El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este viernes que se convoque de “urgencia” una cumbre con sus pares latinoamericanos para “restituir” el “diálogo”, que consideró roto en la región tras las críticas vertidas contra su Gobierno, y recomponer las relaciones con América Latina y el Caribe para evitar el aislamiento.
“(Pido) se convoque de urgencia una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe para atender la denuncia de Venezuela ante el intervencionismo grosero (…) para restituir las relaciones de dialogo”, dijo el gobernante socialista durante una comparecencia especial ante la Asamblea Constituyente.
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El mandatario aseguró que no ve “razones para que nadie se niegue a una cumbre de puertas cerradas, si ellos se la pasan hablando de Venezuela. Si nos tenemos que quedar dos días encerrados allí, hablando de tú a tú, hablemos y busquemos recomponer las relaciones de América Latina y el Caribe”.
Reta a varios presidentes de la región
Maduro lanzó además “retos” especiales a los mandatarios de Colombia, Juan Manuel Santos; México, Enrique Peña Nieto; Perú, Pedro Pablo Kuczynski; y Argentina, Mauricio Macri, quienes han criticado al Gobierno de Venezuela por la contención de las protestas que sacuden al país desde hace cuatro meses.
“Reto al presidente Santos públicamente, al llamado presidente estadounidense de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, al señor (Mauricio) Macri, al presidente de México, a que aprueben una reunión inmediata de los presidentes de América Latina y nos veamos las caras”, dijo.
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Las declaraciones del presidente venezolano surgen en el marco de las recientes sanciones financieras y migratorias en su contra y contra una veintena de sus funcionarios, a quienes el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos acusa de violar los derechos humanos y socavar la democracia.
Estas sanciones, que Maduro consideró este viernes sin base jurídica, fueron celebradas por varios Gobiernos latinoamericanos, que anunciaron que estudian adoptar las propias.
Gobierno “amenazado”
Maduro señaló que su Gobierno está “amenazado” de bloqueo militar y financiero, porque así ha sido “declarado” desde Lima, en referencia a una reunión realizada esta semana en la capital peruana, en la que un grupo de países de América pidió revertir la instalación de la Asamblea Constituyente venezolana.
Añadió que Venezuela “tiene el poder” para enfrentar estas amenazas y continuar su “camino de desarrollo”.
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Venezuela atraviesa una oleada de protestas a favor y en contra del Gobierno de Maduro, que se saldan con al menos 121 fallecidos tras desembocar algunas de las manifestaciones en hechos de violencia.
Las protestas contra el Gobierno venezolano se incrementaron en mayo pasado, cuando Maduro convocó a la Asamblea Constituyente, un órgano que reescribirá la Carta Magna, vigente desde 1999, y reordenará el Estado.
Sin embargo, esta Asamblea, compuesta solo por miembros afectos al chavismo gobernante, así como las decisiones que de ella emanen, es desconocida por el grueso de la oposición venezolana, los Estados Unidos, la Unión Europea y una docena de países latinoamericanos.
