La gente se ha olvidado de las lagunas. Esa es la conclusión del ecólogo Edgard Castañeda al analizar la situación de las que hay en la capital. En el caso de Acahualinca, el daño ya es irreversible, afirma. En cuanto a Nejapa y Tiscapa, el ecólogo afirma que podría caber la posibilidad de hacer algo al respecto. “Pero sería tan costoso y tan compleja su reversibilidad que dudo que estemos en capacidad de hacer algo”, dice Castañeda.
Xiloá aún no está en problemas, pero los asentamientos que han sido construidos desordenadamente en sus alrededores la ubican en una posible situación de riesgo en el futuro. Por último, Asososca es la que se encuentra en mejor estado, dice el experto, ya que es una fuente de agua para los capitalinos.
El ecólogo lo resume así: “La Laguna de Acahualinca ya se murió, la Laguna de Nejapa está en su funeral, la Laguna de Tiscapa ya está en Cuidados Intensivos y al paso que vamos pronto estaremos listos para empezar a escribir el obituario de Xiloá”.
Laguna de Acahualinca
“Acahualinca ya no existe como laguna. Ya ni siquiera está en el mapa y cuando vas al lugar no ves dónde hubo laguna. Todo eso se sedimentó”, apunta Castañeda. Él conoció la laguna porque era uno de sus sitios “de vagancia” cuando era niño.
En los años ochenta Acahualinca recibía todos los desechos de un viejo matadero que se ubicaba donde hoy es Expica. Al cuerpo de agua también caían los desechos de La Chureca. Como consecuencia, un exceso de sedimento y basura cayó a la laguna, por lo que fue sometida a varios procesos de eutrofización.
La eutrofización es cuando hay un exceso de sedimento en el cuerpo de agua y esto se traduce en una alta disponibilidad de nutrientes que conlleva a una hiperproductividad de algas. Esta excesiva cantidad de algas y plantas como los lirios de agua va acumulándose en la superficie y tiene una demanda alta del oxígeno que hay en el cuerpo de agua, hasta que lo matan. Es lo que pasó con Acahualinca.
Tiscapa y Nejapa
En el caso de Tiscapa y Nejapa, ambas lagunas se contaminaron por la misma razón: los cauces.
Nejapa recibe los sedimentos y la basura de un cauce que viene desde las Sierras de Managua. Por otro lado, Tiscapa recibe los desechos de dos cauces de la subcuenca sur de Managua, que comprende comarcas como Los Ladinos, Las Viudas, Jocote Dulce y San Isidro de la Cruz Verde, hasta llegar a la parte más alta, ubicada en El Crucero.
En ambos casos, los cauces fueron desviados hacia las lagunas para evitar las inundaciones que se producían en la parte baja de Managua durante la época lluviosa. Sin embargo, con el crecimiento urbanístico desordenado, el suelo se impermeabilizó e hizo que la corriente de agua creciera, al igual que la población y la cantidad de desechos que llegan a las lagunas.
Castañeda asegura que esto también comprende un problema antropológico y social, ya que en la capital no hay un sistema tan eficiente de recolección de basura y la gente opta por tirarla a los cauces y a las calles.
El ecólogo asegura que Nejapa y Tiscapa no tienen más de un metro de profundidad. El resto del cuerpo es solo fango lodoso.
Xiloá y los asentamientos
En el caso de la laguna de Xiloá no hay cauces, pero sí asentamientos humanos no planificados que van creciendo desordenadamente a sus alrededores y sin un trato adecuado de las aguas residuales, estas se infiltran en el suelo y pueden contaminar el manto acuífero, que, según Castañeda, es muy superficial. “Además, hay ganado suelto que pastorea en los alrededores de la laguna depositando los excrementos en las orillas del cuerpo de agua. Y ya se empieza a evidenciar una actividad de pesca creciente pero intensiva que podría llegar a poner en riesgo especies de peces de interés e importancia ecológica y social”, sentencia el experto.
Asososca en buen estado
Edgard Castañeda define a la Laguna de Asososca como “la joya de la corona” de los cuerpos de agua de Managua, ya que es la que tiene todas las propiedades de agua potable y es un buen reservorio de la misma.
“Es una ganga esa laguna”, dice el experto. Por la importancia que tiene es la única laguna que está protegida en términos de que hay un control en el acceso a ella, no hay ningún cauce que pase por ahí, siempre las autoridades han buscado cómo desviarlo; los vehículos con sustancias químicas no pueden pasar cerca de la laguna. “Evidentemente no está en discusión la importancia de la laguna y por eso es la más protegida de todas”, dice el ecólogo.