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Wilmer Hernández y Román González. Foto: Oscar Navarrete/ LA PRENSA.

Wilmer Hernández y Román González. Foto: Oscar Navarrete/ LA PRENSA.

Wilmer Hernández: “Creo que Román puede noquear a Rungvisai”

Wilmer Hernández analiza el combate de revancha que sostendrá Román González y el tailandés Srisaket Sor Rungvisai y también se refiere a su futuro.

Del otro lado, tras ser arrancado dolorosamente del equipo del boxeador Román “Chocolatito” González, el entrenador Wilmer Hernández mantiene esta página de su historia suspendida en el aire, entre la duda de pasarla o no.

Este martes en Managua, Hernández estuvo en una conferencia de la promotora Búfalo Boxing, teniendo de cerca a Dixon Flores, uno de los boxeadores que ha aceptado entrenar tras su separación con el tetracampeón y aunque se mostró tan cerrado como una ostra, se refirió con pinzas al tema y habló de su futuro.

“Puede noquear”

“Si trabaja duro abajo y no se queda de frente al tailandés (Srisaket Sor Rungvisai) puede noquear”, dijo Wilmer, refiriéndose al segundo combate entre ambos peleadores, previsto para el 9 de septiembre en California, donde él se imaginaba estar, pero la derrota polémica sacudió los cimientos de su equipo y fue expulsado.

Preguntas sobre qué habría ocurrido esta vez, Hernández se las quita de encima con un “no tiene ya caso hablar de esto”. “Ojalá sea un plan bueno, que le dé resultado”, afirma, sobre la preparación que en estos momentos González desarrolla en Japón junto al adiestrador Sendai Tanaka y el instructor físico Nakamura San.

“Esto es un aprendizaje y solo resta seguir adelante”, apunta.

“Solo el tiempo lo dirá”

¿Lo buscarán? Si esto ocurre, ¿decidirá Wilmer volver? Este par de interrogantes chocan con violencia en los pensamientos de Hernández. “Solo el tiempo lo dirá, no hubo ninguna discusión, con Román González no la hubo, solo me dijeron que ya no iba a trabajar y debí aceptarlo. Vamos a ver qué pasa”, contestó, sentado en una silla, rodeado de cámaras y grabadoras.

“No hay resentimiento contra el equipo de Román. No lo hay. ¿Por qué debería haberlo?”, se preguntó. “Aquí todo fue ganancia para mí, no hablo de pérdidas”, agregó.

Antes de que el apoderado de González, el abogado Carlos Blandón hiciera oficial la salida de Hernández el 4 de julio, hacía un mes que el entrenador y boxeador venían trabajando juntos en el gimnasio Róger Deshon en San Judas, Managua, cumpliendo con un plan que al final no serviría de nada.

“Ellos fueron los que me dejaron ir, ahora tendría que pensarlo si me piden regresar”, acota el entrenador.

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