Aunque en 2012 un funcionario de la Asamblea Nacional afirmó que el estatal Centro de Convenciones Olof Palme había sido vendido a empresarios privados, y en julio del año pasado durante la reapertura del local —tras años de abandono fue sometido a un minucioso proceso de remodelación—, Erick Pastrán se presentó como representante de los nuevos dueños y operadores del inmueble, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice en su más reciente informe que el recinto pertenece al Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS).
Además, el organismo atribuye parte de los “extraordinarios grandes gastos de capital” que realizó el INSS desde el 2014 a la inversión que realizó en la rehabilitación del establecimiento.
Actualmente el Olof Palme es considerado el centro de convenciones más grande y moderno del país.
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En julio del año pasado durante el acto de inauguración de la XVII Feria de la Construcción y la Vivienda, el presidente de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), Rodrigo Pereira, agradeció a la empresa Desarrollos Turísticos de Nicaragua S.A. (Detunsa) por alquilarles el local para que realizaran el primer evento tras su remodelación.
Durante la actividad, Erick Pastrán se presentó como representante de Detunsa y aunque no quiso brindar detalles sobre el costo de la rehabilitación del local, fue enfático al afirmar que este ya no pertenecía al INSS.
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“Somos los operadores del Centro de Convenciones… Esto no es del INSS, es de nosotros, es del grupo Detunsa”, insistió.
Pastrán tampoco quiso referirse a la relación de Detunsa con la empresa Constructores Nicaragüenses Asociados S.A. (Coniasa) que fue la encargada de remodelar el lugar y que pertenece al Instituto de Previsión Social Militar (IPSM) del Ejército de Nicaragua.
Director del IPSM se niega a contestar
En la actividad se encontraba el director del IPSM, coronel Julio Rodríguez Balladares, pero se negó a contestar si la institución tiene alguna relación con Detunsa. También se evitó aclarar si, tal como se dijo en algún momento, la entidad había adquirido parte o la totalidad del Olof Palme.
No obstante, representantes del sector construcción que también participaron en la inauguración del local y que pidieron no ser identificados, relacionaron a Pastrán con el IPSM. Además, consideraron que su presencia confirmaba el rumor que surgió en 2012 sobre la venta de la propiedad.
En agosto de ese año el director general de Asuntos Administrativos de la Asamblea Nacional, Ramón Cabrales Aráuz, afirmó que el Centro de Convenciones Olof Palme había sido vendido a particulares, pero no dio detalles del nuevo dueño. El funcionario atribuyó dicha venta al proyecto para rehabilitación de la Avenida Sandino.
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Pero al confirmar en el reporte completo sobre la consulta del Artículo IV de este año que emitió recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) que el INSS sigue siendo el dueño del Centro de Convenciones, se buscó a Pastrán en las oficinas administrativas del local.
Dada la crisis financiera que enfrenta el INSS —según el FMI podría llevarlo a la insolvencia en el 2019 si no se aplican reforma—, se trató de conocer los planes de recuperación de la inversión que se hizo para reabrir el centro.
Dicen que cambió la administración
A través de una llamada telefónica, la asistente de la gerencia dijo que Pastrán ya no trabaja ahí y que Detunsa ahora no tiene ninguna relación con el Olof Palme.
“El centro cambió de administración y el nuevo administrador se llama Norman Vega”, aseguró la funcionaria que evitó identificarse. Y aunque aseguró que ya no existe ninguna relación entre el centro de convenciones y Detunsa, en el sitio web del Olof Palme aparece como información de contacto un número de teléfono y el correo institucional: [email protected].
Al cuestionar por qué siguen brindando ese correo, dijo que no han tenido tiempo de cambiarlo porque hace apenas una semana asumieron la administración.
Además prometió devolver la llamada para confirmar si Vega aceptaba brindar una entrevista, ya que siendo el administrador es el único autorizado a dar información sobre los asuntos administrativos del local.
Sin embargo, al no recibir respuesta se le buscó en el centro, donde la encargada de la seguridad impidió el acceso, aduciendo que no conocía a ninguna asistente de gerencia ni a Vega y que nadie de las oficinas estaba disponible para responder consultas y pidió al equipo de LA PRENSA abandonar las instalaciones.
Nueva llamada, nueva versión
Luego, al intentar contactar nuevamente por teléfono a la asistente de la gerencia, que prometió conseguir la entrevista, la persona que contestó dijo que casualmente a la asistente y a Vega los habían despedido el día anterior y cortó la llamada sin dar más detalle.
Al intentar conseguir información en el IPSM, una de las recepcionistas dijo que eso estaba a cargo de Detunsa, y pidió buscar a Pastrán en las oficinas de Detunsa en la zona de Portezuelo, pero se negó a dar la dirección de estas.
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Ante la insistencia, hizo una llamada y pasó a una supuesta empleada de Detunsa que excusó a Pastrán por encontrarse fuera de Managua y pidió que se dejara claro que Detunsa no tiene ninguna relación con el IPSM.
Pese a no existir relación entre dicho instituto y la empresa, la recepcionista del IPSM que hizo la llamada no tuvo que dar mayores explicaciones a la empleada de Detunsa, simplemente le pidió que atendiera una consulta sobre el Olof Palme que un equipo periodístico de LA PRENSA estaba realizando.
Elevó gasto
Según el reporte completo sobre la consulta del Artículo IV de este año que emitió el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento del gasto administrativo del INSS en los últimos 10 años parece excesivo.
Estos pasaron de representar el 0.3 por ciento del PIB en 2006 a 0.9 por ciento del PIB en 2016. Además, el gasto de capital ha sido “extraordinariamente grande en los últimos años”. Este según el reporte permitió expandir la red de sucursales y aumentar la cobertura facilitando el acceso a los servicios. Además, una parte importante de esos recursos se destinaron a la rehabilitación del Centro de Convenciones Olof Palme, propiedad del INSS, dice el documento.