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Ocupa INSS LAPRENSA/ Carlos Herrera

Los rostros del asalto a #OcupaINSS

Hace cuatro años una turba atacó a un grupo de ancianos y jóvenes en el movimiento que se conoció como OcupaINSS. Hay héroes, víctimas y villanos. Estos son los protagonistas

OcupaINSS fue un movimiento espontáneo de chavalos que decidió apoyar la protesta que hace cuatro años un grupo de ancianos mantenía en el Instituto de Seguridad Social (INSS) en demanda de pensiones reducidas. Comenzó como un movimiento alegre, juvenil y solidario que, sin embargo, fue disuelto violentamente cuando unos 300 paramilitares, según calculó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), identificados con el gobierno asaltaron el campamento que jóvenes y ancianos mantenían. Golpearon, destruyeron y robaron.

Daniela Mora, Carlos Villanueva y Cristhian Alvarenga lo vivieron en carne propia. Los dos primeros perdieron hasta sus vehículos. Pero hay más rostros. Del otro lado está el del comisionado mayor Pablo Emilio Ávalos, quien jefeaba la fuerza policial que, en principio, acordonó al piquete de ancianos para impedir que llegara apoyo y hacerlos desistir por hambre o por sed y que, luego, en la víspera del ataque, retiró sospechosamente sus fuerzas del lugar, dejando que los delincuentes actuaran con impunidad contra los jóvenes y ancianos. Está también el de Pedro Orozco, coordinador de la Juventud Sandinista, a quien algunas víctimas identificaron dirigiendo el operativo paramilitar y quien luego reapareció públicamente con grupos de jóvenes sandinistas que llegaban a solidarizarse con los ancianos atacados y en sustitución de los jóvenes vapuleados. O monseñor Silvio José Báez, quien muy de mañana, tras enterarse del asalto, se presentó al lugar junto con el cardenal Leopoldo Brenes a apoyar a las víctimas y a confrontar a los victimarios.

Está también don Porfirio García, el presidente de la Unidad del Adulto Mayor (UNAM) que encabezaba la protesta, y a quien se le vio agradeciendo vehemente el apoyo de los jóvenes solidarios y que finalmente, después del ataque, reapareció de la mano del mismo Pedro Orozco en la tarima que el Frente Sandinista dispuso para anunciar las pensiones por las que luchaban.

No son todos. Hay más protagonistas de este suceso que sacudió la opinión pública nacional hace cuatro años, y que todavía hoy continúa en total impunidad.

Jóvenes OcupaInss

Cientos de jóvenes apoyaron la lucha de los ancianos. LAPRENSA/Archivo

Todo comenzó cuando el 17 de junio de 2013, unos 200 ancianos se tomaron las instalaciones centrales del edificio de Seguridad Social y a través de los medios de comunicación que cubrían la noticia hicieron un llamado a la población a que les ayudara con comida, frazadas y principalmente apoyo moral para resistir en la protesta. Algunos jóvenes decidieron por su cuenta llevar víveres a los ancianos, y espontáneamente se encuentran unos con otros esa tarde. Todavía son unos pocos y no son un movimiento organizado.

Al día siguiente, los ‘viejitos’ se toman nuevamente las instalaciones centrales del INSS. La Policía acordona el lugar y un grupo de jóvenes se organiza para apoyar e invita a través de la redes sociales a otros a recolectar alimentos para enviárselos a los protestantes. El periodista de LA PRENSA Néstor Arce hace un envío noticioso para redes sociales y por primera vez utiliza la etiqueta #OcupaINSS que luego sería tomado como el nombre del movimiento.

Nace la etiqueta

“El 18 de junio LA PRENSA me mandó a cubrir una protesta en el edificio central del INSS. Ese día durante la manifestación realicé las primeras publicaciones, en mis redes y las oficiales del Diario, con la etiqueta #OcupaINSS. El hashtag nació de una conversación en Twitter, entre otros usuarios y yo, pero mi trabajo como gestor de redes sociales en LA PRENSA, ayudó que la etiqueta se posicionara en la conversación. Luego, los jóvenes que apoyaron a los ancianos utilizaron la etiqueta, fui parte de los que se organizaron, pero mi principal trabajo durante esa semana fue darle cobertura a las protestas para el diario”, explica Arce.

La principal misión de los jóvenes OcupaINSS era hacerles llegar agua y comida a los ancianos que protestan y que han quedado cercados por tres cordones policiales. Deriva en un movimiento alegre, con bailes, música y mucha actividad, principalmente en las redes sociales.

Los agredidos y robados

Días antes del ataque de las turbas, jóvenes acompañan a los viejitos que aguardan en las instalaciones del INSS. LAPRENSA/ Carlos Herrera

Más o menos a las cuatro de la mañana del 22 de junio comenzó la agresión. Los delincuentes llegaron en cinco camiones de la Alcaldía de Managua. Según la revista Confidencial, hubo una reunión previa para organizar el ataque.

“La reunión”, asegura Confidencial, “fue presidida por Fidel Moreno, secretario de la Alcaldía capitalina y principal operador político del FSLN en Managua. Participaron Bosco Castillo, secretario de la Juventud Sandinista y Ministro de la Juventud, la diputada, Jenny Martínez, y José Treminio, Viceministro de Educación”.

“Treminio fue el único que se opuso a que las estructuras de la Juventud Sandinista fueran utilizadas como fuerzas de choque para agredir a los ancianos y jóvenes de Ocupa INSS. El viceministro de Educación argumentó que “un ataque vandálico no le convenía a la imagen del gobierno”. Pero Fidel Moreno zanjó la discusión con un gesto terminante, y dijo: “son órdenes que vienen de arriba y tenemos que cumplirlas”, explica Confidencial.

Agresiones

Cristhian Alvarenga fue uno de los jóvenes agredidos por las turbas sandinistas frente a los policías que resguardaban el edificio del INSS central. Recibió varios golpes en el estómago y el ojo derecho. Fue desnudado hasta que lo dejaron ir y corrió a refugiarse en la gasolinera que está frente a Plaza Inter, donde estaban otros jóvenes. Llegó a caer al suelo y comenzó a vomitar sangre.

Según el informe del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), ese día hubo al menos 15 heridos y 30 jóvenes fueron víctimas de robo. Ellos lo denunciaron en la Fiscalía y la Policía Nacional, pero no recibieron respuesta. Incluso, el 25 de junio del 2013, esta última institución dijo a través de un comunicado que nada de lo que aparecía en los videos había ocurrido en el país. A Cristhian Alvarenga ni siquiera le tomaron declaración.

La última vez que Carlos Villanueva vio su camioneta fue cuando la turba de encapuchados lo arrastraba a golpes la madrugada del 22 de junio del 2013. Él alcanzó a ver de lejos como otros vándalos le quebraban los vidrios y la empujaban. Era una Nissan del año valorada en 30 mil dólares. Cinco vehículos más desaparecieron ese día a vista de la Policía Nacional y hasta hoy no han recibido una respuesta de su paradero y ni siquiera han podido reclamar los seguros porque no tienen constancia del robo.

“La policía nos decía que no había nada, no se hicieron las averiguaciones. Uno llegaba a la estación de policía y te recibían las cosas los secretarios te atendían, pero las autoridades no daban la cara. Y los seguros nos dijeron que sin esa constancia de la policía no se iba a mover el caso”, afirma Carlos.

El carro de Daniela Mora también desapareció ese día, pero a diferencia de Carlos, su vehículo era una herencia de su familia. Ni siquiera tenía alarma, pero ese era “su machete”. Ella se dio cuenta que había desaparecido hasta en la mañana que regresó a donde estaban acampando porque desde la madrugada que una turba sandinista los atacó estaba refugiada en una gasolinera.

El carro de Daniela Mora, que era herencia de su familia, fue uno de los siete vehículos que desaparecieron durante el ataque de las turbas. LAPRENSA/ Óscar Navarrete

“Fue una locura. Me hicieron creer que tuve un episodio esquizofrénico, que alguna vez tuve carro porque nunca tuve una respuesta. Nunca se tomaron en serio las denuncias, todo quedó guardado”, se lamenta años después Daniela.

