acribillan a balazos. ¿Por qué solo vemos lo que sucede acá? Si la Policía es muy tonta aquí nos llenamos de delincuentes.

¿De los opositores qué piensa?
No siento ningún rencor contra los opositores. Son hermanos de mi pueblo.

Hablando de otra cosa. Muchos critican a Mayorga porque ofende a las mujeres. Usted lo defiende.
No estoy de acuerdo en que él hable de esa manera. Yo no lo defiendo a él por hablar así. Yo lo defiendo por ser humano. Él fue un gran campeón. Le dio gloria a este país. Merece una oportunidad.

¿Usted iría en una fórmula con él?
Es que yo no quiero ser político. Estoy bien en lo que estoy. El deporte es mi pasión. Yo trabajo en diferentes áreas, en diferentes instituciones, voy a las universidades a brindar charlas de motivación. Hay empresas que me contratan para hablar con sus empleados acerca del éxito y cómo triunfar. Yo estoy feliz así.

¿Tiene relación con el “Chocolate”?
Sí. Hablamos. Intercambiamos saludos.

¿Amigos?
Amigo personal no.

¿Qué opinión tiene de él?
Es un gran deportista.

¿Cree que es menos ahora después de haber perdido su primera pelea?
No. Su grandeza ya quedó escrita. Ya eso no se borra. Todo lo que hace un campeón del mundo ya queda en la historia.

¿Cree que realmente perdió?
Él la ganó y le robaron. Ganó el “Chocolate”.

La vez pasada dijo que Román ya había superado a Alexis…
En coronas. Hasta el momento. Pero si Román logra vencer ahorita a Rungvisai y después vence al japonés Inoue, prácticamente Román sería el mejor atleta nacido en Nicaragua, superando a todos. No la popularidad y el aprecio que siempre le vamos a brindar a Alexis Argüello, porque Alexis es ícono del boxeo mundial. Imborrable.

¿Usted dónde se ubica?
La gente me ha ubicado en tercer lugar. El tercer mejor campeón de la historia de Nicaragua, detrás de Román y detrás de Alexis Argüello. Realmente no me gusta ponerme ninguna edad, porque yo creo que toditos hemos hecho un gran trabajo. Los demás campeones también hicieron su sacrificio. Lo importante es que el pueblo te quiera.

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¿Cómo fue su relación con Alexis?
Yo soy el pionero del boxeo profesional. Yo le abrí puertas a este deporte en Nicaragua. Después de haberse retirado Alexis Argüello, 12 años, yo reviví el boxeo profesional en mi país.

Usted acaba de decirle a los jóvenes que en los años 80 hubo grandes boxeadores…
Solo era amateurismo. La gran mayoría de boxeadores se quemaron peleando 10 años boxeo amateur contra cubanos, rusos de gran envergadura. Por eso sucedió que muchos de ellos hicieron hasta 300, 400 peleas. Cuando saltaron a profesional ya eran mayores.

¿Alexis le tuvo envidia a usted?
No. Nunca. Siempre tuvo cuestionamientos contra mí por mi falta de disciplina. Él sabía que yo podía dar más.

¿Tuvo razón al final?
Sí, tuvo la razón.

¿Qué piensa de su muerte?
Es un tema muy complicado de hablar porque yo no estaba en Nicaragua cuando él falleció y lamentablemente se nos fue el máximo mejor deportista de toda la historia del país.

Rosendo Álvarez en la comodidad de su hogar. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE

Plano personal

Rosendo José Álvarez Hernández nació el 6 de mayo de 1970. Hijo de Rosendo Álvarez y Celina Hernández, ambos ya fallecidos. Se crió en Ciudad Sandino, antes Open III.

Se casó en primeras nupcias con Ana Francis Donaire, de quien se divorció en 2006, tras 14 años de relación. Tuvo dos hijos con ella, Sharon y Rosendo Isaac. Se volvió a casar hace cuatro años con Ruth Rodríguez, con quien procreó un niño que hoy tiene 3 años de edad.

En los años 80, estando dentro del Ejército Popular Sandinista, se involucró en el boxeo y llegó a ser campeón nacional. En el ámbito profesional, obtuvo dos coronas mundiales. Fue campeón por vez primera en diciembre de 1995, tras vencer a Chana Porpaoin.

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Fue el único boxeador que mandó a la lona al mexicano Ricardo “Finito” López, considerado el mejor peleador de categorías pequeñas de la historia.

En julio del 2011, Álvarez ingresó en el Salón de la Fama del Deporte de Nicaragua.

Acusó a Don King de haber frenado su carrera boxística porque no le propició muchas peleas. “Hice 11 pelas en 11 años”, dijo Álvarez en 2011 a la revista Magazine de LA PRENSA.

A la edad de 9 años perdió a su padre. Y en 1979, durante la revolución, perdió a su hermano Sandro. Recientemente sufrió la pérdida de su madre.

No tengo dinero para decir que soy un hombre con tanta plata pero puedo comer en los restaurantes más caros que hay en mi país. Puedo ponerme la ropa más cara que sea”.
Rosendo Álvarez, ex bicampeón mundial de boxeo nicaragüense.

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COMENTARIOS

  1. maria de los aangeles
    Hace 7 años

    Buena decisión Rosendo, dedícate a la tuyo, te lo dice una amiga de tu madres, alejatede ese serpentario, donde solo subsisten víboras con privilegios y otras serviles, también Aardillas que saben guardar muchos secretos

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