Desde su debut en 2012, han pasado ya cinco temporadas. Así que Erasmo Ramírez ya no es aquel jovencito de 21 años, intentando establecerse en las Mayores, sino alguien de 27, camino a su consolidación.
Y lo ha logrado. Ha probado que es un big leaguer, que pertenece a ese nivel. Tiene incluso un salario de 3.13 millones de dólares al año y esas cifras se establecen en base al desempeño.
Sin embargo quizá valdría la pena preguntarse, ¿su carrera ha conseguido el nivel que se proyectó al inicio? Al día de hoy, Ramírez tiene un récord de 29-32 y 4.23 en un recorrido de 530 episodios.
Para un muchacho que es producto del trabajo duro y no necesariamente de un talento exuberante, tiene que ser un éxito su carrera. Y no hay que olvidar que el 97 de los firmados, ni siquiera suben a las Mayores.
No obstante, después de verlo emitir destellos de un gran nivel en ciertos períodos de su carrera, uno cree que Erasmo está para más, es decir, que a estas alturas, debería tener mejores cifras.
En Seattle se encontró a un mánager que en lugar de ayudarlo a ser mejor, afectó su confianza. Y en Tampa, hay abundancia de brazos, pero objetivamente a él le ha faltado aprovechar mejor los chances.
Oculto en el bullpen, Ramírez difícilmente tendrá cifras llamativas, a pesar de los nuevos métodos para evaluar el desempeño de los lanzadores. Nos gustaría verlo como abridor, aunque Tampa tiene razones para no usarlo así.
Como un abridor en esta campaña, el nica tiene 3-2 y 6.05. Como relevista, 1-1 y 3.23. Los bateadores en su primer turno ante él, tienen .229 de promedio (70-16). Cuando lo ven por segunda vez, le conectan para .373 (59-22).
Estrictamente como abridor, ha lanzado 38.2 innings, en los que admite 46 hits y 26 carreras limpias, con siete jonrones, 10 bases y 32 ponches. En relevo, 30.2 episodios, 20 hits, 11 carreras, tres jonrones y 23 ponches.
Agreguémosle a eso, que Tampa es uno de los equipos de mayor dominio en el uso de la tecnología. Así que se pueden equivocar, pero cada decisión tiene por lo general un sólido argumento.
De modo que lo único que le queda a Erasmo, es aprovechar cada chance, como lo ha hecho en sus últimas tres salidas, en las que su suma cinco ceros y no permite hit, lo que indica que retomó el paso tras un junio terrible.
Nunca es tarde para hacerse mejor. Y él lo sabe. Erasmo es un ejemplo de determinación y tenacidad. No hay duda que sigue dando batalla y ojalá muy pronto lo veamos convertido en un big leaguer incluso mejor.