Los héroes verdaderos son pocos. Algunos reciben ese calificativo sin merecerlo. El héroe trae en sus genes esa predisposición y conforme va creciendo y viendo lo que sucede en su entorno familiar, en su país y en otras partes del mundo, va adquiriendo el concepto de lo que es la lucha por las causas justas.
Los héroes pueden surgir en cualquier escenario, mediante labor activa o pasiva.
Religión: Miguel Hidalgo y Costilla: fue el sacerdote que inició la independencia mexicana. Murió fusilado por los españoles. Igual suerte corrió el también sacerdote José María Morelos, por defender las causas justa.
Política: Nelson Mandela. Una figura popular, admirada, respetada universalmente, ícono de la lucha contra el apartheid, antiguo líder del Congreso Nacional Africano (ANC), primer presidente negro de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz en 1993.
Fue liberado en 1990 tras 27 años de cautiverio. Trabajó con el presidente reformista Frederik de Klerk, una complicada pero exitosa transición desde la dictadura segregacionista blanca hasta la democracia multirracial, que condujeron a unas elecciones libres ganadas por el ANC, un gobierno de unidad y una nueva Constitución. Un héroe indiscutible, de condiciones físicas y morales indoblegables.
Nicaragua. Benjamín Zeledón Rodríguez. Nacido en La Concordia el 4 de octubre de 1879, departamento de Jinotega. Abogado, político, diplomático y militar. Recibió el título póstumo de “Héroe Nacional de Nicaragua”.
Magistrado de la Corte Centroamericana de Justicia durante el gobierno de José Santos Zelaya. Ministro de Guerra durante la presidencia del doctor José Madriz.
En 1907 se enfrentó Nicaragua con Honduras y El Salvador; Zeledón sobresalió en la batalla de Namasigüe, recibiendo el grado de coronel. Al ser derrocado el presidente Madriz, Zeledón partió al exilio.
Regresó en 1912 y el 29 de julio se adhirió a la revolución libero-conservadora contra el gobierno de Adolfo Díaz Recinos.
El 10 de agosto Zeledón lanzó su proclama exponiendo los objetivos de su lucha. Decía uno de sus párrafos:
“Queremos que la Hacienda Pública sea regentada por personas aptas y honorables, y no por extranjeros. Queremos, por último y por sobre todas las cosas, que la soberanía nacional, simbolizada por nuestra bandera azul y blanco, sea efectiva y no la batan vientos intervencionistas”.
El general Zeledón no vio cumplidos sus sueños. Fue abatido en el camino hacia Masatepe, por las fuerzas de los marines estadounidenses y los leales al gobierno de Adolfo Díaz en la batalla de El Coyotepe. Sus restos descansan en Catarina, Masaya.
Hechos que vio Augusto Nicolás Calderón Sandino, nacido en Niquinohomo el 18 de mayo de 1895 y quien, inspirado en Zeledón, emprendió la lucha contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua.
Sandino comenzó su lucha con guerra de guerrillas en las montañas del norte de Nicaragua, donde con su ejército de campesinos mal armados, hizo fiera resistencia a los invasores.
Su lucha logró que las tropas estadounidenses salieran del país, pero antes crearon la Guardia Nacional y pusieron al frente de esta al general Anastasio Somoza García, quien ordenó asesinar a Sandino por órdenes de la Embajada estadounidense el 21 de febrero de 1934. Su obra y muerte lo hacen un héroe.
Pero no hay que olvidar a otros héroes nicaragüenses que sufrieron cárcel, torturas y murieron por defender lo que los dictadores y tiranos adversan: libertad en todas sus expresiones, democracia y otros principios que los justos defienden.
Ahí están en las páginas de la historia héroes como el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (“Mártir de las Libertades Públicas”), doctor Arges Sequeira Mangas, empresario asesinado por defender los derechos de su gremio, la libertad y democracia.
El doctor Chamorro, desde las páginas editoriales del diario LA PRENSA que él dirigía, hacía crítica constante a los enemigos de la verdad y libertades. Eso le costó la vida, pero su gesta lo elevó a la cima de los héroes.
El autor es médico.