14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Nuevo intento para proteger al agro en Nicaragua

En la medida en que las nuevas condiciones climáticas elevan la vulnerabilidad de las actividades agropecuarias, crece también la necesidad de contar con estrategias de prevención de riesgos. Una de las más comunes es el seguro agropecuario, pero en Nicaragua desde 2012 no se utilizan

En la medida en que las nuevas condiciones climáticas elevan la vulnerabilidad de las actividades agropecuarias, crece también la necesidad de contar con estrategias de prevención de riesgos. Una de las más comunes es el seguro agropecuario.

Sin embargo, en Nicaragua desde 2012, de aproximadamente dos millones de manzanas que se siembran en cada ciclo productivo, ni una sola contó con esa protección. Tampoco lo utilizó el sector ganadero, que según cifras oficiales tiene unos 5.2 millones de reses.

Le puede interesar también: Seguro agrícola como el cangrejo

La razón fue que hasta el año pasado de las cinco aseguradoras reguladas que funciona en el país ninguna ofrecía este instrumento, y en los años previos las dos que los vendían optaron por descartarlo ante la falta de demanda.

Esta no es una situación propia de Nicaragua, sino generalizada en la región. Según el estudio Microseguros agropecuarios y gestión integral de riesgos en Centroamérica y República Dominicana, elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), en la región se detecta una limitada experiencia en materia de seguros agropecuarios. Lo atribuyen a situaciones externas e internas que condicionan el ambiente macroeconómico, financiero y comercial en el que se desenvuelve la actividad agropecuaria.

En los últimos años diversas organizaciones encabezadas por la Cepal han impulsado la creación de seguros para mitigar riesgos climáticos, principalmente entre micro y pequeños productores.

INSS, sector agropecuario

Panorama dará un giro

Y aunque Nicaragua no fue parte de un proyecto piloto que se desarrolló en cuatro países de la región, a partir del actual ciclo agrícola 2017-2018 la situación del seguro agropecuario puede comenzar a dar un giro.

En los últimos cuatros años a petición de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic) una de las aseguradoras locales desarrolló un nuevo tipo de seguro que ya ofrece a partir de este ciclo.

En su etapa inicial cubriría caña de azúcar, maíz, arroz, café y plátano. Y en el sector pecuario: ganado de engorde, ordeño, doble propósito y productor de semen. La ampliación de esta lista dependerá de cómo acepte el sector este esquema y de la demanda que surja para otros productos.

Lea también: Istmo se junta contra El Niño

“Este es un esquema novedoso e innovador. El que se ofrecía antes era por índice paramétrico, es decir que tenía que caer una determinada cantidad de milímetros de lluvia para que se pudiera activar para cubrir daños por inundación. O que no lloviera nada para cubrir sequía. Pero las estaciones meteorológicas no empalmaban unas con otras y a los productores que quedaban en medio no los cubría ninguna estación y si sufrían un daño no se les podía responder”, explica Rogelio Bermúdez, técnico seguro agropecuario de Iniser.

Además, según el presidente de Upanic, Michael Healy, el seguro que se ofrecía anteriormente era muy caro y los rendimientos que se obtenían hace cuatro o cinco años era menores a los actuales, por tanto no permitían esta inversión.

Ajustado a necesidades

En cambio el seguro agropecuario que se ofrece a partir de este ciclo está más ajustado a las necesidades del productor, porque ampara su inversión directa en el cultivo. “Este nuevo esquema protege esa inversión directa para que en caso de sufrir algún siniestro, el productor puede garantizar su continuidad en el siguiente ciclo productivo. El área mínima a asegurar es de cinco manzanas”, señala Bermúdez.

En el sector agrícola las nuevas pólizas cubrirán siniestros climatológicos, esto incluye huracanes, vientos fuertes, inundación, exceso de humedad, sequía, falta de piso para cosechar, granizo, helada, bajas temperaturas, ondas cálidas y otros. Los relacionados con la no nacencia: que abarcan diversas causas que impiden que la semilla que se siembra nazca. Y siniestros geológicos que cubren las consecuencias provocadas por terremotos y erupciones volcánicas.

“La parte de siniestros biológicos no está cubierta porque el desarrollo de plagas y enfermedades deben prevenirse a través del paquete tecnológico que requiere el manejo del cultivo”, dice Bermúdez.

Mientras que en la actividad ganadera cubre enfermedades, accidentes, sacrificio forzoso y en casos especiales robo con violencia.

