Desde 1988 se ha venido consolidando globalmente como la metodología de preferencia para las empresas globales que deseen realizar análisis de causa raíz de los accidentes de trabajo. Tuvo su origen y desarrollo en la industria nuclear de los Estados Unidos, después del incidente nuclear de Three Mile Island, en Pennsylvania, el cual se posicionó en 5 de 7 puntos en la Escala Internacional de Eventos Nucleares.
TapRoot al inicio parece una metodología complicada, no obstante, una vez que se usa, sorprende por su sencillez y consistencia. Es versátil, porque posee la capacidad de ejecutarse de forma manual así como con un poderoso software en la nube, el cual por medio de 19 preguntas de validación discrimina la naturaleza de cada factor causal (hipótesis de causación) para posteriormente, a cada uno de ellos, aplicarle otro proceso multidimensional de cuestionamiento para encontrar las verdaderas causas subyacentes del percance, así como también, la ayuda integrada para la determinación de acciones correctivas, ejemplos de mejoras y otras recomendaciones.
TapRoot ha venido desplazando a la mayoría de sistemas avanzados de investigación y análisis de accidentes ya que es escalable para todo nivel de complejidad, principalmente, en situaciones en donde el factor humano, la entropía organizacional y la complicación de los procesos que interactúan, pueden producir accidentes catastróficos.
Las clasificaciones generales de las causas, es decir, el primer nivel, se divide en Procedimientos, Capacitación, Control de Calidad, Comunicaciones, Sistema de Dirección (gerencia general), Ingeniería Humana y Dirección del Trabajo (supervisión), las cuales tienen cada una a su vez, una subdivisión de por lo menos 3 secciones, más otro detalle de al menos 25 situaciones específicas para encasillar el factor encontrado en donde hubo una falla de control por acción u omisión, estableciendo así un marco de análisis en donde los sesgos atributivos, la búsqueda de culpables, las “dedicatorias” o los mismos sesgos del investigador, se disminuyen a su mínima expresión, desapareciendo éstos eventualmente, puesto que no hay factor causal que no tenga para su determinación previa, una identificación con una situación ya establecida y referenciada en el útil catálogo de causas raíces.
El sistema tiene también incorporado en su software todas las referencias a las herramientas de Identificación y Control de Riesgos que son utilizadas en las industrias de Alta Confiabilidad Operativa (ACO), tales como Permisos de Trabajo, Análisis de Riesgos, Manejo de Interfases, Gestión de Cambios, entre otras, así como aquellas mejores prácticas establecidas por las industrias globales, como el análisis de barreras, las que permiten al grupo de investigación -puesto que por definición, toda metodología de investigación y análisis de accidentes que se respete, debe ser colectiva- no solamente encontrar en forma detallada varias causas raíces, sino también, alinear los procesos mediante la adopción de medidas correctivas basadas en el control operacional con referencia a estándares industriales internacionales.
Para impartir el curso como capacitador se requiere -además de la experiencia previa comprobada como profesional en el área de HSE- aprobar el curso certificado de 40 horas, lo cual previene que el método sea degradado por capacitadores improvisados o que puedan adoptar enfoques alegres o lúdicos, que con frecuencia solamente evidencian falta de competencia académica o profesional, defectos que pasan siempre una alta factura a los capacitandos, puesto que nada puede sustituir el conocimiento de la metodología y la integridad de la transmisión de conocimientos, que un programa prestablecido de aprovechamiento y enfoque metodológico validado por otros.
La experiencia que hemos tenido localmente con el método TapRoot nos hace que expresemos también nuestra preferencia y recomendación para las empresas de más alto nivel profesional en el país.
(*) El autor es consultor y capacitador empresarial
www.noalosaccidentes.wordpress.com