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Cartas al Director, farsas electorales
Jorge Alberto Rivas Navas

¿Qué es calidad en la educación?

Me llama poderosamente la atención cómo los temas acerca de la educación se vuelven cíclicos, solo se tocan mayoritariamente en tres momentos: 1. Cuando se conocen los vergonzosos resultados de admisión a las universidades públicas, 2. Cuando se conocen los resultados de pruebas internacionales como Pisa y 3. Cuando aparecen los ranking internacionales universitarios donde las universidades nacionales quedan normalmente, muy mal paradas.

Se lee mucha información valiosa acerca de los males y poco acerca de las soluciones.
Pienso que si se quiere hacer un esfuerzo honesto por mejorar la situación, se debe de partir por definir qué entendemos por calidad educativa y qué conlleva, a nivel de todos los subsistemas involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo ¿Cuál es la edad idónea para iniciar el proceso educativo, en la Educación Superior?

El nivel de desarrollo de los centros especializados, en este caso, el CNU, Auprica, deben estar en la capacidad de involucrarse en tan compleja tarea. En el caso de las carreras técnicas, le corresponde al Ministerio de Educación y a Inatec definir, desde las competencias mínimas necesarias para que un joven inicie una carrera técnica, hasta la necesaria vinculación con las empresas productivas del país.
Evidentemente estas son algunas ideas acerca de lo complejo que es definir calidad y lo laborioso de este proceso, pero creo sinceramente, que se debe de empezar lo más pronto posible.

El tema más espinoso y casi no se toca a profundidad es la calidad de los docentes, sería bueno reflexionar: ¿Cuáles son los factores que afectan la calidad? Podemos empezar por analizar la edad adecuada del docente, para iniciar esta actividad, su preparación académica, su vocación, su grado de entrega a tan noble causa, la calidad y cantidad de estudiantes a su cargo en el salón de clases, su estabilidad laboral y emocional, las horas que dispone para impartir un conocimiento, la pertinencia del pénsum, sus honorarios, entre otras cosas.

¿Tendrán todas las universidades del país claro su modelo educativo, sus competencias, en todos los niveles, que deben desarrollarse para lograr el éxito académico? ¿Cómo lograr la empleabilidad de sus egresados? ¿Con qué planes cuentan? Son tantas las interrogantes que se vuelve indispensable empezar pronto a buscar las respuestas.

Sería interesante que definida, por cada situación, el concepto de calidad, cada centro especializado asumiera con responsabilidad su rol y empiece a trabajar, para lograr la misma, en cada subsistema. Es decir, podremos formar excelentes estudiantes, si dentro del sistema de educación se logra ofrecer un servicio de calidad de manera integral; desde precios viables en las cafeterías de las universidades, facilitar el acceso a bibliotecas muy bien documentadas, hasta homologar el grado de formación de los docentes.

Mi interés principal con estas reflexiones es que más docentes se sumen a este esfuerzo. Pienso que es desde la cátedra que podemos entender este problema y trabajar en soluciones conjuntas. Las universidades evidentemente tienen un interés particular de aportar su grano de arena, muy valioso por cierto, estoy convencido que debemos crear sinergias para lograr un mejor posicionamiento de nuestras universidades en el concierto internacional.

Pensemos en la política ganar-ganar y veremos resultados tangibles muy pronto.
“Lo que se quiere conseguir en el futuro, se gestiona en el presente”.

El autor es catedrático universitario de Ciencias Económicas.

Opinión CNU educación archivo
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