Isaac Zelaya corrió con menos suerte que ellos porque su carro recién lo había adquirido y como no les dieron constancia del robo, aún sigue pagando cuotas de 160 dólares. Terminará de cancelarlo hasta el 2019. Carlos dice que no pierde la esperanza de poder cobrar el seguro de su vehículo, “quizás en el 2035 nos den respuesta”, dice resignado.

Monseñor Báez

Monseñor Silvio Báez reprendiendo a miembros de la Juventud Sandinista. LAPRENSA/Archivo

Una serie de llamadas insistentes despertaron a monseñor Silvio José Báez esa madrugada del 22 de junio. Eran jóvenes y padres de familia relatándole el panorama de terror que estaban viviendo. Monseñor Báez se asustó y en principio no creía lo que le estaban relatando.

–¿Está doña Vilma Núñez ahí?– preguntó y le dijeron que sí.

“Llamé a doña Vilma y me confirmó todo. Por favor venga, me dijo. Llamé a Polito (en ese entonces monseñor Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua), y le conté. Le dije que pasaría por él para que fuéramos. Pasé también por monseñor Miguel Mántica y así fue como llegamos al lugar”.

Lo que vio le partió el alma. Jóvenes con las ropas desgarradas, con moretones en sus cuerpos, llorando algunos. Enfrente estaban miembros de la Juventud Sandinista. Los religiosos trataron de persuadirlos para que se fueran y ante la resistencia los reprendieron.

“En nombre de Dios, no creen más tensión. Esa música a todo volumen cuando hay gente aquí que está sufriendo, herida, hemos visto muchachos golpeados, ancianitos que están con la presión alta, otras a los que se le ha subido el azúcar. ¿Ustedes creen que les ayudan con esta música a todo volumen?”, les dijo monseñor Baéz.

Video de Báez

Para la historia quedó un video donde se ve a Monseñor Báez reprendiendo duramente a Orozco y su pandilla. “Este no es el modo, vayan a estudiar, aquí no somos tontos”, les dice. Lo que no quedó grabado en video es cuando los religiosos van dónde los policías, que permanecían “ocultos” como a cuadra y media del lugar de los hechos. “Les reclamé fuerte. ¿Por qué permitieron que pasara esto?, les grité. ´Son órdenes de arriba´, me dijeron”, relata el religioso.

Monseñor Báez recuerda que el día anterior habían quedado con monseñor (ahora cardenal) Brenes ir a visitar a los jóvenes y ancianos. “Tal vez si hemos ido esa noche no sucede lo que pasó”, lamenta.

Los jóvenes se fueron y buscaron refugio en la Catedral de Managua. Báez recuerda como uno de los mejores momentos de su vida la misa que ofició con ellos al día siguiente. “Estaban jóvenes y padres de familia. Con la bandera de Nicaragua. Velas encendidas. sentados en el suelo de catedral”.

A cuatro años de OcupaInss, monseñor Baéz, expresó en Facebook: “Los jóvenes de #OcupaINSS nos dieron hace cuatro años cátedra de generosidad, solidaridad y dignidad. ¡No los olvidemos! La historia les hará justicia al recordarlos como ejemplo de dignidad y de compromiso por la justicia social. La intriga, la violencia y la injusticia no pudieron contra ellos”.

Pedro Orozco

Pedro Orozco y miembros de la Juventud Sandinista responden a reclamos de Monseñor Leopoldo Brenes y Monseñor Silvio Báez. LAPRENSA/ Archivo

Otra de las víctimas, Nahúm Nicaragua, dijo en su testimonio, poco después del ataque, haber reconocido a Pedro Orozco, coordinador de la Juventud Sandinista, como quien dirigía en el terreno a las turbas agresoras. Nicaragua fue secuestrado por los tres delincuentes encapuchados, le robaron el teléfono, la cartera y lo golpearon. Le dijeron que se fuera y que no regresara porque lo iban a matar. Pero Nicaragua regresó porque quería salvar su moto. Lo volvieron a capturar, lo golpearon nuevamente y se lo llevaron secuestrado al plantel Batahola, de la Alcaldía de Managua. Cuando lo montaban en el camión pudo ver al jefe del operativo, quien, a rostro descubierto daba órdenes a través de un radiocomunicador desde una camioneta verde. Se trababa de Pedro Orozco.