El técnico explica que dependiendo del producto, las condiciones y de la zona del país en que se realice la actividad los costos del seguro varían entre el 2 y el 14 por ciento del valor total de la inversión. De momento, por ser la zona más vulnerable del país este seguro no se ofrece para actividades que se realicen en comunidades del Caribe.

Da garantía

Y además de proteger la inversión, también da garantía al sistema financiero del país porque a la hora de otorgar un crédito sabe que aunque el productor sufra algún siniestro en su actividad, podrá recuperar los recursos que le otorgó, dice Bermúdez.

Healy espera que estas pólizas se vayan adaptando a las necesidades y condiciones de cada producto.

“Hay algunos sectores como la caña de azúcar, el plátano y hasta el café robusta en los que pagar este seguro será muy rentable. Pero hay otros como el sorgo e incluso la ganadería a pequeña escala que no permitirán invertir en esto seguro, por lo que esperamos se desarrollen seguros adecuados a cada sector”, expone Healy.

Puede leer también: Efectos de El Niño en el ciclo 2014-2015

Pero en general “la idea es proporcionar esta herramienta al productor para que también la banca tenga más confianza para otorgar el financiamiento, ya que la inversión estará protegida. Esperamos que este seguro minimice las solicitudes de refinanciamiento y reestructuración del crédito agropecuario. Y al productor le permita proteger su inversión ante los efectos del cambio climático”, dice Healy.+

Ahora el microseguro

Además de una buena acogida, principalmente entre los productos exportables, Healy espera que a lo inmediato se comience a desarrollar un seguro para los pequeños productores que no son sujetos de crédito ante la banca y que tampoco obtienen rendimientos que les permitan utilizar el seguro que se ofrece actualmente.
Por su parte Julio Flores, gerente general de la financiera FDL, explica que pese a los intentos no han logrado implementar el microseguro agrícola.

“Hay dos dificultades: cuando es un seguro agrícola que va dirigido a un producto se requiere hacer una revisión de los costos de producción en cada uno de los momentos del cultivo y de los tiempos en que se realiza la actividad. Además, los seguros requieren de información paramétrica de las precipitaciones y muchas veces esta información no se tiene completa porque la red de equipos que tienen Ineter (Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales) para medirla, es limitada”, explica Flores.

Lea también: Ganadería urge adaptarse frente al cambio climático

Y añade que otra dificultad que han enfrentado es que para hacer rentable el microseguro se requiere que las áreas a asegurar sean grandes y eso limita el acceso a los productores más pequeños, que son la mayoría. Según el Censo Nacional Agropecuario, hasta 2011 156,053 productores cultivaban menos de 10 manzanas de tierra. En total en el país se registraban hasta ese entonces 262,546 productores.

Para superar estos obstáculos la institución decidió cambiar de modalidad y crear un producto que cubriría la cartera agropecuaria y se espera esté listo para comenzar a ofrecerse en el ciclo agrícola 2018-2019.

Liberar a todos información climática

A raíz de las experiencias con organizaciones no gubernamentales que han intentado institucionalizar los seguros y microseguros agropecuarios en Nicaragua, se desprende la necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre la visión de negocio de las aseguradoras y reaseguradoras privadas, con la visión subsidiaria del Estado en torno al negocio del seguro, dice el estudio Microseguros agropecuarios y gestión integral de riesgos en Centroamérica y República Dominicana, de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC).

Además, recomienda “evaluar la conveniencia de hacer accesible a los productores y otros actores en igualdad de condiciones” de la relativa abundancia de información climática que el país posee. “Esta información deberá liberarse para el consumo público, tanto de las aseguradoras, reaseguradoras, productores, instituciones de supervisión e investigadores especializados”, dice el estudio.

expansión del robusta

No es sostenible

La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) consideran una ventaja que Nicaragua cuente con una aseguradora estatal. Esto le permitiría ampliar el mercado de los seguros y microseguros agropecuarios. No obstante, reconocen que la “frágil situación financiera del Gobierno central impone restricciones a la posibilidad de que el Estado otorgue subsidios para los seguros agropecuarios proveídos por el Iniser, lo cual hace difícil la sostenibilidad del seguro en el largo plazo” y según las instituciones requiere la búsqueda de mecanismos de financiamiento climático y redistribución eficiente del gasto público.

Economía Agro Seguro agropecuario Upani archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí