Campesinos del Caribe Sur y Río San Juan se sienten abandonados

El peligro asecha cada día a los habitantes de comunidades rurales de Nueva Guinea, en el Caribe Sur, y San Miguelito, en Río San Juan, debido a la falta de mantenimiento de los caminos de penetración. Esto es considerado por sus habitantes como parte de la exclusión a la que son sometidos por estar en contra del proyecto del Canal Interoceánico.

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Esa desatención de parte de las Alcaldías locales, a criterio de los campesinos, tiene un impacto socioeconómico en ellos, pues incide en que caigan los precios de sus productos como la leche, el queso, el ganado en pie, granos básicos y los tubérculos que sacan de esa zona, mientras cada día adquieren a mayor costo los artículos relacionados con la ganadería y la agricultura.

Caminos riesgosos

Transitar por los caminos rurales que conducen a las comunidades de esos municipios distantes, a pocos kilómetros unas de otras, se vuelve incómodo y hasta de riesgo.

“Aquí las Alcaldías nos tienen abandonados”, resume Luis Uriarte, habitante de El Dorado 3, en El Tule, San Miguelito, quien pone de ejemplo, que todos los años ellos componen el camino de acceso. Y el puente colgante de unos cincuenta metros de largo sobre el Río Cojo, que hace tiempo fue construido por la misma población, ya empieza a deteriorarse.

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El puente comunica El Dorado 3 con comunidades como El Fajardo 1,2,3,4 y 5, así como La Rampla y El Tulito que tienen salida a La Unión, Nueva Guinea.

“En el campo estamos pasando crisis”

“En el campo se nos ha abandonado un poco, en el campo estamos pasando crisis”, señala Rosario Zeledón Mairena, habitante de El Chacalín, cuya vía de acceso desde La Unión, Nueva Guinea, está dañada. “Los productores estamos muy pensativos porque se nos han bajado todos los precios (de los productos)”, dice Zeledón.

El galón de leche es vendido en esa zona a 17 córdobas, la libra de queso llegó a costar 13 córdobas y el kilo de ganado en pie entre 38 y 40 córdobas, según los productores.

En el sector de El Chacalín, muchos han decidido soltar los terneros. Pero “¿si soltamos los terneros de qué vamos agarrar un realito?”, pregunta Zeledón, quien sostiene que a quienes han solicitado préstamos les han dicho que en la Unión y toda la zona donde va a pasar la ruta canalera, no les están dando.

Todo carísimo

Los campesinos dicen que deben invertir mucho dinero para sostener sus propiedades. “Ya no sabemos ni cómo vamos a poder mantener la finquita que tenemos, porque el queso y la leche baratos y los productos que se le aplican a un ternero, a una vaca, para curarle la enfermedad que la está molestando; o para desparasitar o vitaminar, eso está carísimo”, afirmó Zeledón.

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“Nos sentimos afligidos porque todo lo que vendemos es barato y lo que vamos a comprar es carísimo (…) la boronita, el quesito que vendemos es baratísimo, el maíz no valió este año, pero lo que vamos a comprar todo caro, nos está llevando la joroba. Y los caminos están malos”, expone José Centeno, quien habita en Mata de Maíz, distante hora y media a caballo de La Unión.

Martín Oporta, también vecino de El Chacalín, comenta que por lo dañado del camino “la producción se atrasa, pues la leche no la han entrado a retirar”.

En tanto la vía de La Fonseca hasta La Esperanza Número Uno que a su vez comunica con comunidades como San Sebastián de Aguas Sarca, debido al deterioro del camino, sus habitantes deben pagar a los dueños de motocicletas para que les hagan las compras en La Fonseca, pero eso tiene un costo de 500 córdobas, explicó Ismael Rivera.

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El coordinador del movimiento campesino anticanal, Medardo Mairena, criticó que no ven retribuidos los impuestos que todos los años deben pagar, pues no reinvierten en los caminos de penetración para que puedan sacar la cosecha.

Y menciona que en una ocasión un funcionario del Caribe Sur le explicó: “Por orientación del Gobierno, no vamos a invertir en hacer un proyecto, porque cuando vayamos a construir el Canal lo vamos a destruir”.

Esfuerzo de comunidades

Ante la falta de respuesta, los habitantes de muchas comunidades han acordado pagar una especie de peaje para reparar los caminos dañados. Esto es lo que hicieron productores de comunidades de La Unión hacia El Fajardo, El Tulito entre otros.

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Ivania Díaz Suárez dijo que buscan reunir un dinero que les permita reparar unos 17 kilómetros de caminos, pues no cuentan con respaldo de la Alcaldía local. “Pero es voluntario”, aclaró Suárez, quien expresó que lo único que les dicen las autoridades a los productores de ese sector es que no hay presupuesto para reparación de caminos. Por ejemplo el transporte colectivo hace un recorrido tres veces por semana, únicamente.

Excluidos

“(Estamos) Excluidos totalmente. No podemos optar a los proyectos, no podemos optar a las políticas de gobierno que debería ser como acceder a un préstamo, (… ) como que no fuéramos nicaragüenses, como que no estuviéramos en Nicaragua, estamos excluidos totalmente por parte del Gobierno”, sostuvo el coordinador del movimiento campesino anticanal, Medardo Mairena. Y menciona que iguales dificultades atraviesan las poblaciones a lo largo de la franja canalera sea Río San Juan o Rivas. “Nos están recetando la misma dosis”.

4
años lleva la lucha del movimiento campesino por la derogación de la Ley 840, relativa a la construcción del Canal Interoceánico. Esto ha causado la desatención de las autoridades.