Cuando Jamaica se encaminaba a hacer algo heroico —como forzar el tiempo extra sin arriesgar futbolísticamente—, Estados Unidos marcó un gol agónico en el penúltimo minuto del partido para enderezar el rumbo en la Final de la Copa Oro ganándola 2-1 y conquistar el título en casa donde mostró su superioridad en las fases finales.
En el guion estaba previsto que Estados Unidos levantara el título pero no con tanto dramatismo que acabó con el tanto de Jordan Morris (89) en el penúltimo minuto del tiempo reglamentario para que el equipo de las barras y las estrellas registrara su sexto cetro, mientras los caribeños caían por segunda vez al consecutiva.
Jozy Altidore (45) con un golazo de tiro libre abrió el marcador y Je-Vaughn Watson (50) se anticipó a Morris en un tiro de esquina para igualar los cartones, hasta que el mismo Morris enmendó su descuido y pescó un rechace en el área que dejó a Estados Unidos a un título de igualar a México como el más ganador.
Control del juego
Los locales salieron a buscar el partido desde el primer minuto sin dar tregua al conjunto caribeño, que salió a especular tirándose atrás en su portería para marcar en un contragolpe. La estrategia no dio resultado porque EE.UU. supo cerrar las espacios en las galopadas de los jugadores jamaiquinos.
Estados Unidos se apoderó del balón desde el primer minuto y mantuvo los hilos del encuentro con Michael Bradley en el medio campo, mientras los jugadores de la ofensiva se movieron constantemente en busca del espacio.
La lesión del portero Andre Blake afectó anímicamente a Jamaica, que después fue golpeada por el golazo de Altidore de tiro libre, rompiendo el embrujo defensivo de una escuadra comprometida, solidaria y ordenada que metió en apuros a los locales durante 44 minutos.
En la segunda parte, la tónica del encuentro se mantuvo intacta. Estados Unidos tuvo el control del balón y marcó muchas diferencias con sus figuras como Altidore, quien sacó un potente disparo a gol que el portero Dwayne Miller (72) rechazó y después Clint Dempsey (74) lo intentó y el guardameta volvió a lucirse.
Jamaica estaba resguardada esperando un milagro y EE.UU. presionaba con toda su artería hasta que encontró recompensa con el balón suelto que Morris colocó en el fondo de la red.