Pedro Orozco reapareció luego dirigiendo un grupo de la Juventud Sandinista hasta la rotonda Hugo Chávez en muestra de apoyo hacia los ancianos y pidiendo en coro “la paz”.

“Fue toda una movida. Una manipulación impresionante porque ya le estaban dando vuelta a todo, como siempre lo hacen, acababan de golpearnos, de atemorizarnos horas antes y luego estaban con su camiseta de la juventud sandinista en la rotonda pidiendo la paz. Eso fue muy fuerte, fue horrible verlo. Llegas allí, ves que tu carro no está y luego te encontrás con eso. Te sentís desarmado totalmente, indignado”, se lamenta Daniela Mora.

Desde 2005

Orozco apareció a luz pública en el 2005 cuando se le vio en protestas en contra del gobierno de Enrique Bolaños Geyer. Desde entonces ha sido identificado en numerosas acciones violentas. Como el ataque a un grupo de jóvenes que se pronunciaba contra el gobierno de Daniel Ortega en la rotonda Rubén Darío en 2008, el ataque a la Embajada de Estados Unidos en Managua, en 2009 y el vapuleo a huelguistas que se encontraban protestando frente al Consejo Supremo Electoral, en 2012.

A pocos metros del parque acuático inaugurado recientemente en la cuarta etapa del Puerto Salvador Allende, Pedro Orozco tiene un lujoso restaurante de dos pisos llamado El Tren. DOMINGO fue a buscarlo hasta ahí, pero los empleados aseguraron no poder dar información.

Comisionado Pablo Emilio Ávalos

Miembros de la Policía Nacional agreden a viejitos que se encontraban reclamando en las instalaciones del INSS. LAPRENSA/Archivo

Quien estuvo a cargo de los oficiales de policía que resguardaban el edificio del INSS durante la toma de OcupaInss, fue el comisionado mayor Pablo Emilio Ávalos, y este según varios jóvenes universitarios que apoyaban esta causa, llegó a la medianoche del 22 de junio.

“Yo me acuerdo que como a las 12 de la noche llega la comisionada Glenda Zavala y el comisionado Pablo Emilio Ávalos. Ellos llegan y hacen un cambio de policías. Y de repente en la entrada que viene de Plaza Inter hacia el INSS, donde estaban dos policías de Tránsito, se quitaron”, asegura Cristhian Alvarenga, joven agredido esa madrugada.

Comisionado Pablo Emilio Ávalos. LAPRENSA/Archivo

Según testimonios de diversas víctimas, los pocos policías que quedaron más bien apoyaron a los delincuentes durante la agresión. Cuando los muchachos buscaban protección entre las filas de policías, éstos los regresaban con empujones y patadas hacia los agresores encapuchados que los golpeaban y les robaban.

La Policía Nacional nunca culpó a nadie por los robos o por la agresión. Incluso, el 25 de junio de ese año emitieron un comunicado donde aseguraban que los vídeos que circulaban en internet no habían ocurrido en el país, explica un informe del Cenidh.

En octubre del año siguiente el comisionado Ávalos fue nombrado Inspector General de la Policía Nacional y en marzo de este año fue retirado de su cargo.

Porfirio García

Porfirio García era presidente de la Unidad del Adulto Mayor (UNAM) cuando se dio el ataque de las turbas sandinistas. LAPRENSA/Óscar Navarrete

Los adultos mayores que forman parte de la Unidad del Adulto Mayor (UNAM), lograron la pensión reducida un mes después de la toma de las instalaciones del INSS en el 2013. Porfirio García, presidente de dicha organización asegura que el apoyo de los jóvenes fue fundamental para que eso se lograra.

El lunes 24 de junio el gobierno, a través de sus empleados y simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), convocó a una marcha en ‘‘apoyo’’ a UNAM. Para sorpresa de todos, don Porfirio García estaba en la tarima principal del brazo de Pedro Orozco.

