Ya pasaron 12 días que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) recibió la denuncia realizada por el Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTRK) en contra de un ganadero que se asentó en la zona núcleo de la Reserva Indio Maíz, pero aún no hay una respuesta concreta por parte de las autoridades.
De acuerdo con el artículo 138, de la Ley 217, Ley General del Medioambiente y los Recursos Naturales, una vez admitida la denuncia, la autoridad competente notificará al denunciado en el término de 24 horas hábiles.
Posterior a la notificación, en un plazo de tres días hábiles, la autoridad competente mandará a oír al denunciado o a su representante legal y podrá inspeccionar el lugar de los hechos, lo que incluye el levantamiento de una acta, define la Ley.
No obstante, cuando los integrantes del GTR-K, entre ellos, el fiscal, Aldrick Beckford, entregaron la denuncia formal al Marena, solo les confirmaron que fue recibida, pero no obtuvieron detalles de las siguientes etapas del proceso.
Ante esto, el oficial de industrias extractivas del Centro Humboldt, Jurgen Guevara, consideró que el Marena, como ente regulador del ambiente en el país, “debería de pronunciarse con respecto a ese tipo de situaciones y debería de conformarse una comisión o equipo para que corrobore los hechos y se apegue a las normas y planes de manejo”, destacó. Según Guevara, la Reserva Biológica Indio Maíz debe de contar con uno como zona protegida.
54, 393.33 hectáreas de bosque perdió la Reserva de Biósfera del Sureste, que abarca la Reserva Indio Maíz. El bosque fue reemplazado por pastizales en un período de cinco años.
Consecuencias de la ganadería en Indio Maíz
Según el ambientalista Jurgen Guevara, entre las principales consecuencias que ha provocado la actividad ganadera en áreas protegidas del país es el cambio de uso de la tierra. Eso se logró constatar mediante una investigación que hiciera el Centro Humboldt, en la que se confirmó que la ganadería extensiva acabó con grandes zonas de la reserva del Sureste. Los agricultores no consideran la vocación natural del suelo y los vuelven pastos, dijo.