Al amanecer de este martes en Japón, Román “Chocolatito” González debía subirse a la báscula y marcar 123 libras en el prepesaje que ordena el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) a un mes de cada combate, en este caso, la revancha que sostendrá con el tailandés Srisaket Sor Rungvisai el 9 de septiembre en Carson, California.
Normalmente, a un mes calendario, para las peleas de título del mundo los boxeadores deben demostrar que el peso es un asunto que pueden controlar. Ocho libras del peso original es lo que está reglamentado. Así que González, conocido por no fallar en estos compromisos, no está llamado a pasar contratiempos.
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De acuerdo al apoderado Carlos Blandón, “Chocolatito” cerró este lunes en 124.6 libras (Japón tiene catorce horas más respecto a Nicaragua) y la mañana del martes correría y entrenaría para perder 1.6 libras, antes de controlar su tonelaje a las 4:00 de la tarde hora de suelo nipón (2:00 de la madrugada de este martes en Nicaragua).
También Rungvisai
A esa misma hora, en su natal Tailandia, el monarca de las 115 libras del CMB, Srisaket Sor Rungvisai le dará la cara al mismo procedimiento. Dos semanas atrás, el ídolo actual de la provincia de Nonthaburi, había revelado mantenerse en 130 libras, mientras priorizaba ganar fuerza en los entrenamientos.
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Este control de peso es el primero de tres. Posteriormente vendrá uno que corresponde a una semana del combate y otro un día antes, en la acostumbrada ceremonia oficial.
“Todo está excelente, tenemos mucha confianza en el trabajo que estamos realizando, se viene la parte más dura de la preparación y estamos listos”, comentó Blandón, sobre el punto exacto en el que González aumentará a diez y 12 la cantidad de rounds de guanteo.
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Como parte del programa Boxeo Limpio que impulsa el CMB, “Chocolatito” fue sometido a una prueba antidoping, por medio de una muestra de sangre que es enviada a Estados Unidos para el debido análisis.