“Nosotros estamos sumamente agradecidos con los jóvenes. No había nada organizado con ellos antes de la toma del INSS. Fue allí donde los conocimos, fue allí donde ellos respondieron al apoyo que nosotros solicitamos y no tenemos más que reconocer que ese apoyo fue fundamental para que nosotros pudiéramos mantenernos ante la presión (..) Nosotros estamos en desacuerdo con esa serie de cosas (el ataque a los jóvenes) porque estaban orientadas a desarticular la lucha. Y sobre todo represión contra aquellos que nos estaban apoyando”, confiesa.

Cuando se le pregunta por qué, dada su cercanía con el gobierno, no apoya a los jóvenes que le apoyaron a recuperar lo que les robaron, García dice: “En esta vida no todas las cosas le salen a uno como lo piensa. Yo tengo 76 años, tengo quebrada la pelvis, ando con marcapasos. Y aun así sigo luchando por los adultos mayores. Entonces yo estoy claro que en cualquier momento durante una movilización puedo caer muerto, pero esos son mis deseos, esos son mis riesgos y eso es lo que me gusta hacer”.


Policía: “No ocurrió”

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) realizó un informe sobre las Violaciones de Derechos Humanos en la protesta de los Adultos Mayores por su derecho a una pensión reducida de Vejez y presentó denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Vilma Núñez, directora del Cenidh. LAPRENSA/Óscar Navarrete

En su informe, el CENIDH documenta que varios ancianos fueron heridos como resultado de la represión, detenciones arbitrarias de jóvenes que se encontraban apoyando la protesta, tortura y amenazas de tortura, incluyendo de violación sexual en contra de las mujeres, y el ataque de un grupo de alrededor de 300 jóvenes encapuchados, con camisetas de la Juventud Sandinista que actuaron con la aquiescencia de la Policía Nacional que desalojaron a los manifestantes con violencia y robaron sus pertenencias. Estos hechos son violaciones al derecho de movilización, libertad de expresión, libertad personal, propiedad personal, a la integridad física y sicológica, así como al derecho a defender los derechos, en tanto los propios miembros del CENIDH fueron agredidos.

La Policía Nacional afirmó en un comunicado que los hechos denunciados no ocurrieron en Nicaragua y que existen intereses oscuros y mal intencionados para deslegitimar a la institución.


Artistas en OcupaINSS

El movimiento OcupaINSS también convocó la solidaridad de los artistas. En la mañana del 21 de junio del 2013, Danilo Norori, cantautor nicaragüense recibió una llamada para participar en un concierto que iban a organizar varios artistas en solidaridad con los adultos mayores, que luchaban por la pensión reducida. Al instante aceptó ir porque desde su juventud siempre ha apoyado las luchas sociales. Lo hizo en tiempo de Somoza y hace en tiempo de Ortega.

Momotombo, Perrozompopo, La Cuneta Son Machín y otros artistas nacionales también se sumaron ese día y los jóvenes cantaron y bailaron delante del cordón policial. Sin preveer lo que ocurriría horas después. Hoy Norori condena ese acto, pues él conocía a varios de ellos. “Esos chavalos yo los conozco y son buenos muchachos. No son una amenaza ante el Estado. Son buenas personas”, se lamenta.


 

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COMENTARIOS

  1. elgavilansegoviano
    Hace 7 años

    …….Nicaragua se merece la Dictadura Ortega/Murillo!,……quye se la disfruten Bien Bonito!!,…..

  2. Luis Jose Moncada
    Hace 7 años

    Así es Nicaragua, no respetan a nadie y es por eso que nadie dice nada por el gran miedo a ser reprimido. Nos roban celulares, carros, casas, terrenos, matan a campesinos, pero mi pregunta hasta cuando vamos a aguantar, ya que la clase empresarial esta de acuerdo en que Ortega acabe con todo el mundo con tal que sus negocios sigan funcionando y generando millones de dolares sin pagar impuestos. Sin embargo la gran mayoría no esta disfrutando las prebendas del gobierno y esto se puede poner de color de hormiga, como sucedió en Venezuela que Maduro creía que nada pasaría con todos sus abusos.

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