La criatura sin pene,
forastera entre los hombres
¿De dónde surgió?
¿De qué fuente emergió roma y sin aristas?
Un día apareció.
Sabía reír. Nos enseñó la risa y el fin de los gruñidos.
Su cuerpo era pequeño y endeble.
Era una especie ajena
hasta que descubrimos
que sexo contra sexo nos acoplábamos.
Podíamos movernos y gozar
alojados uno en la otra.
Ella tenía el don de copiarnos,
de hacer criaturas pequeñas que se nos parecían.
Su magia era poderosa. Le temimos
y la redujimos a la servidumbre.
Eso fue en el principio de todo.
(2017)