Yasmina Rocha y Hellen Silva, madre y viuda de Kenneth Morgan, respectivamente, recurrieron ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), para denunciar que la Policía Nacional dejó que este muriera en la calle sin que un médico le prestara atención.
Las denunciantes sostienen que su pariente había ingerido licor cuando la Policía lo detuvo la noche del pasado 19 de julio pero no estaba intoxicado, tampoco estaba enfermo.
La madre del fallecido expuso que en sus averiguaciones conoció que a eso de la 1:00 a.m., del 20 de julio, los policías del Distrito Dos sacaron a su hijo a la calle y lo dejaron tirado frente a la delegación policial cuando observaron que sufría los síntomas de lo que pudo ser un preinfarto,
“Él pasó cinco horas agonizando con un preinfarto”, dijo la denunciante, quien critica que “si ellos no tenían voluntad de llevar a mi hijo donde un médico nos hubieran llamado”.
Ella insistió: “Yo no me resigno ¿por qué lo dejaron morir (sin atención)? No entiendo la actitud de esa gente que me lo dejó morir, no entiendo y eso me está martirizando todos los días, porque digo cuánto sufrió mi hijo, por eso yo no voy a descansar hasta que se haga justicia”.
Rocha aseguró que pese a que intentó presentar una denuncia en Asuntos Internos de la Policía Nacional allí un funcionario rehusó recibir su denuncia al aducir que ya un funcionario investigaba el caso.
Silva por su parte mencionó ante el abogado del Cenidh, Salvador Marenco, que ahora los policías han tratado de desviar la atención del caso a raíz que ellas han andado investigando sobre lo ocurrido, pues un detective estuvo diciéndole “si tenía una pareja aparte de mi, que si vivía constantemente, si no llegaba a dormir, si era agresivo cuando andaba tomado. Él no era nada de eso”.
A su vez a otros parientes los policías les han dicho “que él trabajaba en un taller de desarme (…) ensuciándolo ya muerto”, señaló Rocha, quien cuestiona que si su vástago hubiese sido un delincuente la misma Policía no le iba a dar un récord de conducta.
Marenco calificó como grave la denuncia presentada, pues según los familiares la Policía no asistió a la víctima sin haber respetado la dignidad humana pues debieron trasladarlo a un hospital garantizando su vida y su salud.
Las autoridades deben esclarecer la verdad y darle una pronta respuesta a la familia del fallecido que también tiene el derecho de participar en los actos investigativos.
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